Metamorfosis y Vida

14 marzo, 2023
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

EOSTRE/OSTARA 2023 – EQUINOCCIO DE PRIMAVERA

AVALON PSICOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD
Escuela para la Evolución del Alma

EOSTRE/OSTARA 2023
EQUINOCCIO DE PRIMAVERA

                                                                  Todos los pueblos y culturas del planeta, tienen sus propias ceremonias para celebrar diferentes acontecimientos que tienen lugar a lo largo del año, relacionadas tanto con los procesos y movimientos de la Naturaleza y del Cosmos, como con los correspondientes al transcurso y la evolución de la vida humana: la salida y la puesta del sol y de la luna, el viento, la lluvia, las estaciones meteorológicas, la siembra y la cosecha, el nacimiento, el paso de la niñez a la adolescencia y de ésta a la edad adulta, los casamientos, la muerte del cuerpo físico y muchos más.
                                                                  Poco a poco, a medida que el catolicismo romano fue extendiendo su influencia, muchas de esas costumbres ancestrales y naturales fueron abandonadas, mientras que a otras se les dio un sentido muy distinto al original. Gracias a la evolución de la consciencia humana, esta sabiduría está recobrando el lugar que le corresponde y cada vez hay más personas sincronizadas con la Tierra, el Cosmos y sus ciclos que también son, en definitiva, los nuestros.
                                                                  Por muchos artefactos técnicos que hayamos inventado y por muchos adelantos científicos que hayamos logrado, seguimos formando parte de la naturaleza, terrestre y celeste y, en consecuencia, estamos íntimamente ligad@s a sus ciclos y a sus procesos. Por ello, es muy recomendable y positivo, nos proporciona una perspectiva más amplia, nos llena de energía y fortalece nuestro poder físico, mental, emocional, energético y espiritual, celebrar las diferentes fechas clave de la rueda del año, como son las lunaciones, los equinoccios y los solsticios, las festividades intermedias, la recogida de la cosecha, el paso a la adolescencia…, de la misma manera que celebramos la entrada de un nuevo año, los aniversarios, los nacimientos, etc. Hacerlo también favorecerá la consciencia de unidad con todo cuanto existe, y nos ayudará a darnos cuenta de la sacralidad y el amor que continuamente nos rodean.

LA SAGRADA RUEDA DEL AÑO DE LA DIOSA DE AVALON

                                                                  La Sagrada Rueda del Año de la Diosa de Avalon, está dividida en ocho festividades solares, todas ellas relacionadas con el flujo natural de las estaciones y los acontecimientos astronómicos relacionados con ellas. Estas celebraciones, entre las que se intercalan trece lunaciones, suelen describirse como ocho rayos distribuidos en esa rueda anual, una imagen muy útil para recordarnos el continuo suceder de la vida, el ciclo sin principio ni final que ésta es, y que todas las figuras en forma de círculo nos recuerdan.
                                                                  Aunque celebremos cada doce meses la marcha de un año y la llegada del siguiente, en realidad, el año ni empieza ni acaba, como la energía, aunque diferentes tradiciones culturales han determinado uno o dos días para llamarlos Año Nuevo. Sin embargo, como el ciclo tiene en cuenta los ritmos de la naturaleza, más que las fechas del calendario gregoriano que utilizamos en occidente, los comienzos y los fines de cada año se consideran parte de las festividades, además de estar también vinculados entre sí.
                                                                  Esos Ocho Días Sagrados de la Rueda del Año de la Diosa de Avalon, son una mezcla de acontecimientos solares: solsticios y equinoccios, y festividades del fuego originarias de las culturas celta, británica y nórdica que, si nos vamos más hacia atrás en el tiempo, vemos que se remontan a épocas y pueblos aún más antiguos. Las cuatro festividades solares, tienen lugar durante el día que marca el acontecimiento astronómico y astrológico de que se trate: Yule, el día más breve o solsticio de invierno, generalmente el 20 o 21 de diciembre; Litha, el día más largo o solsticio de verano: el 20 o 21 de junio; Eostre/Ostara, el equinoccio vernal, el 20 o 21 de marzo y Mabon, el equinoccio de otoño, el 20 o 21 de septiembre. Y entre estas celebraciones solares, se intercalan otras cuatro festividades del fuego, así llamadas por la costumbre de encender hogueras en esas fechas. Todas ellas suceden a la mitad del equinoccio o solsticio que las precede y así tenemos que Imbolc se celebra a comienzos de febrero, cuando aparecen los primeros copos de nieve; Beltane tiene lugar el 1 de mayo, o cuando aparece la Flor de Mayo; Teltane, Lammas o Lughnasadh, llega a comienzos de agosto, con la cosecha de granos y Samhain, la fiesta de l@s ancestr@s, se festeja entre el último día octubre y el primero de noviembre que, para los pueblos celtas y britones de la antigüedad, era el primer día del año.
                                                                  En cada una de estas festividades de la sagrada rueda del año celta, podemos encontrarnos con una de las manifestaciones de la Diosa de Avalon, puesto que ella también es honrada y celebrada en esas fechas, al igual que las distintas lunaciones que suceden a lo largo de la rueda anual, relacionada no sólo con el Sol, la luminaria diurna del sistema solar en el que Tierra orbita, sino también con la Luna, su luminaria nocturna. La correspondiente a Eostre/Ostara es Nolava de Fuego.

OSTARA/EOSTRE: EQUINOCCIO DE PRIMAVERA Y FIESTA DE LOS ÁRBOLES: ALREDEDOR DEL 20/21 DE MARZO

                                                                  Ostara o Eostre, señala y celebra uno de los acontecimientos astronómicos y astrológicos importantes de la Rueda del Año: el momento en el que el equilibrio entre el día y la noche es perfecto, y las horas de día y de noche duran lo mismo. Este acontecimiento estacional y anual recibe el nombre de Equinoccio de Primavera. Poco a poco y a partir del equinoccio vernal, la luz supera a la oscuridad hasta el solsticio de verano: el día más largo del año.
                                                                  En el hemisferio norte, la primavera se corresponde con los meses de marzo, abril y mayo. En el sur con septiembre, octubre y noviembre. Si le damos un significado simbólico a todo esto, la primavera es una estación que nos sugiere y recuerda la necesidad de prestar atención a, y potenciar, el equilibrio, la armonía, la fertilidad, el colorido, la creatividad, la luz y el calor dentro de nosotr@s, proyectándolos al exterior para que se reflejen y manifiesten ahí. Astrológicamente, el Equinoccio de Primavera, sincroniza con los cero grados de Aries.
                                                                  Para la cultura celta, una gran amante de la naturaleza, a la que honraban y veneraban continuamente, y con la que mantenían unos vínculos muy profundos, el Equinoccio de Primavera era una festividad asociada a Ostara/Eostre, una diosa celta de la fertilidad, y también una divinidad germánica de la primavera, cuyo tótem es la liebre, un animal que se reproduce mucho y con facilidad. Los conejos y los huevos de chocolate de Pascua están relacionados precisamente con ella y con sus cualidades. Durante la primavera, la savia de las plantas sube de la tierra y ésta vuelve a estar verde y florida. Si unimos la fertilidad y el crecimiento de la tierra al equilibrio entre la luz y la oscuridad, la primavera es un momento idóneo para centrarnos en el equilibrio de nuestra vida y en nuestro crecimiento, puesto que, como parte de la naturaleza que somos, debemos renovarnos, resurgir del invierno, llenarnos de colores, sacar nuestro lado más alegre y hermoso, empleando y extendiendo nuestra creatividad todo lo posible durante los tres meses que dura esta estación, porque es el momento del ciclo de las estaciones en el que más fértiles podemos ser.
                                                                  En la festividad de Ostara/Eostre predominan conceptos como el equilibrio, la fertilidad y el crecimiento, razones por las que se trata de una época idónea para pensar en esos tres aspectos de nuestra persona y nuestra vida, así como también para conectar y llenarnos con el flujo de energía natural que nos rodea y que está presente en todo, especialmente en la naturaleza. Por eso, es una excelente estación de la rueda del año para meditar con la espalda bien apoyada en un árbol, percibiendo cómo la vida asciende por sus raíces, tronco, ramas y copa. Eostre/Ostara, como diosa de la fertilidad, es también una diosa del amanecer y del despertar de las fuerzas germinativas tras la oscuridad del invierno.
                                                                  Del mismo modo, y dada nuestra similitud con los árboles, también es una ocasión adecuada para sentir cómo la vida y el poder de la tierra entran por nuestros pies y suben por todo nuestro cuerpo hasta la cabeza, renovándonos, fortaleciéndonos, manteniéndonos bien sujet@s a su cuerpo, fertilizándonos, armonizándonos y dándonos todo cuanto necesitamos para nuestra existencia en este plano material, aspectos todos ellos que han de estar perfectamente cuidados y alimentados para que nuestro misticismo, nuestra conexión con la esencia divina que somos y que está en todas partes, pueda asimismo llevarse a cabo con facilidad, fortaleza y seguridad. Ostara/Eostre también es conocida como la Fiesta de los árboles, por lo que podemos aprovecharla para conocer las tradiciones, costumbres y conocimiento mágico relacionado con los árboles en particular, y con el reino vegetal en general.

EOSTRE/OSTARA 2023 – EQUINOCCIO DE PRIMAVERA

                                                                  El lunes 20 de marzo, en el hemisferio boreal, llegará Ostara/Eostre 2023, el Equinoccio de Primavera, a las 22:24 horas de España peninsular, y a 00º 00’ 00” de Aries. Astronómica y astrológicamente, esta festividad estacional de la Rueda del Año, es también el que marca su comienzo, por ser el momento en que la vida empieza a salir y florecer de nuevo después del recogimiento y la interiorización del invierno. Señala, igualmente, el principio del Año Astrológico.
                                                                  El día en que tienen lugar los equinoccios, el día y la noche duran exactamente las mismas horas, con la diferencia de que a partir del equinoccio vernal las horas diurnas crecen y las nocturnas disminuyen, mientras que a partir del equinoccio de otoño sucede a la inversa, comienzan a crecer las horas nocturnas y a disminuir las diurnas.
                                                                  Los equinoccios, como todas las demás festividades de la rueda del año, no sólo son importantes por ser acontecimientos astronómicos, galácticos y cósmicos, también lo son porque tienen una repercusión y una influencia astrológica y psicológica, física y metafísica, material, energética y espiritual, en los seres humanos y en todas las manifestaciones de vida en la Tierra.
                                                                  Cada uno de los dos equinoccios de cada rueda anual va precedido por un solsticio y su correspondiente estación que, en lo que se refiere al de primavera, es el invierno, el tiempo durante el cual las semillas permanecen bien guarecidas en el interior de la tierra y alimentadas por su calor, esperando que el sol de la primavera las alumbre de nuevo para comenzar a crecer una vez más y, llegado el momento oportuno, dar frutos. Igualmente, cada equinoccio va seguido de otro solsticio y su estación que, en relación con el vernal, es el verano. De modo que los cielos y la tierra, constantemente nos muestran que la vida es cíclica y que no tiene principio ni final, moviéndose y girando de forma continua, mientras cambia, se transforma, evoluciona y crece sin cesar. También vemos en todas las festividades anuales que todo se sucede de forma armoniosa y equilibrada, alternándose distintos tipos de energías para que todo pueda continuar desarrollándose y manifestándose. Todo tiene su tiempo. Hay un tiempo para cada cosa y cada una de ellas llega en el momento justo en que ha de llegar, ni antes ni después.
                                                                  Por ser acontecimientos astronómicos, los equinoccios y los solsticios son también portales de activación galáctica y cósmica, es decir, vórtices de apertura, llegada y activación de nuevas energías, correspondientes a la estación en que se producen, y relacionadas con los cambios que tienen lugar en ella, todos sincronizados a la perfección entre sí dentro del eterno círculo de la vida que, aun cuando la mente humana le pone fechas y nombres, en realidad no tiene principio ni tiene final, existe, se mueve, se regenera, evoluciona y cambia de manera permanente.
                                                                  Los equinoccios, los solsticios y los festivales intermedios de la rueda del año, tienen que ver tanto con el Sol como con la Luna, que también tiene su tiempo y su lugar en ellos. De hecho, ella cambia cada mes del año y despliega distintas energías en cada una de sus fases.

MEDITACIÓN PARA CELEBRAR EL EQUINOCCIO DE PRIMAVERA 2023

                                                                  Esta meditación es para celebrar y dar la bienvenida a Eostre/Ostara 2023, interna y externamente.
                                                                  Es también una práctica muy útil para sintonizar con la energía de la estación, absorber sus cualidades y posibilidades, aprovechar su fuerza y llenarnos de su poder, transformándonos y elevándonos espiritualmente, mientras exploramos estos nuevos territorios que ahora nos ofrecen la Tierra y la Vida. Sería estupendo poder dar la bienvenida a la primavera con un grupo de amig@s y familiares, y aprovechar ese día para hacer una comida en el campo, o en casa si no es posible salir. Reunirnos para celebrar estos acontecimientos, es una buena manera de llenarnos de sus influencias positivas para toda la estación.
                                                                  En los días previos, podemos preparar una lista de todo aquello que, relacionado con su energía particular, queramos que sea bendecido y activado en ese momento astronómico y astrológico, añadiendo igualmente las intenciones que nos proponemos llevar a cabo a lo largo de toda la estación.
                                                                  El mismo día del Equinoccio de Primavera, o dentro de las veinticuatro horas siguientes, trata de ir a una montaña, playa, río, bosque…, para estar en contacto con la naturaleza y dar allí la bienvenida a esta nueva estación. Si esto no es posible, puedes ir a cualquier parque en el que haya árboles, plantas y alguna fuente o estanque, para que así estén presentes los cuatro elementos de la naturaleza: el aire, el fuego, el agua y la tierra. Si tampoco tuvieras acceso a esta segunda alternativa, puedes celebrar el Equinoccio de Primavera en tu casa, rodead@ de tus plantas, flores y visualizando un espacio natural, el que más te guste y mejor te haga sentir.
                                                                  Cuando te encuentres en el espacio elegido, si es en la naturaleza, antes de hacer la meditación saluda y pide permiso a los seres elementales del lugar: las salamandras, los gnomos, las ondinas y las sílfides, que son los encargados de construirlo y mantenerlo en buenas condiciones. Cuando sientas que todos estos seres te han respondido y concedido el permiso solicitado, dales las gracias y elige el lugar que te parezca más apropiado para realizar esta meditación.
                                                                  Traza entonces un círculo alrededor de ti (puedes hacerlo físicamente o visualizándolo). Abre el círculo por el Este y ciérralo de nuevo en ese punto cardinal, después de pasar por el Sur, el Oeste y el Norte. Conecta también con las direcciones de arriba y abajo, así como con tu corazón.
                                                                  Puedes preparar un pequeño altar dentro del círculo con las siguientes cosas: un pañuelo, una manta pequeña o algo similar para extender en el suelo o sobre alguna roca, si las hay; cuatro velas de distintos colores; incienso, plumas, conchas marinas o un pequeño cuenco con agua, cristales, cantos de río o un cuenco con sal, flores y cualquier otra cosa que tengas a mano y que sientas relacionada con la energía de la primavera. Las velas se colocan en forma de cruz y poniendo una en cada uno de los puntos cardinales. Distribuye el resto de los objetos como tu intuición te indique. Coloca también dentro del círculo tu lista de intenciones.
                                                                  Siéntate después dentro del círculo y de cara al Este del altar. Haz varias respiraciones profundas y permanece después unos minutos atendiendo únicamente a la respiración, que se hará paulatinamente más pausada y rítmica.
                                                                  Conecta con la Madre Tierra, a través de la chacra de la planta de los pies. Conecta con la Fuente Creadora a través de la chacra de la coronilla. Conecta con tu Yo Soy Superior a través de tu corazón.
                                                                  Saluda a todos los elementos naturales y a sus espíritus elementales, agradeciendo también su presencia. Igualmente puedes invitar y saludar a tus guías personales, a tu Ángel de la Guarda y a los Seres de Luz que siempre te acompañan. Por último, di tu nombre y declara tu intención de meditar, celebrar y anclar el Equinoccio de Primavera 2023, dentro de ti y en todo el planeta Tierra, junto con la guía y la asistencia de Ostara, la Dama de la Primavera, la encarnación de la Diosa que la trae hacia nosotr@s cada año.
                                                                  A continuación, céntrate plenamente en la belleza y el colorido del paisaje que te rodea, impregnándote de ellos todo lo posible, tratando de absorberlos con cada inspiración y sintiendo cómo van calando en todo tu ser, desde los pies hasta la cabeza y desde el cuerpo hasta la psique, el corazón y el espíritu, hasta que te encuentres tan profunda y plenamente unid@ al paisaje y a todo lo que lo forma, que seas un@ con él.
                                                                  Invoca a Eostre/Ostara, que puedes visualizar como una bella joven, vestida con una túnica de colores alegres, con flores en el pelo y guirnaldas alrededor de su cuello, una campanilla en su mano izquierda y una varita mágica en la derecha. Se mueve danzando alegremente por delante de ti, mientras hace sonar la campanilla y va tocando con su varita todo cuanto te rodea. Al recibir el toque mágico de Primavera, todo empieza a llenarse de luz, de vida, de una energía nueva y de color, incluid@ tú mism@. Los pájaros empiezan a cantar, las flores comienzan a abrirse y los árboles mueven sus ramas… Unas lindas y frescas fragancias comienzan a extenderse por el aire y el cielo azul brilla de una manera especial. Saluda a Primavera, dale la bienvenida, baila con ella y agradécele su regreso una vez más, tras la marcha del invierno. Si quieres, pídele que te toque también a ti con su varita mágica y que te otorgue su energía para revitalizarte, regenerarte y llenarte de todas sus cualidades: equilibrio, armonía, fertilidad, creatividad, nuevo crecimiento, alegría, luz, calor, color, nuevas ideas… También puedes pedirle que de un toque de varita a tu lista de propósitos e intenciones.
                                                                  Si te apetece, también puedes cantar, bailar, saltar o moverte de alguna manera que te apetezca y te haga sentir viv@, cantar, dibujar…, o hacer cualquier otra cosa que se te ocurra. Si estás con otras personas, el baile puede ser común, aunque cada cual baile a su manera.
                                                                  Luego, declara tu intención de que la energía del Eostre/Ostara 2023 quede anclada dentro de ti, a tu alrededor a lo largo de toda la estación.
                                                                  Para acabar la meditación, ceremonia y anclaje del Equinoccio Vernal 2023, y antes de recoger el altar, salir del círculo y marcharte, siéntate y relájate durante unos minutos, aprovechando este momento de tranquilidad para despedirte de Ostara/Eostre y darle las gracias una vez más por su vuelta y por todo lo que has recibido de ella. Se trata de una despedida simbólica porque, en realidad, ella estará contigo cada día de los próximos meses. Da también las gracias a los cuatro elementos y a sus espíritus elementales, a tus guías personales, a todos los Seres de Luz que te han acompañado, a tu Ángel de la Guarda, a la Madre Tierra y a la Fuente. Acuérdate también de darte las gracias a ti mism@ por la labor que acabas de realizar.
                                                                  Cuando hayas terminado y recogido todo, cierra el círculo y envíalo a la Fuente, donde será guardado hasta la próxima vez que necesites abrir uno. Despídete del lugar y guarda en tu corazón todo lo que has vivido durante esta experiencia, sintiendo que Ostara/Eostre 2023 ya ha entrado en tu ser y ahí va a permanecer hasta la siguiente estación, reactivándote, renovándote, revitalizándote y permitiéndote realizar y conocer nuevas oportunidades, personas, situaciones, creaciones…
                                                                  Haz varias respiraciones profundas antes de marcharte, para que tus pulmones se vayan bien llenos de las energías positivas que has activado en él y recuerda dejar alguna ofrenda para los seres elementales, si has hecho esta meditación al aire libre. Si la has hecho en tu casa, puedes llevar esa ofrenda a cualquier lugar natural que te apetezca y que esté cerca.

María Ávalon

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14 marzo, 2023
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YESHUA DE NAZARET: LOGOS SOLAR Y CRISTO CÓSMICO

El Logos Solar y el Cristo Cósmico, son estados de vibración, evolución, frecuencia energética, conciencia y consciencia relacionados con el lado masculino de la Divinidad, en su más bella y completa expresión.

Muchos seres procedentes de distintos sistemas estelares y dimensiones, encarnaron en la Tierra en distintos momentos de su historia, con el propósito de traer y anclar en ella esas frecuencias del Divino Masculino que, junto con las correspondientes a la Divina Femenina, dan a lugar a seres humanos completos y andróginos, puesto que la esencia de todo cuanto existe está formada tanto por energías masculinas como femeninas.

Yeshua de Nazaret, de quien tantas veces he hablado y seguiré hablando, fue uno de esos evolucionados seres, encarnado en Israel hace más de dos mil años, con el propósito de reactivar, actualizar y fortalecer la esencia masculina más elevada en el ADN humano, así como esos estados de conciencia y consciencia conocidos como Logos Solar y Cristo Cósmico. Él no fue el primero, no fue el último y tampoco fue el único encargado de renovar las semillas solares y crísticas masculinas en nuestro código genético.

En este vídeo menciono varios aspectos de la vida de Yeshua, relacionados con esas iniciaciones solar y crística, y con lo que cada una de ellas representa para nosotr@s, para el momento evolutivo en que nos encontramos y para el Mundo por Venir, la Era Mesiánica, como la sabiduría kabbalística se refiere al tiempo del final de los tiempos, es decir, al tiempo presente, y a la manifestación de la conciencia mesIánica que anida en el interior de todos los seres humanos actuales, una tarea que sólo puede materializarse con nuestra participación consciente y nuestra voluntad. Que así sea para tod@s. Gracias infinitas por hacerlo posible. Un abrazo enorme y bendiciones.

María Ávalon

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14 marzo, 2023
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VENUS STAR POINT: AUTOESTIMA, PROSPERIDAD Y CREATIVIDAD EN TU MAPA ASTRAL DE NACIMIENTO

Venus es una energía arquetípica, psicológica, mitológica, física y metafísica que, en nuestro mapa astral de nacimiento, y en todos los demás que pueden levantarse a partir de él, tiene que ver con el amor, los valores, la autoestima, el disfrute de la vida, los recursos materiales, aquello de lo que nos sentimos felices y satisfech@s de haber logrado y construido con nuestros propios medios humanos, asistid@s siempre por nuestra esencia divina y, a través de ella, por la Esencia de Vida Eterna que alienta todo.

La influencia del planeta Venus, uno de los que donaron una hebra de ADN para conformar nuestro código genético, es una de las más significativas de nuestra carta astral natal a la que, gracias al descubrimiento de la astróloga norteamericana Arielle Guttman, podemos sumarle la que proporciona y transmite nuestra Venus Star Point que, como su nombre indica, es un punto estelar concreto donde la estrella de cinco puntas que forma en su órbita alrededor del Sol, señala los puntos exactos de mayor autoestima, creatividad y prosperidad de ese cielo que estaba sobre nosotr@s, en el momento mismo en que tomamos la primera inspiración autónoma, tras salir del grial sagrado de nuestra madre, y ser cortado el cordón umbilical que nos unió a ella durante nuestra gestación.

Venus Star Point es una geometría sagrada, un patrón energético y un campo electromagnético, un arquetipo, una herramienta astrológica y una conexión con el planeta Venus, tan estrechamente ligado a la evolución de Gaia y l@s gaian@s.

En este vídeo explico lo más destacado de este maravilloso código y muestro cómo queda en el mapa natal de Teresa de Ávila, Sigmund Freud y Carl Gustav Jung, tres de los grandes seres que más admiro, cada cual en su campo de acción y los tres enfocados en el autoconocimiento, la individualización y la alquimia del ser.

Gracias infinitas por ser, estar y hacer que la vida humana y gaiana siga evolucionando y avanzando. Amén y Bendiciones.

María Ávalon

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10 enero, 2023
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VIAJE SAGRADO Y CONSCIENTE A ATENAS, DELFOS Y ELEUSIS

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ENCUENTRO CON LA SABIDURÍA GRIEGA DE LA DIOSA

VIAJE SAGRADO Y CONSCIENTE A ATENAS, DELFOS Y ELEUSIS

DEL 19 AL 24 DE MAYO DE 2023

Atenas, Eleusis y Delfos, son tres de los lugares más antiguos y sagrados en los que Sophia: la Diosa Madre Celeste, era venerada y celebrada en la antigua Grecia. Junto con Ella, también lo era Gea/Ge/Gaia: la Diosa Madre Terrena, encarnación suya en el plano de la materia. Las Ninfas, guardianas de todos los espacios naturales y las Musas, fuente de inspiración artística, eran igualmente honradas y homenajeadas en esos emplazamientos, tanto por el común de las gentes como por quienes se iniciaban en sus misterios y lograban, a través de ellos, autoconocimiento, inspiración, sanación y transformación. Palas Atenea, Deméter y su hija Perséfone, Hécate, Selene, eran también importantes representaciones griegas de la Divina Femenina celeste y terrestre, cada una de ellas portadora de algunos de sus atributos y cualidades.

Los primeros Oráculos en Grecia, antes de la época clásica, fueron las Sacerdotisas Sybilas, que hablaban directamente con Ge, la Madre Tierra, en las numerosas y profundas cuevas de su cuerpo. Ellas también encarnaban a las Ninfas que cuidaban los espacios naturales, y a las Musas que inspiraban a l@s artistas y a la gente común, siendo las más asiduas y fieles transmisoras de sus mensajes. En Delfos, la Sacerdotisa Oráculo hablaba en estado de trance, mientras permanecía sentada en un alto y rocoso lugar, o sobre una roca volcánica de la que emanaban gases.

Como sucedió en tantos otros lugares del planeta, durante el período griego clásico, los antiguos lugares de conexión, culto y veneración de la Diosa, fueron dedicados a dioses masculinos. Un ejemplo de ello fue el Templo de Apolo en Delfos quien, simbólicamente, mató a la ctónica Pitón, también conocida como Serpiente Terrestre, reclamando para sí mismo el Oráculo que durante siglos había estado al servicio de la Gran Diosa Madre. Allí llegaban visitantes de muy diversos lugares, para consultar a Pythia, la Sacerdotisa del Oráculo, cuyas palabras murmuradas eran entonces traducidas por sacerdotes de Apolo, quienes influían así a su conveniencia en la marcha de los acontecimientos políticos, las guerras y los asuntos humanos comunes.

En todos los lugares que visitaremos, conectaremos con Sophia, Diosa Madre primigenia y con Gea, la Madre Tierra. Además, y en los antiguos emplazamientos dedicados a ello, también nos encontraremos con las Sybilas, oráculos y sacerdotisas de Sophia, las diosas Atenea, Deméter y Perséfone, Gaia y Ge, las Ninfas y las Musas… Haremos meditaciones, reactivaciones energéticas y conexiones espirituales, abriendo nuestro ser a la inspiración y la guía que esos sagrados recintos nos espera, penetrando en nuestros propios misterios, para así poder desvelarlos y desvelarnos, con el propósito de continuar nuestro camino de vida de una forma más consciente y amorosa, equilibrada y pacífico, exitosa y materialmente próspera, mientras nos sanamos de forma cada vez más profunda y transformamos todo lo que sea necesario, elevando nuestra vibración energética y ampliando tanto nuestra consciencia como nuestra conciencia. Gracias a todo esto, nuestra relación con la vida en todas sus formas y manifestaciones también cambiará, abriéndonos a una existencia con mayor sentido y significado, sabiendo que, en la medida en que nos transformamos, evolucionamos y avanzamos, estamos prestando un significativo servicio al bien mayor de la totalidad.

ITINERARIO

El itinerario de este viaje sagrado y consciente a Grecia, para encontrarnos con Sophia, Gea y otras representantes de la sabiduría griega de la Diosa, es el siguiente:

PRIMER DÍA – VIERNES 19 DE MAYO – MADRID–ATENAS

Desde Madrid volaremos a Atenas, punto de comienzo y fin de este viaje sagrado de encuentro con la sabiduría de la Diosa en tierras griegas. Tiempo libre para visitar algunos de los lugares más pintorescos de esta ciudad. Alojamiento.

SEGUNDO DÍA – SÁBADO 20 DE MAYO – ATENAS

Atenas, capital de Grecia y una de las ciudades antiguas más conocidas del planeta, conserva muchos monumentos y lugares de interés. Si bien no todos ellos están dedicados a Sophia ni a Gea, que en la época clásica comenzaron a quedar en la sombra y ser sustituidas por sus homólogos masculinos, todavía existen otros en los que sí podremos encontrarnos con ellas como, por ejemplo:

Acrópolis de Atenas, donde visitaremos el Partenón,el Templo de Atenea Niké, los Propileos y el Erecteion o Templo de las Cariátides
Ágora antigua

Una vez realizadas las visitas programadas para hoy, las meditaciones y las conexiones energéticas, tendremos tiempo libre para seguir explorando como nos apetezca esta hermosa y gran ciudad. Alojamiento.

TERCER DÍA – DOMINGO 21 DE MAYO: ATENAS – VALLE DE DELFOS

Después de desayunar, saldremos hacia Patras y llegaremos al Valle de Delfos, donde se encuentra el conocidísimo Oráculo de Delfos, en el valle del Monte Parnaso, uno de los más importantes emplazamientos arqueológicos griegos y uno de los tres puntos fuertes de este viaje sagrado y consciente. Almuerzo en ruta. Tiempo libre. Alojamiento.

CUARTO DÍA – LUNES 22 DE MAYO – DELFOS – ATENAS

Desayuno y visita completa a Delfos. Durante casi dos mil años existió, en el suroeste del Monte Parnaso, el Oráculo de Delfos, donde la conexión con la Madre Tierra y las musas, era una fuente de inspiración y guía para todas las gentes que acudían a él. Delfos es un lugar donde la energía de Ge/Gaia es muy fuerte y poderosa, motivo por el que allí fueron edificados muchos templos, actualmente en ruinas por los efectos de los terremotos que, con frecuencia, mueven aquellas tierras. Aquí visitaremos:

Ruinas arqueológicas
Roca de la Sybila
Oráculo de Delfos
Fuente Castalia
Museo Arqueológico de Delfos

Después volveremos a Atenas. Tiempo libre y alojamiento.

QUINTO DÍA – MARTES 23 DE MAYO – ELEUSIS

Desayuno y viaje a Eleusis, que está a pocos kilómetros de la capital griega.

En esta pequeña, a la vez que significativa y energéticamente potente localidad, visitaremos el Santuario de Eleusis, gran emplazamiento ceremonial donde, desde el 1600 antes de nuestra era hasta el 392 de la era actual y sin interrupción alguna, se celebraron los Misterios Eleusinos. En el recinto del santuario, se encuentra el lugar donde se dice que Perséfone bajó al inframundo, y donde su madre Deméter esperó pacientemente su vuelta. Tendremos la oportunidad de comunicarnos con ellas en este lugar emblemático, habitualmente excluido de las rutas turísticas y, por lo tanto, especialmente idóneo para la conexión interior y la inspiración derivada de ella.

Regreso a Atenas. Tiempo libre. Alojamiento

SEXTO DÍA –MIÉRCOLES 24 DE MAYO – ATENAS – MADRID

Desayuno, tiempo libre y traslado al aeropuerto, para tomar el vuelo de regreso a Madrid. Fin del viaje.

ORGANIZADORA Y GUÍA DEL VIAJE:

María Ávalon

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Psicología y psicoterapia

Individualización Psicológica y Alquimia del ser

Registros Akáshicos y Cuerpo Ka

Astrología y Kabalah Evolutivas

Oráculos y Numerología

Cosmología Maya Individual

Elixires alquímicos

Técnicas espirituales de sanación y salud

Espiritualidad femenina

Arte espiritual y simbólico

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3 enero, 2023
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VIAJE AKÁSHICO A LA EDAD DORADA DE EGIPTO

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VIAJE AKÁSHICO A LA EDAD DORADA DE EGIPTO
UNA RECONEXIÓN CON LOS MISTERIOS ALQUÍMICOS DE TU SER

El Antiguo Egipto, todavía lleno de misterios por descubrir y conocer, es un marco geográfico y energético perfecto para convertirnos en sanador@s, mag@s y alquimistas. También para recordar que ya lo somos.

Son muchas las energías con las que las gentes del Egipto Antiguo, procedentes de Lemuria y Atlantis, colaboraban para lograr esos propósitos. Todas ellas, imbuidas de espíritu, estaban también dotadas de una determinada frecuencia vibratoria, un grado de consciencia específico, una inteligencia y una función vital concretas, todo ello necesario no sólo para crear y hacer pervivir la fuerza vital, sino también para contribuir al autoconocimiento y el desarrollo de la especie humana, que además de terrena es también divina y cósmica. 

Unas de esas energías egipcias, imbuidas de espíritu, dotadas de inteligencia y con una función vital concreta, son los neteru. Esas divinidades, son las que nos acompañan y guían en este viaje iniciático, sagrado y alquímico al interior del corazón, donde de manera permanente arde la llama del Egipto Interior, ayudándonos a reconocer lo que en realidad somos y mostrándonos la forma de manifestarlo en el mundo.  

Cada uno de los neteru con los que laboramos en estas enseñanzas, te ayudará a avanzar un paso por el camino de los Sagrados y Alquímicos Misterios del Antiguo Egipto, esos en los que much@s de nosotr@s ya fuimos iniciad@s durante una o más de nuestras vidas pasadas allí, en el Egipto físico de aquellos tiempos, y que ahora están de nuevo disponibles, tanto para quienes estuvimos encarnad@s en esas poderosas y revitalizadoras tierras, como para quienes no tuvieron esa experiencia. Cada neter/netert, con sus características, particularidades, energía, inteligencia, códigos, frecuencias y función vital, permite ahondar de una forma diferente en el propio interior, y proporciona una visión particular de un@ mism@, ayudándonos a conocernos de una forma más profunda y clara, especialmente en lo relativo a las cualidades, talentos y habilidades con las que contamos para estar en la vida humana en esta ocasión, los propósitos que hemos venido a realizar, las experiencias que hemos venido a vivir, las situaciones y las relaciones con las que más probablemente nos vamos a encontrar, etc.

Este viaje alquímico, está dividido en cinco etapas. El recorrido completo para llevar a buen puerto este sagrado viaje interior, que también tendrá amplias y espléndidas repercusiones en el exterior, es el siguiente:

PROGRAMA

PRIMERA PARTE DEL VIAJE

L@S SAGRAD@S NETERU DEL ANTIGUO EGIPTO: ARQUETIPOS PARA REACTIVAR Y FORTALECER EL PODER SANADOR DEL CORAZÓN

SEGUNDA PARTE DEL VIAJE

LOS CUATRO ELEMENTOS COMO HERRAMIENTAS PARA LA MANIFESTACIÓN:
⦁ Sagrado Elemento Arquetípico Agua
⦁ Sagrado Elemento Arquetípico Tierra
⦁ Sagrado Elemento Arquetípico Fuego
⦁ Sagrado Elemento Arquetípico Aire

ACTIVACIÓN DE LOS CUATRO ELEMENTOS

MEDITACIONES PARA ACTIVAR LAS SAGRADAS ENERGÍAS ARQUETÍPICAS ELEMENTALES:
⦁ El Agua
⦁ La Tierra
⦁ El Fuego
⦁ El Aire

TERCERA PARTE DEL VIAJE

ACTIVACIÓN DE LOS CUERPOS FÍSICOS Y SUTILES EGIPCIOS

CUARTA PARTE DEL VIAJE

MEDITACIONES Y ACTIVACIONES PREVIAS

QUINTA PARTE DEL VIAJE

LA PALOMA

LOS TEMPLOS DE L@S SAGRAD@S NETERU

INICIACIÓN CON LOS NETERU EN LOS SAGRADOS Y ALQUÍMICOS MISTERIOS EGIPCIOS, PARA REACTIVAR Y FORTALECER EL PODER SANADOR Y TRANSMUTADOR DEL CORAZÓN

DURACIÓN DEL VIAJE: Este viaje akáshico online, consta de un total de ocho jornadas, de tres horas de duración cada una, y será realizado vía Zoom en las siguientes fechas de 2023:

FECHAS: Los cuatro fines de semana de marzo:

Sábado 4 y Domingo 5
Sábado 11 y Domingo 12
Sábado 18 y Domingo 19
Sábado 25 y Domingo 26

HORARIO: De 16 a 19 horas (horario de la Península Ibérica)

PRECIO DEL VIAJE: 250 €. Este importe incluye, además de las clases presenciales online, un amplio manual, con toda la información teórica y las meditaciones de acceso a cada jornada y lugar de visita en Egipto, a través del espacio akáshico.

ORGANIZADORA Y GUÍA DEL VIAJE:

María Ávalon

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(C) María Ávalon – Martes, 3 de enero de 2023 – Esta información está protegida por las Leyes Universales, que colman de bendiciones a quienes las respetamos. Amén y gracias infinitas.

2 enero, 2023
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VIAJES A ÁVALON 2023

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MISTERIOS ALQUÍMICOS DE ÁVALON
UN VIAJE SAGRADO AL CENTRO DE TU SER
AÑO 2023

LITHA: Solsticio de Verano: Del 19 al 24 de junio
MABON: Equinoccio de Otoño: Del 21 al 26 de septiembre

ÁVALON – LA TIERRA DE LA DIOSA, LAS HADAS Y LA ALQUIMIA DEL CORAZÓN

Avalon es una tierra sagrada, alquímica y energéticamente muy poderosa. Glastonbury, en el suroeste de Inglaterra, es su correspondencia en el plano físico, además de uno de los puntos de conexión con la chacra corazón de la Tierra, siendo también un espacio de encuentro de varias de las líneas ley que recorren el planeta y lo mantienen dentro de la malla de vida que lo rodea, por la que de forma permanente se mueve la energía kundalini, la fuerza vital presente en tod@s y en todo que, a la vez, es también la energía de la galaxia, del cosmos y de la Fuente Divina y Cósmica de la Existencia.

Son muchas las confluencias energéticas, espirituales, terrenas y cósmicas que se dan cita en Avalon, una ciudad de luz de quinta dimensión, a través de la cual podemos acceder a las frecuencias y códigos de esa dimensión y, según el estado de evolución de cada un@, de otras aún más elevadas, energéticamente hablando. Con acceder me refiero a conectar y reconectar, mientras estamos dentro del actual vehículo terrestre y viviendo las experiencias escogidas para esta ocasión.

Varias son las culturas y humanidades relacionadas con Avalon: polar, hiperbórea, muana, lemuriana, atlante., neolítica, celta… Todas y cada una de ellas dejó su huella y su legado para que, cuando llegara el momentum preciso, todo el conocimiento para la transformación, la evolución y el constante avance del ser humano, que también es divino y cósmico, fuera puesto de nuevo sobre la mesa y alumbrado por la luz de la conciencia.

Cuando en muchos otros lugares del planeta, el culto a la Diosa y la energía femenina de la Fuente, fue eliminado de la vida cotidiana de los pueblos, en Ávalon se mantuvo vivo y, de unos años a esta parte, comenzó a hacerse más potente que siempre. La Dama de Ávalon, deidad femenina propia de estas tierras, aunque con muchos puntos en común con las de otros parajes, mantuvo activa y operativa su presencia, especialmente a través de su Sagrada Rueda de la Vida, que nos reconecta con los ciclos de la Madre Tierra, mas también con los del Sol y la Luna, las dos luminarias que, de forma especial, influyen en, y nutren, la vida humana y terrestre, todo ello entrelazado en una bella danza que se desarrolla y despliega a lo largo y ancho de los años, en un baile eterno que no tiene principio ni tampoco tendrá final.

Además de como Isla de la Diosa y de las mujeres, desde luego también de los hombres, es posible que, para un gran número de personas, las referencias más conocidas de Ávalon sean Excalibur, el sabio y mago druida Merlín, Morgana, Arturo y Ginebra, Camelot, los caballeros de la Tabla Redonda y su búsqueda del Grial.

En relación con la Sagrada Copa, cuyo origen es muy antiguo y, antes de estar relacionada con Jeshua de Nazaret, lo estaba con la Diosa y su Santo Cáliz, matrices energéticas y electromagnéticas mucho más que objetos físicos, también nos encontramos en Ávalon con las enseñanzas de Christos-Sophia, que fueron llevadas allí por Myriam de Betania, José de Arimatea, la Madre María, la abuela Ana y much@s otr@s parientes del linaje al que pertenece el Maestro del Amor y la Paz, quien igualmente visitó aquellas tierras numerosas veces, en su juventud más temprana y también después. El vínculo entre las enseñanzas crísticas, celtas y druidas es muy profundo. El mismo Jeshua y su tío materno José de Arimatea, por citar sólo dos ejemplos, fueron destacados Archidruidas y unificadores de ambas sabidurías y tecnologías energético-espirituales, que permanecieron guardadas y custodiadas en el Arca de la Alianza que la Isla de Cristal es, de la quinta dimensión en adelante para que ahora, en el tiempo del nuevo ser humano, un ser que también es divino, cósmico y galáctico, abriera su tapa y mostrara, en todo su esplendor, los maravillosos secretos y regalos que forman parte de nuestro ADN real, ese que esta esperando a ser expresado en la vida terrena, para el más alto beneficio de todos los seres que formamos parte de la Vida Una.

Ávalon es también una puerta estelar, a través de la cual es posible establecer contacto y comunicación con nuestr@s herman@s de otros planetas y estrellas, especialmente de las Pléyades, como yo misma he experimentado, aunque también de otras gracias a que, tanto en el paisaje terreno como de forma etérea, la Isla de las Manzanas está rodeada y soportada por un templo sagrado, conocido como Zodíaco de Glastonbury, a través del cual se realiza esa conexión.

Agartha y todas sus ciudades del interior de la Tierra, repartidas por todo el planeta, también pueden ser visitadas desde Ávalon, siempre y cuando sus habitantes lo permitan y nosotr@s nos encontremos en la vibración y la frecuencia energéticas adecuadas.

Por último, y con la misma relevancia que todo lo anterior, Ávalon es también una puerta de entrada al maravilloso y sagrado mundo de las Hadas, las Morgens, las Damas del Lago, los Elfos… y, a través de todos estos espléndidos y elevados seres, tan reales como nosotr@s, una oportunidad para adentrarnos en sus bosques mágicos, en sus huertas llenas de manzanos, en sus sagradas y sanadoras aguas, reencontrándonos con árboles milenarios y paisajes llenos de vegetación, reconectando así con la prístina, fértil, abundante y exuberante belleza del planeta en el que habitamos, cuidado y custodiado, desde hace miles de años, por los seres elementales que llegaron a la Tierra antes que l@s human@s, con el propósito de prepararla y acondicionarla para nosotr@s, una tarea en la que hemos de colaborar con ellos, para que sólo se ocupen de su parte y no también de la nuestra, como hasta ahora tuvieron que hacer.

Gracias a todo lo mencionado, recorrer todos los lugares que forman parte de Ávalon, transforma y potencia nuestra energía, llevándonos hacia la alquimia y la sabiduría del corazón, hacia la reconexión con la energía femenina, la sanación, la transformación y la evolución constantes, haciendo posible el diseño y la creación de una vida más plena, coherente, consciente, amorosa, sabia y próspera, primero y sobre todo por dentro, para que después pueda manifestarse por fuera.

En cada jornada de comunicación con Ávalon y todo cuanto representa, estaremos en distintos lugares de la Isla de Cristal y sus alrededores, recordando la procedencia y la historia de todas las energías que se dan cita en ella. También realizaremos meditaciones, conexiones energéticas y actualizaciones de nuestro código genético, liberando y dejando ir con amor todo lo que sea necesario para que, al regresar a nuestro lugar de origen, podamos desplegar, desarrollar y materializar todo cuanto hayamos sembrado en sus fértiles y siempre abundantes tierras, en las que los vientos del invierno nunca soplan y siempre reina la colorida y exuberante primavera.

Forman parte del itinerario lugares emblemáticos de la Isla de Cristal y de la Diosa como, por ejemplo:

⦁ Jardín de Modron, del Cáliz y de las Hadas
⦁ Fuente de aguas rojas
⦁ Fuente de aguas blancas
⦁ Iglesia de San Juan Bautista y José de Arimatea
⦁ Laberinto
⦁ Capilla de Myriam de Betania

⦁ Círculo de piedras de Stonehenge
⦁ Colina de Cadbury
⦁ Círculo de piedras de Stanton Drew

⦁ Círculo de piedras de Avebury Henge
⦁ Silbury Hill
⦁ West Kennet Long Barrow
⦁ Cueva de la Abuela Araña

Si quieres conocer los detalles de estos viajes, puedes escribirme al correo: vesica.piscis.tours@gmail.com y te enviaré el PDF con toda la información.

ORGANIZADORA Y GUÍA DEL VIAJE:

María Ávalon

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(C) María Ávalon – Lunes, 2 de enero de 2023 – Esta información está protegida por las Leyes Universales, que colman de bendiciones a quienes las respetamos. Amén y gracias infinitas.

2 enero, 2023
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TALLER DE PINTURA CANALIZADA

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TALLER DE PINTURA CANALIZADA

El propósito principal de este taller, es enseñarte a conectar con las dimensiones superiores de la existencia, canalizando su guía, sus mensajes y sus frecuencias energéticas a través del arte.

La creatividad y la capacidad artística, están presentes en todos los seres humanos, si bien no suele estar muy desarrollada en la mayoría de las personas, por el énfasis que la educación y la cultura pusieron hasta ahora en el intelecto y la razón, considerando de menor importancia el arte, erróneamente tomado como un asunto menos trascendente que lo intelectual, si bien, tal como yo lo pienso y lo siento, los dos ámbitos son significativos y merecen ser reconocidos y expresados.

Y si el arte no fue considerado un talento a potenciar y expresar, igual sucedió con el ámbito de la canalización que, aun hoy, todavía no está reconocido como el componente de nuestro código genético que es. Un código genético que nos fue entregado para la vida aquí, en el espacio y el tiempo de la Tierra, para que lo usemos en nuestro beneficio y, por extensión, en beneficio de quienes nos rodean y de todo cuanto existe.

Gracias a este Taller de Pintura Canalizada, en el que practicarás con ambos dones: la pintura y la canalización, contarás con tu propio medio para conectar con lo superior, y con tu propia manera de recibir guía y orientación de ese campo cuántico y multidimensional que está por todas partes, usando tus obras como puertas de entrada a las dimensiones superiores de la Existencia, y recibiendo de ellas cuanto necesites para tu caminar terrestre.
Para lograrlo, realizaremos este recorrido, que no requiere experiencia previa:

CANALIZACIÓN Y ARTE

⦁ ¿Qué es canalizar?
⦁ ¿Qué significa ser canal?
⦁ Cualidades necesarias para canalizar
⦁ Formas de canalizar
⦁ Fases del proceso de canalización
⦁ El arte y la conexión con las dimensiones superiores

EL CANAL DE CONEXIÓN CON LO SUPERIOR Y EL ANTAHKARANA

⦁ El canal de conexión con lo superior
⦁ Meditación para abrir y activar el canal de conexión con lo superior
⦁ El Antahkarana

ANAHATA: LA CHACRA DEL CORAZÓN

⦁ Anahata
⦁ Síntesis de Anahata
⦁ Color de Anahata
⦁ Manifestación de Anahata en los distintos cuerpos:
⦁ Físico
⦁ Emocional
⦁ Mental
⦁ Los estados mentales de Anahata
⦁ Meditación para reactivar, regenerar y potenciar Anahata
⦁ Meditación para activar el Amor Incondicional Mahatma

AJNA: LA CHACRA DEL TERCER OJO

⦁ Ajna
⦁ Síntesis de Ajna
⦁ Color de Ajna
⦁ Manifestación de Ajna en los distintos cuerpos:
⦁ Físico
⦁ Emocional
⦁ Mental
⦁ Los estados mentales y Ajna
⦁ Meditación para reactivar, regenerar y potenciar Ajna

SAHASRARA: LA CHACRA DE LA CORONA

⦁ Sahasrara
⦁ Síntesis de Sahasrara
⦁ Color de Sahasrara
⦁ Manifestación de Sahasrara en los distintos cuerpos:
⦁ Físico
⦁ Emocional
⦁ Mental
⦁ Los estados mentales y Sahasrara
⦁ Meditación para reactivar, regenerar y potenciar Sahasrara

PRÁCTICAS DE PINTURA Y CANALIZACIÓN EN LAS DOS CLASES, CON EL MATERIAL QUE TÚ PREFIERAS: ACUARELAS, ROTULADORES, LÁPICES DE COLORES, CERAS…

DURACIÓN DEL TALLER: Esta formación consta de un total de dos clases, que serán impartidas en un fin de semana: cuatro horas el sábado y cuatro horas el domingo. El total de horas lectivas será 8. Las clases se realizarán por vídeo conferencia a través de la plataforma Zoom.

PRÓXIMA FECHA: Sábado 11 y domingo 12 de febrero de 2023
HORARIO: De 16 a 20 horas (Iberia peninsular)

VALOR DEL CURSO: 120 €. Este importe, además de las clases presenciales por vídeo conferencia, incluye un completo archivo PDF con las lecciones teóricas.

IMPARTE EL TALLER:

María Ávalon
Psicóloga Colegiada M-02604

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Viajes Sagrados y Conscientes

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(C) María Ávalon (2 de enero de 2023) – Esta información está protegida por las Leyes Universales, que colman de bendiciones a quienes las respetamos.

22 diciembre, 2022
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YULE 2022 – SOLSTICIO DE INVIERNO

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YULE 2022 – SOLSTICIO DE INVIERNO

LA SAGRADA RUEDA DEL AÑO DE LA DAMA DE AVALON Y LAS MORGENS

La Sagrada Rueda del Año de la Dama de Avalon y las Morgens, está dividida en ocho festividades solares, todas ellas relacionadas con el flujo natural de las estaciones y los acontecimientos astronómicos relacionados con ellas. Como es arriba, así es abajo. Como es abajo, así es arriba. Estas celebraciones suelen describirse como ocho partes de esa rueda, una imagen muy útil para recordarnos el continuo suceder de la vida, el ciclo sin principio ni final que ésta es. Aunque celebremos cada doce meses la marcha de un año y la llegada del siguiente, en realidad, el año ni empieza ni acaba, como la energía y la vida, aunque diferentes tradiciones culturales hayan determinado uno o dos días para llamarlos Año Nuevo. Sin embargo, como este ciclo vital tiene en cuenta los ritmos de la naturaleza, más que las fechas de los calendarios, los comienzos y los fines de cada año se consideran parte de las festividades, y también están vinculados entre sí.

Esas festividades, los Ocho Días Sagrados de la Sagrada Rueda del Año de Nolava y las Morgens, son una mezcla de acontecimientos solares: solsticios y equinoccios, y festividades del fuego originarias de las culturas celta, británica y nórdica que, si nos vamos más hacia atrás en el tiempo, se remontan a épocas y humanidades aún más antiguas, como la hiperbórea y la polar, antecesoras de Mu, Lemuria, Atlántida y las actuales.

                                                                  Las cuatro festividades solares tienen lugar durante el día que marca el acontecimiento astronómico y astrológico de que se trate: Yule, el día más breve o Solsticio de Invierno, generalmente el 20 o 21 de diciembre; Litha, el día más largo o Solsticio de Verano: el 20 o 21 de junio; Oestre, el Equinoccio Vernal, el 20 o 21 de marzo y Mabon, el Equinoccio de Otoño, el 20 o 21 de septiembre.
                                                                  Y entre estas celebraciones solares, se intercalan otras cuatro festividades del fuego, así llamadas por la costumbre de encender hogueras en esas fechas. Todas ellas suceden a la mitad del equinoccio o solsticio que las precede y así tenemos que Imbolc se celebra a comienzos de febrero, cuando aparecen los primeros copos de nieve; Beltane, o Día de Mayo, tiene lugar el 1 de mayo, o cuando aparece la Flor de Mayo; Teltane/Lughnasadh/Lammas, llega a comienzos de agosto, con la cosecha de granos y Samhain, la fiesta de l@s ancestr@s, se festeja entre el último día de octubre y el primero de noviembre que, para los pueblos celtas y británicos antiguos, era el día de Año Nuevo.
                                                                  En cada festividad de la sagrada rueda del año de Nolava y las Morgens, nos encontramos con una manifestación de la Dama de Avalon y una Morgen. Igualmente, y no obstante ser esos ocho días sagrados acontecimientos relacionados con el Sol, también hay eventos lunares en sus inmediaciones. Se trata de los Novilunios y los Plenilunios, dado el estrecho vínculo existente entre el Sol, la Luna y la Tierra a lo largo y ancho de la rueda de la vida.
                                                                  En Yule, el norte de esa sagrada rueda, nos encontramos con Nolava de Aire, la Vieja Mujer Invierno, Cailleach y Morgen Tyronoe.

YULE: EL SOLSTICIO DE INVIERNO

                                                                  Yule, en la tradición celta, Solsticio de Invierno para las demás, toma su nombre de un término nórdico que significa rueda. A partir de la alineación de varios monumentos prehistóricos de piedra encontrados en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda, además de otros lugares del planeta, parece claro que nuestr@s antepasad@s consideraban que el Solsticio de Invierno era un componente fundamental de sus ritos anuales. Muchos de esos pueblos antiguos situaron el nacimiento de un avatar precisamente en esa fecha, como por ejemplo Krishna, Quetzalcoatl, Osiris, Tammuz y Jesús. Por registros de esa época, sabemos que ya se celebraba este acontecimiento astronómico y astrológico en el siglo IV de nuestra era, en el que la iglesia católica declaró el 25 de diciembre como la fecha de nacimiento de Jesús el Cristo, con la intención de persuadir a quienes comenzaban a practicar el cristianismo, de participar en la festividad pagana invernal más antigua y conmemoraran, en cambio, la natividad del Niño Divino.
                                                                  Durante el día más corto del año, el 24 de diciembre, hay más horas de oscuridad que de la luz. Sin embargo, al mismo tiempo, las horas de luz comienzan a extenderse a partir de ese momento, así que el Sol vuelve a renacer, aunque todavía lo haga muy tímidamente. En algunas regiones del mundo, el solsticio de invierno recibe el nombre de Regreso Solar, para enfatizar así la promesa de días más luminosos que representa este acontecimiento astronómico que, como todas las festividades de la rueda anual, también tiene implicaciones físicas, psicológicas, energéticas, emocionales y espirituales. A pesar de que en ese momento las energías solares están mermadas, Yule es una festividad de luz, esperanza y promesa. Es una época del año en la que muchas personas echan en falta la luz y el calor externos, por lo que se reúnen para iluminar las largas noches invernales y compartirlas con sus semejantes al calor de una hoguera. Algunas personas incluso, como los osos, necesitan hibernar durante esta estación, para penetrar de forma profunda en las zonas más desconocidas de su ser, para buscar y encontrar el rico e inmenso potencial que su interior alberga.
                                                                  En general, para quienes nos ocupamos de estar en armonía con el ciclo de las estaciones, aun viviendo en una ciudad, podemos aprovechar la energía de Yule y de todo el invierno para meditar, profundizar en, y desarrollar, nuestro potencial creativo, tomando también nota de nuestros sueños, que en esta época del año suelen ser más explicitos, ricos y vívidos. También es un tiempo adecuado para prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor, observando también el viaje de la Luna, las estrellas y los planetas por la esfera celeste a lo largo de toda la estación.
                                                                  Yule es también un recordatorio de que, a pesar de la oscuridad del invierno y de determinadas épocas de la vida, la luz del sol es tan potente y firme, que siempre vuelve a salir y brillar, pase lo que pase.

EL SOLSTICIO DE INVIERNO Y EL SIGNO ASTROLÓGICO DE CAPRICORNIO

                                                                      Los solsticios son las épocas del año en que la duración de los días y las noches es diferente. Están siempre relacionados con acontecimientos astronómicos y, cada uno de ellos va precedido por un equinoccio, un período de tiempo durante el cual la duración del día: luz y de la noche: oscuridad, están igualadas. El solsticio de invierno va después del equinoccio de otoño, el período del año en que la luz empieza a decrecer y va tomando más fuerza la oscuridad, preparándonos así para la llegada del frío invierno, un frío que no es yermo sino fértil, porque durante este tiempo, las semillas permanecen bien guarecidas en el interior de la tierra y alimentadas por su calor, esperando que el sol de la primavera las alumbre de nuevo para crecer y, llegado el momento oportuno, dar frutos.
                                                                  Hay dos días en el año opuestos en cuanto a la duración de la luz solar. Uno es el 24 de junio y el otro el 24 de diciembre. El primero de ellos, recién entrado el solsticio de verano, coincide con el signo de Cáncer, la puerta por la que el alma entra a la encarnación, y es el día más largo del año. El segundo, recién estrenado el solsticio de invierno, coincide con el signo de Capricornio, la puerta a través de la cual el alma pasa a la vida del espíritu, y es el día más corto. Por lo tanto, a partir del 24 de junio la luz empieza a mermar, aunque el cambio es tan leve que apenas lo notamos, como tampoco notamos que empieza a crecer de nuevo a partir del 24 de diciembre. Cáncer y Capricornio pertenecen a la Cruz Cardinal. Son dos signos opuestos en la rueda del zodíaco y forman un eje, al igual que lo hacen los dos solsticios con los que están relacionados, y que dividen el año en dos períodos de seis meses cada uno, entre medias de los cuales tienen lugar los dos equinoccios que completan la rueda de las estaciones: el de primavera y el de verano.
                                                                  Además de estas relaciones y significados, los solsticios son también potentes portales energéticos, que podemos aprovechar no sólo para sintonizar con ese momento astronómico y astrológico particular de la rueda del año, sino también alinearnos con las energías que, a partir de su ocurrencia y durante toda la estación para la que nacen, están disponibles para nuestra vida, nuestro crecimiento y nuestra evolución, interiores y exteriores.

CAPRICORNIO Y EL NACIMIENTO DEL NIÑO DIVINO

                                                                  El Niño Divino, el Sol que comienza a crecer y hacerse más fuerte a partir del solsticio invernal, tras nacer de una Virgen, es decir, iniciando su ascenso en el cielo desde la constelación de Virgo, es la semilla del Cristo Cósmico, del Logos Solar, que anida en nuestros corazones, y que tod@s estamos llamad@s a expresar. Esa semilla divina y cósmica eterna, plena de Luz, Sabiduría, Alegría y Amor, está a la espera de ser reconocida, aceptada, honrada, materializada y expresada en el mundo, para el más alto beneficio y el mayor bien de la Vida en todas partes, comenzando por el nuestro propio. El signo de Capricornio es, precisamente, el lugar de la Rueda Zodiacal donde el humilde y pequeño grano ahí depositado crece, se transmuta y se transfigura para convertirse, llegado el momento oportuno, en un amante y fiel servidor de la humanidad.
                                                                  La Rueda del Zodíaco recoge y refleja la posición, en el cielo, de las doce constelaciones con las que está vinculado el sistema solar en el que la Tierra orbita. Todas ellas eran conocidas desde tiempos muy antiguos y desde entonces fueron tenidas en cuenta, estudiadas y utilizadas en la vida cotidiana por la práctica totalidad de pueblos y culturas. Los signos o linajes estelares zodiacales, como yo los llamo, no son las constelaciones, si bien están relacionados con ellas.
                                                                  En Caldea, Egipto, Mesopotamia, Grecia y Roma, por citar sólo unos pocos lugares, existieron grandes e importantes astrólog@s que, mediante la observación y el estudio atento del cielo que tenían sobre su cabeza, podían entender profundamente su influencia sobre la vida terrestre y, gracias a ello, sintonizar con las energías provenientes del Cosmos y actuar de acuerdo con ellas en la vida diaria, así como también en momentos y acontecimientos señalados de los ciclos vitales, tanto personales como colectivos. Actualmente, ese cielo ya no es el mismo del pasado y, como consecuencia, la posición de esas doce constelaciones también ha variado.
                                                                  Con el paso del tiempo y la cada vez mayor influencia de la iglesia católica de Roma, esa que erradicó, tergiversó y manipuló. la mayor parte de los conocimientos de sabiduría que, durante siglos, habían dirigido la vida en Egipto, Mesopotamia, Caldea y otros lugares de la cuenca mediterránea, sabiduría que el mismo Jeshua de Galilea conoció, practicó y expandió, muchas de las celebraciones astronómicas y astrológicas fueron intencionadamente sustituidas por otras, que comenzaron a presentar, y siguen haciéndolo, una visión muy diferente de la que hasta entonces había presidido la vida de las gentes, y había sido transmitida de generación en generación.
                                                                  En verdad, Jeshua, una de las encarnaciones del Cristo Cósmico, ni la primera ni la última ni la única, no nació el 25 de diciembre. En aquél momento del tiempo, el calendario gregoriano ni siquiera existía. Pero sí existían celebraciones estacionales y de otro tipo, ya que los pueblos antiguos eran muy conscientes del papel que la naturaleza terrestre y celeste ejercía en sus vidas, en las cosechas, en los nacimientos, en las transacciones económicas, etc. Una de esas festividades era, precisamente, el Solsticio de Invierno, que sucedía, y lo sigue haciendo, mientras el signo de Capricornio está vigente.
                                                               Tanto el crecimiento de la luz solar como de las semillas que sembramos en la tierra y en nosotr@s mism@s, no se produce de un día para otro sino que requieren de tiempo, cuidados, dedicación, paciencia, entrega y perseverancia, cualidades todas ellas muy ligadas al signo de la cabra y que la energía del invierno nos ayuda a implementar, preparándonos para el renacimiento que tendrá lugar en la primavera y para que, progresivamente a lo largo de toda la encarnación, desarrollemos esa semilla crística que anida en nuestro ser y nos convirtamos, en el momento oportuno, en encarnaciones terrenas de eso que yo llamo la Conciencia Cósmica de Christos-Sophia, la unión perfecta del Logos y la Sabiduría, de la que Jeshua de Nazaret y Myriam de Betania son los ejemplos más cercanos a nosotr@s en el tiempo, si bien no los únicos ni los últimos. Cuando un ser humano es consciente de, y comienza a reconocer y manifestar en su vida dicha consciencia unificada, se convierte en un ser Cristo-Magdalena.

YULE 2022– SOLSTICIO DE INVIERNO

                                                                  Yule 2022, junto con la energía y las bendiciones de Nolava de Aire, la Vieja Mujer Invierno, Cailleach y Tyronoe, llegarán hasta nosotr@s el miércoles 21 de diciembre, a las 22:48 horas de España peninsular. Este año hay una particularidad añadida a este acontecimiento astronómico, astrolóico y de la Rueda del Año: es el número 10, contando desde el 21 de diciembre de 2012, cuando terminó la Cuenta Larga del calendario Maya y comenzó una nueva vuelta/época, por la que ya llevamos caminando ese número de años, así tenemos un motivo más de celebración, además del propio solsticio, que siempre es un momento trascendental, como también lo son el resto de las festividades estacionales, además de las intermedias, puesto que todas potencian nuestra conexión con nosotr@s mism@s y con la Vida, una y la misma realidad manifestadas de maneras diferentes.
                                                                  Una forma sencilla y poderosa de celebrar este momento de la rueda del año, es conectar con la energía nutricia y revitalizadora del invierno, así como también con el renacimiento del sol que, invencible, sigue existiendo por los siglos de los siglos, alumbrando nuestra vida y enviando sus códigos de luz a todo cuanto gira y se mueve alrededor de él, pulsando con los códigos de luz solar que están dentro del alma, del corazón y del ADN-ARN humanos.
                                                                  El nacimiento del Niño Divino/Sol es una manifestación del regreso de la luz solar que, por muchas y profundas que hayan sido las noches y las tinieblas, siempre vuelve. Cada amanecer, después de reposar en el seno de la Tierra, el sol aparece de nuevo en el horizonte, para que podamos seguir nutriéndonos, calentándonos y alumbrándonos con su luz, que también es la nuestra. Eso mismo es precisamente lo que sucede durante el invierno, así que podemos aprovechar el viaje de nuestro sol interior hacia las profundidades de nuestro ser, para cuidar nuestras semillas, mantenerlas nutridas y calientes, reconfortadas y reposadas en nuestra tierra profunda para que, al regreso de la primavera, se desplieguen de nuevo en toda su belleza, colorido y esplendor. Reflexionar sobre esto y tenerlo presente a lo largo del día del solsticio, y de toda la estación, es igualmente una forma de mantener viva y fuerte en nuestro interior, la energía invernal, tan necesaria como la de todas las demás estaciones.
                                                                  Ese Sol/Niño Divino es nuestro ser esencial, nuestro Ser Superior, que conecta a la personalidad terrestre con los planos internos y superiores de la existencia y de la conciencia, entendiendo por superior aquello que cuenta con una más profunda y elevada frecuencia vibratoria, con una energía de mayor calidad, es decir, más pura, genuina, amorosa, compasiva y luminosa, más conectada con eso que yo llamo la Fuente Divina y Cósmica de la Existencia, y que se encuentra tanto dentro de nosotr@s como en todo cuanto existe. Cuando somos conscientes y tenemos presente, cada momento del día, a ese ser esencial, pasamos de la consciencia de la personalidad terrena a la consciencia del ser divino, que es creadora, directora y guía de vida. Una guía de vida que tiene en cuenta la unidad de todo cuanto existe, manifestada en multiplicidad de formas.
                                                                  El estado niñ@ del ser mantiene intactas la creatividad, la pureza, la alegría, la inocencia, la naturalidad, la espontaneidad, el juego, la risa… Por eso, es necesario ser como niñ@s para obtener la llave del Reino de los Cielos, poder entrar en él y morar en sus luminosas y fértiles estancias durante toda la vida, a cualquier edad. Por muchos años cronológicos que ésta dure, siempre podemos seguir siendo niñ@s en nuestro corazón y nuestra alma. Siempre podemos conservar ese estado de pureza, inocencia y alegría, que nada tiene que ver con ser ingenu@s y dejarnos engañar o manipular. El Reino de los Cielos no es otra cosa que la esencia divina, cósmica, galáctica y humana que habita en el ser humano de carne, huesos, sangre y piel, el Grial eterno de amor, sabiduría, felicidad, poder interior, paz y luz, todas ellas cualidades que forman parte de nuestro ADN y que, para que sean operativas, hemos de reactivar con nuestra voluntad y acción personal diaria.
                                                                  Mientras tenemos en cuenta estas significaciones del Solsticio Invernal, podemos visualizar a Yule como un ser andrógino que, en su lado izquierdo, aparece con la forma de la Vieja Mujer Invierno, mientras que en el derecho se presenta como un Anciano de larga y frondosa barba blanca. Toda la figura está cubierta con una gruesa capa, y en la cabeza lleva un puntiagudo sombrero de color azul oscuro, como la noche, plagado de relucientes y bellas estrellas. En la mano izquierda porta un saco lleno de semillas de vida, así como también de chispas de luz de un nuevo sol, de una nueva estrella rutilante y tintineante. En la derecha lleva un hermoso cayado de madera labrada, con una esfera solar en la parte superior.
                                                                  Yule está en medio de un frondoso y nevado bosque, acompañado por Nolava de Aire, Cailleach y la Morgen Tyronoe. Tod@s caminan despacio y en silencio, en armoniosa compañía, dirigiéndose hacia tu corazón. Cuando sientas que ya han llegado, permite que pasen, dales la bienvenida y las gracias por aparecer de nuevo en tu vida, dejando que se acomoden en la cavidad sagrada de tu corazón, ahí donde está tu templo interior. Una vez acomodad@s en ese punto siempre ardiente de tu ser, activa la energía de Yule y del invierno con el poder de tu intención, para que permanezca viva durante toda la estación, haciendo su labor y recordándote que, tras esta fría época del año, las semillas germinarán y darán fruto de nuevo en la siguiente primavera, justo después de que las candelas de Imbolc empiecen a alumbrar de nuevo los cielos y la Tierra. Agradece todo por adelantado y permanece unos minutos en esta contemplación. Después, vuelve a tus asuntos cotidianos y, si te apetece, lleva una ofrenda de flores frescas a algún lugar de la naturaleza que esté cerca de tu casa, a un parque o a cualquier otro lugar que te parezca oportuno.
                                                                  Deseo de todo corazón que YULE 2022, Nolava de Aie, la Vieja Mujer Invierno, Cailleach y Tyronoe, así como también el Niño Divino/Sol, guíen e iluminen nuestro camino durante todos y cada uno de los días de esta estación, inspirándonos y fortaleciéndonos con su infinito amor, sabiduría, alegría y paz, a la vez que depositan sobre nuestro corazón, alma y espíritu, todas sus bendiciones. Bendit@s sean también tod@s Ell@s. ¡AWEN, AWEN, AWEN! ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!

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27 julio, 2022
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

TELTANE/LAMMAS/LUGHNASADH 2022

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TELTANE/LAMMAS/LUGHNASADH 2022

LA SAGRADA RUEDA DEL AÑO DE LA DAMA DE AVALON Y LAS NUEVE MORGENS

La Sagrada Rueda del Año de la Dama de Avalon y las Nueve Morgens, está dividida en ocho festividades solares, todas ellas relacionadas con el flujo natural de las estaciones y los acontecimientos astronómicos y astrológicos relacionados con ellas. Estas celebraciones suelen describirse como los ocho rayos de una rueda, una imagen muy útil para recordarnos el continuo suceder de la vida, el ciclo sin principio ni final que ésta es. Aunque celebremos cada doce meses la marcha de un año y la llegada del siguiente, en realidad, el año ni empieza ni acaba, como la energía, aunque diferentes tradiciones culturales han determinado uno o dos días para llamarlos Año Nuevo. Sin embargo, como el ciclo tiene en cuenta los ritmos de la naturaleza, más que las fechas del calendario gregoriano, los comienzos y los fines de cada año se consideran parte de las festividades y también están vinculados entre sí.

Esas festividades: los Ocho Días Sagrados de la Sagrada Rueda del Año de la Diosa y las Nueve Morgens, son una mezcla de acontecimientos solares: solsticios y equinoccios, y festividades del fuego originarias de las culturas celta, británica y nórdica que, si nos vamos más hacia atrás en el tiempo, vemos que se remontan a épocas y pueblos aún más antiguos, como el egipcio, babilónico, mesopotámico, griego… Las cuatro festividades solares tienen lugar durante el día que marca el acontecimiento astronómico y astrológico de que se trate: Yule, el día más breve o solsticio de invierno, generalmente el 20 o 21 de diciembre; Litha, el día más largo o solsticio de verano: el 20 o 21 de junio; Oestre, el equinoccio vernal, el 20 o 21 de marzo y Mabon, el equinoccio de otoño, el 20 o 21 de septiembre. Y entre estas celebraciones solares, se intercalan otras cuatro festividades del fuego, así llamadas por la costumbre de encender hogueras en esas fechas. Todas ellas suceden a la mitad del equinoccio o solsticio que las precede y así tenemos que Imbolc se celebra a comienzos de febrero, cuando aparecen los primeros copos de nieve; Beltaine, o Día de Mayo, tiene lugar el 1 de mayo, o cuando aparece la Flor de mayo; Teltane/Lammas/Lughnasadh, llega a comienzos de agosto, con la cosecha de granos y Samhain, la fiesta de l@s ancestr@s, se festeja entre el último día octubre y el primero de noviembre que, para los pueblos celtas y británicos de la antigüedad, era el primer día del año.

En cada una de estas festividades de la sagrada rueda del año de Nolava y las Morgens, podemos encontrarnos con una de las manifestaciones de la Dama de Avalon y con una de las Morgens, puesto que ellas eran, y siguen siendo, honradas y celebradas en esas fechas.

TELTANE/LAMMAS/LUGHNASADH: PAN DE MASA: EL FESTIVAL DE LA COSECHA DE GRANOS: 1 DE AGOSTO

Teltane/Lammas/Lughnasadh es una festividad tradicional de la cosecha de origen nórdico, británico y celta, que se celebra el 1 de agosto. Durante la época medieval, esta fiesta era conocida como Gule of August desconociéndose hasta ahora el significado del término gule, si bien algunas personas sugieren que esta palabra puede ser una anglicanización de gwyl aust, el vocablo galés para el 1 de agosto, cuyo significado literal es Fiesta de Agosto, proponiéndose un origen pagano y pre-cristiano de Teltane/Lammas/Lughnasadh entre los anglosajones, y una conexión con el festival gaélico de Lugnasad: Bodas de Lug, un dios celta del sol. En muchos lugares de Inglaterra, los agricultores arrendatarios estaban obligados a presentar el trigo fresco cosechado a sus señores, el primer día de agosto o el día previo, recibiendo por ello ese día el nombre de Fiesta de las primeras frutas. El término pagan@, precisamente tiene que ver con la tierra, ya que la palabra pago, se refiere a terrenos, nada que ver con el significado peyorativo que durante siglos se ha dado a las ceremonias y las celebraciones estacionales que nuestr@s antepasad@s rendían, al planeta Tierra y a Madre Gaia/Matrona/Shejiná, la conciencia y la esencia que está detrás de ella, como homenaje, reconocimiento y agradecimiento por sus constantes y múltiples bendiciones y regalos.

En el día de Teltane/Lammas/Lughnasadh, l@s cristian@s británic@s llevaban un pan a la iglesia, preparado con el trigo de la nueva cosecha, colocándolo sobre el altar a modo de ofrenda y agradecimiento por todo lo cosechado, así como también por todas las bendiciones que la Diosa proporcionaría en la siguiente cosecha.

Teltane/Lammas/Lughnasadh marca, como vemos, el comienzo de la cosecha de granos. Muchas tradiciones se vinculan con esta festividad, en particular las muñecas de maíz: figuras de pajas alusivas a la cosecha y la expulsión de las energías de baja vibración. Durante este período en el que el trigo se separa de la paja, podemos centrarnos en aquellos aspectos, actitudes, situaciones…, que hemos de dejar a un lado, permitiendo que otros nuevos puedan llegar. También podemos celebrar nuestra cosecha personal, lograda hasta ese momento y desde la festividad de Teltane/Lammas/Lughnasadh anterior. Igualmente, podemos aprovechar esta fecha de la rueda celta y británica del año, para pedir la bendición de una cosecha futura más próspera y abundante, además de agradecer profundamente todo lo ya recibido, el primer paso para conectar con la abundancia y ser bendecid@ por ella.

Teltane/Lammas/Lughnasadh es asimismo un momento excelente para compartir las bendiciones recibidas y asegurarnos de que la recompensa de la cosecha, nos gratificará por todo el trabajo realizado y nos preparará para seguir realizándolo, cada vez a un nivel más profundo, favoreciendo así una nueva recogida el año próximo. Esta festividad, que cuenta con precedentes y costumbres muy antiguos, nos recuerda que muchas de las ocupaciones e intereses de nuestr@s ancestr@s, continúan reflejándose en los nuestros de hoy. Es igualmente un momento ideal para recurrir a la prosperidad de la estación, conectar profundamente con ella y escuchar a los espíritus de la tierra, para que nos ayuden a encontrar la mejor manera de conectar con esa prosperidad, atraerla y manifestarla de manera material.

En Teltane/Lammas/Lughnasadh, el suroeste de la sagrada rueda de Nolava y las Morgens, nos encontramos con la Gran Madre Nolava, siendo Glitonea la Morgen que corresponde a este lugar y festividad.

CELEBRACIÓN DE TELTANE/LAMMAS/LUGHNASADH, LA FIESTA DE LAS COSECHAS Y DE LA ABUNDANCIA DE LA TIERRA

Antes de realizar esta celebración, nos prepararemos adecuadamente, acondicionando también el lugar escogido para llevarla a cabo.

En Teltane/Lammas/Lughnasadh, celebración estacional en la que honramos a la Gran Madre Nolava y a la Morgen Glitonea, conectamos especialmente con la abundancia, la prosperidad y la fertilidad de la Tierra, que se manifiestan a través de las cosechas y los frutos que durante estos días del verano comienzan a recogerse. Esos frutos cosechados son el resultado de una prolongada tarea, que comenzó con la elección de las semillas más idóneas para ser plantadas y con la preparación de la tierra para albergarlas. Continuó con la siembra propiamente dicha y siguió, a lo largo de todo el ciclo, con los cuidados necesarios para que las semillas arraigaran en el suelo fértil de Gaia y, posteriormente, comenzaran a crecer hasta convertirse en las plantas que, finalmente, darían esos frutos que durante la cosecha se recogen.

Más allá de las cosechas de la tierra, aunque sin apartarnos un solo milímetro de ellas, Teltane/Lammas/Lughanasdh tiene que ver con, y nos recuerda, la siembra y la recogida que cada un@ de nosotr@s lleva a cabo a lo largo de todo el año, o a lo largo de un período determinado dentro de él, o incluso en un momento puntual y concreto de la vida. Esa siembra no sólo se refiere a recursos y asuntos físicos. También puede ser una siembra mental, emocional, energética, espiritual, en las relaciones…, y en muchos otros aspectos de la vida humana. Cada siembra tendrá un resultado diferente, aunque el fruto, fuera del ámbito de la alimentación, a veces es lo menos importante. Es posible que, en ocasiones, parezca incluso que las semillas han caído en un terreno baldío y nada se ha obtenido de ellas. Sin embargo, la labor realizada, todo lo vivido y experimentado mientras se llevaba a cabo, todo lo recordado, entendido, reconocido, reactivado, disfrutado…, es ya un resultado en sí mismo, es ya un fruto recogido, aunque materialmente no se pueda apreciar ni concretar en algo visible. Alguien dijo una vez que lo importante no es la meta, sino el camino y el proceso que nos conduce hasta ella, y yo añado que, incluso si alguna vez perdemos de vista ese punto concreto hacia el que nos dirigimos, ese objetivo que al comienzo del camino nos parecía tan importante, siempre quedarán en nuestro granero personal la experiencia, la transformación, la metamorfosis y la evolución que, gracias a esa búsqueda, conseguimos y dejamos también sembrada en el granero universal, inseparable del individual.

Una buena costumbre, que nuestr@s ancestr@s llevaban a cabo, es sintonizarnos con los ciclos naturales de la Tierra y del Cosmos, integrándolos en lo cotidiano, y teniéndolos en cuenta como una parte central y esencial de la vida, vivamos en medio de la naturaleza o de una ciudad. Realmente lo son. Seamos o no conscientes de ello, todo lo que sucede en el planeta en el que habitamos nos influye, al igual que nosotr@s influimos en él. Todo lo terrestre está también influido por el resto de planetas que hay en el sistema solar en el que la Tierra orbita, por la galaxia en la que dicho sistema solar se encuentra y por todo el espacio cósmico que la rodea y que, lejos de estar vacío de vida, está completamente lleno de ella. Probablemente no una vida como la que hay aquí, en la Tierra, mas vida al fin y al cabo, moviéndose con una determinada frecuencia vibratoria y pulsando con una determinada conciencia.

Todas las estaciones de la rueda anual de la vida: primavera, verano, otoño e invierno, las festividades intermedias, las lunaciones, los eclipses, las salidas y las puestas del sol…, son acontecimientos que vivimos en la Tierra, si bien tienen su origen en el Cielo y en el espacio que hay alrededor del planeta. Como es arriba, así es abajo, reza una de las Leyes de la Creación Universal, de modo que, cuanto más alinead@s y sintonizad@s estemos con todo cuanto nos rodea, más podremos apreciar y utilizar a nuestro favor la energía de cada uno de los momentos en la Tierra y del Cosmos, honrándolos y honrándonos a la vez por ello.

Esto nos permitirá, al final de cada uno de los períodos importantes del año, hacer una recapitulación de todo lo sembrado y recogido durante esa época, así como también decidir cuáles son los ajustes oportunos para llegar a la siguiente estación con más conocimiento y certeza de a qué debemos dar prioridad y qué, en cambio, sería mejor que dejáramos en barbecho durante algún tiempo. Así, al llegar al final de esa rueda anual vital, al terminar el invierno y antes de comenzar la siguiente primavera, tendríamos una muy clara idea de nuestra labor a lo largo de todo el anillo, como llaman los mayas a los años. Haciendo esto año tras año, en cinco años por ejemplo, tendríamos una buena y suculenta lista de las semillas que hemos plantado y de las cosechas que hemos recogido gracias a su crecimiento y fructificación. De muchas de las semillas tal vez no veamos los frutos en la presente vida, si bien sabremos en lo más profundo de nuestro corazón y de nuestra alma, que hemos contribuido con ellas a hacer más próspero y abundante el Granero Universal, siendo esa misma sensación interna una buena recogida.

Esto es precisamente lo que haremos con la energía de la festividad de Teltane/Lammas/Lughnasadh: hacer un recuento de lo sembrado y de lo recogido hasta ahora desde la festividad de Teltane/Lammas/Ludghanasdh del año anterior. Daremos las gracias por todo, incluso por lo que todavía no ha dado frutos, y aceptaremos con amor que tal vez algunas de esas semillas se queden en lo profundo de la tierra, en vez de materializarse y ser visibles para nosotr@s.

Una labor importante de cualquier cosecha, es separar los frutos de los materiales que no servirán para el consumo y que, de algún modo, se modificarán para que puedan usarse de otra forma, o bien para fertilizar la tierra de nuevo de cara a la siguiente siembra. Igualmente vamos a realizar esta labor ahora, separando el trigo y la paja de nuestra persona y nuestra vida, con la intención de ver qué hemos de dejar a un lado, porque ya no tiene una función evolutiva en el momento presente, si bien es un magnífico fertilizante para las nuevas semillas que vamos a plantar y que, en el momento oportuno, darán paso a lo nuevo.

Esta separación del trigo y de la paja, esta criba que la energía virginiana tan bien sabe hacer, literal y metafórica, nos proporcionará una visión más equilibrada de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser, de lo que habremos de dejar marchar, para comenzar a construir lo que precisamos de aquí en adelante. Esa criba, análisis, discriminación y discernimiento, la aplicaremos tanto a actitudes, formas de pensar, ideas, conductas, relaciones, objetivos, proyectos…, como a cambios que sea necesario realizar en nuestro interior. Al fin y al cabo, todo lo exterior comienza siempre en el interior, de modo que para ver y vivir cosas nuevas, primero hemos de preparar nuestra tierra interior, favoreciendo así el crecimiento de las nuevas semillas que plantaremos en ese interior y que sin duda darán frutos en el exterior.

También vamos a celebrar en esta festividad, todas las bendiciones que hemos recibido desde la festividad de Teltane/Lammas/Lughnasadh anterior, materiales y no materiales, sintiéndonos gratificad@s y agradecid@s por ellas, y apreciando el regalo que suponen para nuestra metamorfosis y evolución, así como también todo lo aprendido, disfrutado, transmutado, modificado, amado, comprendido…, a lo largo y ancho de todo el tiempo transcurrido hasta ahora.

Esta festividad es, igualmente, un buen momento para recurrir a la prosperidad de la estación veraniega, con su luz y su calor, conectar profundamente con ella y escuchar a los espíritus de la naturaleza, para que nos ayuden a encontrar la mejor manera de hacer esa re-conexión y, después, materializarla en nuestra vida. Digo re-conexión porque la prosperidad y la abundancia de la Madre Tierra, también del Cosmos, siempre están ahí y no son otras que nuestras propias prosperidad y abundancia material naturales, esas que nos corresponden como chispas divinas que somos y que hemos venido a encarnar y materializar aquí, en este plano terrestre, mientras viajamos y avanzamos por la Vida en esta ocasión. De modo que, como ya están ahí, desde siempre y para siempre, sólo es necesario ser conscientes de que hemos de recuperar nuestra conexión con ellas o, si ya está activada, tendremos entonces que fortalecerla. No hay que ir a buscar lo próspero a algún lugar lejano, ni tenemos que pedirlo como si dependiera de esa petición que nos fuera concedido. Sólo tenemos que aceptar que ya está ahí, dentro y fuera de nosotr@s, especialmente dentro, porque más que una conducta es una actitud ante la vida, un punto de vista que nos ayuda a ver la abundancia por dondequiera que vamos, una sensación física y un sentimiento, incluso si lo que vemos o sentimos es carencia, porque en el jardín de nuestra alma, la vida siempre florece y se muestra en todo su esplendor. Si creemos que no lo hace, lo que sucede en realidad es que no podemos verlo porque hemos cerrado la puerta a ese jardín, creyendo que las flores estarían sólo en el exterior y nunca dentro de nosotr@s mism@s. Para modificar esto, abriremos ahora de par en par nuestro huerto interior, nuestra parcela, admirando y agradeciendo su exuberancia, y dándonos las gracias por haberla hecho posible. Ahí, en ese jardín interior próspero y abundante, en ese huerto plagado de los más espléndidos frutos, están nuestra grandeza y nuestra magnificencia, esa chispa divina que somos, y que espera pacientemente nuestra decisión de aceptarla, amarla, honrarla y ponerla en funcionamiento, hacerla operativa. Ella es la llave que nos abrirá las puertas del Paraíso, las puertas de nuestro verdadero Hogar, para que lo disfrutemos y compartamos aquí en la Tierra, mientras estamos encarnad@s en la presente experiencia de vida.

Para hacer esta conexión con las energías y las bendiciones de Teltane/Lammas/Lughnasadh, de la Gran Madre Nolava y de la Morgen Glitonea, podemos visualizar varias imágenes como símbolo de esta festividad: un cuerno de la abundancia; campos de cultivo florecientes y llenos de frutos para toda la humanidad; un gran sol central, en lo más alto de un cielo azul, repartiendo vida, luz y calor allí donde sus rayos se depositan; un hombre o una mujer completamente dorad@, con vestidos de ese mismo color y una inmensa cesta colgada de su brazo izquierdo, repartiendo con su mano derecha los frutos y las bendiciones que lleva en ella, o cualquier otra que tu guía interior te muestre.

Cuando la conexión y la ceremonia para celebrar Teltane/Lammas/Lughnasadh hayan terminado, darás de nuevo las gracias por todo lo recibido, por tu presencia aquí, en este sagrado y maravilloso planeta, por todas las personas que hay en tu vida y por todo lo que, de hoy en adelante, sembrarás, repartirás, proyectarás, recordarás, evolucionarás, transformarás, metamofosearás… Darás también las gracias a los seres elementales de la Tierra, a tus guías y ángeles personales, a tus maestr@s, a tus ancestr@s y a todos los demás seres de luz, sabiduría, alegría y amor que siempre te acompañan. Igualmente, darás las gracias a la Madre Tierra y al Padre Cosmos, a la Diosa y al Dios. Por último, te agradecerás a ti mism@ haber realizado esta celebración, porque sin tu intención y tu voluntad consciente, no habría sido posible.

¡¡¡BENDICIONES DE LAMMAS 2022, MADRE NOLAVA, GLITONEA Y SHEJINÁ PARA TOD@S!!!

María Ávalon

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© María Ávalon (Madrid, 27 julio de 2022)

Esta información está protegida por las Leyes Universales, que colman de bendiciones a quienes las respetan y viven en sintonía con ellas. Puedes usarla y compartirla si citas su procedencia. Gracias infinitas y bendiciones.

20 julio, 2022
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

ANILLO MAYA MULUK KAN – LUNA AUTOEXISTENTE ROJA

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ANILLO MAYA MULUK KAN

LUNA AUTO EXISTENTE ROJA

26 DE JULIO DE 2022 A 24 DE JULIO DE 2023

CALENDARIO Y SINCRONARIO

Un calendario, del latín calenda, es una cuenta sistematizada del transcurso del tiempo en la dimensión humana y terrestre. Antiguamente, muchos de los calendarios estaban basados en los ciclos lunares. En la actualidad, la mayor parte de los calendarios tienen por referencia el ciclo que describe la Tierra alrededor del Sol, por lo que son calendarios únicamente solares.

Un sincronario, a diferencia de un calendario solar, registra las trece vueltas que la Luna da alrededor de la Tierra cada año/anillo, mientras el planeta gira alrededor del Sol, la estrella central de nuestro sistema planetario. El Sincronario Maya es un calendario de trece lunas de 28 días cada una, lo que hace un total de 364 días, a los que hay que añadir un día fuera del tiempo: 25 de julio de cada año, para obtener los 365 días con los que nos manejamos según el calendario gregoriano, que es únicamente solar.

Así como el aire es la atmósfera del cuerpo, el tiempo es la atmósfera de la mente. Quien es dueñ@ de su tiempo, es dueñ@ de su mente. Cuando somos l@s dueñ@s de nuestro tiempo, conocemos nuestra propia mente y nos sincronizamos con ella (momentum, kairós), pudiendo entonces usarla para soñar, crear y manifestar la vida que queremos, participando de paso en la co-creación de la vida en general.

La Ley del Tiempo, descubierta por José Argüelles, es la puerta de entrada a la cuarta dimensión, que ha de ser atravesada antes de llegar a la quinta: la frecuencia vibratoria, de conciencia y de consciencia hacia donde la humanidad y la parte física de la Tierra se están dirigiendo ahora, porque la conciencia planetaria de Gaia ya ascendió a ese espacio energético de mayor luz, sabiduría, consciencia y amor.

Para cruzar esa puerta hacia la cuarta y la quinta dimensión, y beneficiarnos de todo cuanto hay más allá de ellas, primero hemos de situarnos fuera del tiempo cronológico, para colocarnos en el tiempo universal, ese que está dirigido por el Espíritu y la Mente Divina, que nos conecta con todo cuanto existe en todas partes, liberándonos de la separación y posicionándonos en la unidad. El tiempo cronológico es el tiempo de la personalidad terrestre, mientras que el tiempo universal es el tiempo del espíritu, de la esencia divina y cósmica que todo es. El tiempo en el que todo sucede de forma simultánea, manteniéndonos en la eternidad del ahora, el único momento que en verdad existe y el único en el que podemos hacer cosas, tanto para sanar y dejar marchar nuestro pasado, como para construir un presente mejor y, con él, un futuro más prometedor, luminoso, próspero y lleno de amor.

Los sincronarios, como he dicho más arriba, son calendarios de trece lunas (meses), de veintiocho días cada una, una idea de medir el tiempo que no es nueva en absoluto. Los druidas y las druidesas, por ejemplo, usaban un calendario árbol, que tenía esas características, más un día que quedaba fuera de cuenta, al igual que l@s incas, l@s mayas, l@s egipci@s antigu@s, l@s polinesi@s y l@s indi@s Lakota. Se les llama Calendarios Lunares porque están basados en el ciclo menstrual de las mujeres, que tiene una duración de veintiocho días, como el ciclo de la Luna, regente tanto de dicho ciclo como de los partos y de las mareas, entre otras muchas cosas.

La perfección matemática del Sincronario de Trece Lunas queda patente en la ecuación siguiente: 1 + 2 + 3 + 4 + 5 + 6 + 7 = 28. Cada semana tiene siete días, igual que en nuestro actual calendario pero, a diferencia de éste, todas las lunas o meses tienen cuatro semanas invariablemente, siendo cincuenta y dos el total de éstas. Además, cada semana tiene un propósito básico, que se desarrolla en cada uno de sus siete días de existencia. La Luna gira alrededor de la Tierra trece veces a lo largo de un año: 13 x 28 = 364 días, cifra a la que debemos añadir un día, para obtener los 365 días de que consta cada anualidad. Con esta manera de medir el tiempo, todos los años permanecen constantes. En el Sincronario Maya, la primera luna, la primera semana de ésta y el día de año nuevo, por utilizar esta expresión tan familiar para todos los pueblos, siempre comienzan el 26 de julio, a las cero horas, siendo el último día del año el 24 de julio siguiente. Así, el 25 de julio, queda fuera del tiempo y es una jornada para celebrar y reflexionar sobre el año recién terminado. También se aprovecha para dar la bienvenida al que comenzará a continuación, además de soñar y proyectar nuestros propósitos y objetivos para ese nuevo anillo, para esa nueva vuelta del ciclo, tanto en el plano puramente material y terreno, como en el personal, evolutivo y espiritual.

El Sincronario de Trece Lunas es una herramienta para armonizarnos con la galaxia, así como un instrumento para llevar a la práctica y materializar la Ley del Tiempo. Al ser armónicamente perfecto, produce efectos muy beneficiosos en todos los ámbitos: físico, mental, emocional, energético y espiritual, tanto individual como colectiva y planetariamente.

El Sincronario de Trece Lunas es un sistema perpetuo, que no necesita modificaciones, como sucede con el calendario gregoriano. Está basado en la frecuencia 13:20 y sincronizado con el giro galáctico de 260 unidades, agrupadas en el Tzolkin o Cuenta Sagrada Maya, proveniente de Hunab-Ku: la Energía Creadora Universal, el Movimiento y la Medida, el Gran Espíritu, el Centro de todos los Centros, que nos hace regresar al Centro de todo lo que Es, Aquél cuyo nombre se dice suspirando y que reúne todas las características y cualidades de cuanto existe, tanto femeninas y receptivas como masculinas y activas.

El número 13 es el Poder del Movimiento, la vibración de la liberación, la sutilidad del espíritu que reina sobre la materia y la llena de vida. Hay trece lunas, trece tonos galácticos y trece articulaciones principales en nuestro cuerpo. El número 20 es el Poder de la Totalidad, el Camino de Iniciación que l@s mayas nos legaron para que conociéramos las cualidades de nuestro ser. Hay veinte sellos mayas y veinte son también los dedos que tenemos entre nuestras manos y nuestros pies. El Tzolkin contiene por tanto el más importante de los legados mayas: El conocimiento sobre el Universo que es, en definitiva, el conocimiento de nosotr@s mism@s, puesto que como es arriba, así es abajo; como es en el Macrocosmos, así es en el microcosmos. Dicha cuenta sagrada está codificada como una matriz de 260 unidades, siendo su esencia mantenida por un conjunto de combinaciones de veinte sellos solares, símbolos o arquetipos, y de trece números o tonos.

La perfección armónica mencionada más arriba, se centra en el día 365 de cada año, llamado Día Fuera del Tiempo, un día de libertad galáctica, de armonización y de comprensión universal, que tiene como propósito principal celebrar la vida como arte y la paz a través de la cultura. En numerosas culturas y países, como por ejemplo la egipcia, el día 25 de julio era una jornada festiva e importante del ciclo anual. Con el paso del tiempo y, sobre todo, con las modificaciones que la religión católica fue haciendo de las festividades relacionadas con los ciclos naturales, quedó establecido como día de culto a determinados santos, como el Apóstol Santiago en España. Modificaciones posteriores, especialmente interesadas en dejar a un lado lo espiritual y mezclándolo exclusivamente con lo religioso, eliminaron esta festividad del calendario, que sólo se mantiene ocasionalmente.

La Tierra gira alrededor del Sol y, al dar la vuelta, forma un anillo solar con cada órbita. Usando la medida correcta del tiempo, con el sincronario de trece Lunas de 28 días cada una, podemos hacer consciente el anillo solar. Aceptar este sistema para medir el tiempo y regirnos por él, aun manejando también el calendario gregoriano, es un acto de sanación para la Tierra, al tratarse de un mecanismo cósmico que crea una frecuencia similar a la frecuencia solar. Sintonizarnos y vibrar con esta frecuencia, da como resultado una amplificación de la conciencia, que es la llave maestra para nuestro viaje evolutivo por la Vida en la nave Tierra en esta ocasión.

Esa sanación no es sólo para la colectividad, también lo es para cada una de las individualidades que sincronizan con esta forma de medir el tiempo, beneficiándose de las múltiples ventajas que ocasiona y permitiendo un contacto muy estrecho y práctico con las energías de cada día, de cada Luna, de cada semana y de cada anillo, algo que el calendario gregoriano no nos proporciona. No podría hacerlo, puesto que se trata de una forma artificial de medir el tiempo, en la que tampoco hay una relación de continuidad entre unos meses y otros o entre los diferentes días y semanas de estos. De este modo, queda fuera la conexión con toda la galaxia en la que existe el sistema solar en el que orbita el planeta Tierra y, con ella, el contacto con la esencia y el centro de lo que realmente somos.

El Sincronario de Trece Lunas permite recuperar y reactivar ese contacto, a la vez que nos proporciona una excelente herramienta para manejarnos aquí, en la dimensión terrestre, con la que indudablemente hemos de convivir en cada encarnación como seres humanos, a la vez que nos ayuda a recordar que no es de este plano de donde somos, sino del plano de lo divino y de lo cósmico. Por lo tanto, y doy fe de ello con mi propia experiencia, son perfectamente compatibles la forma Maya de medir el tiempo y la forma gregoriana hasta que, en el momento oportuno, ésta sea derogada por completo para que, en su lugar, esa otra forma de pensar, sentir, medir y vivir el tiempo se manifieste.

ANILLO MAYA 2022-2023: LUNA AUTO EXISTENTE ROJA

El martes 26 de julio de 2022, comienza el ANILLO MAYA LUNA AUTO EXISTENTE ROJA, cuya energía y esencia nos acompañarán hasta el lunes 24 de julio de 2023. En el sello de este nuevo anillo, nos encontramos con tres aspectos importantes a tener en cuenta, tanto para el día en que comienza como para todo él. Se trata de la energía del propio sello: Luna, la energía de su tono: Cuatro y la energía de su color: Rojo. Veamos ahora, brevemente, cuáles son sus códigos primordiales, primero de todo para estar en sintonía con ellos y, como consecuencia, integrarlos y manifestarlos en la vida cotidiana y en todos nuestros proyectos :

1. Sello Luna: Muluk. Es el noveno de los veinte sellos mayas y el tercero de la cromática roja. Se trata de una energía de limpieza, flujo, purificación, fertilización e hidratación. Especialmente está relacionada con los fluidos, tanto de nuestro propio cuerpo como del planeta Tierra. Somos agua en un ochenta por ciento, aproximadamente, al igual que el agua ocupa ese mismo porcentaje en todo el planeta. Respecto a nosotr@s el agua está en nuestro torrente sanguíneo, nuestra linfa, el líquido cefalorraquídeo del cerebro, el sudor, la orina, las mucosidades y demás fluidos corporales. Respecto a la Tierra, en la lluvia, los mares, los océanos, los ríos, los manantiales, las fuentes, mas también en la savia de los árboles y los vegetales, e incluso en las aparentemente secas rocas y montañas, aunque en estas últimas ese elemento está al completo en su estado sólido.

Muluk permite y enseña a fluir ante cualquier obstáculo o situación que se presente, prevista o imprevista, especialmente en las de este tipo. Cuando no hay flujo, la energía se estanca y entonces se obstruyen los canales por los que tendría que pasar con facilidad y ligereza. Esto puede suceder en las venas y las arterias del cuerpo humano, por ejemplo, en los ríos y los mares que acumulan residuos y de muchas otras formas. Cuando se obstruye el flujo, cualquiera que sea la razón, el canal acaba por cerrarse, a no ser que se haga el drenaje oportuno para liberar y sacar las energías que lo obstruyeron. Dado que el agua es el elemento asociado con los sentimientos y las emociones, es en este ámbito donde más aplicación tiene la energía de este sello ya que, cuanto más libre de toxicidad energética esté nuestro cuerpo emocional, mucho más fluidas estarán nuestras aguas y, por extensión, también las planetarias.

El polo opuesto es el drenaje excesivo, el flujo constante, que llevaría a irnos por el desagüe cuando quitamos el tapón de la bañera después de habernos bañado en ella. Se trata de fluir con nosotr@s mism@s y con la vida, sin atascos ni obstrucciones, al igual que consolidando todo lo que sea necesario consolidar, y aprovechando todas las oportunidades que aparezcan en nuestro camino, sin dejar marchar lo que la vida nos presente por un exceso de fluidez. Fluir significa dejar que las cosas sigan su curso, como los ríos, sin empujarlas para que vayan más deprisa, mas también sin quedarse esperando a que sean de otra manera para comenzar a actuar y aprovechando el movimiento de la corriente para dirigirnos hacia donde hemos de ir y hacer lo que hemos de hacer, dejándonos mecer cuando las aguas se mueven tranquilas, y nadando con ímpetu y determinación cuando cambia la corriente.

Por su forma, Muluk parece una puerta. Una puerta hacia la luz y la consciencia del ser porque, cuando liberamos y mantenemos puras nuestras aguas, no sólo mantenemos nuestros canales físicos limpios y libres de toxicidad energética, también permanece así nuestro canal de conexión con la esencia que somos y, por extensión, con la Fuente Divina y Cósmica de la Existencia, a la que yo llamo como quiera que cada cual la llame, y a la que yo me refiero con la expresión: Conciencia y Esencia Cósmica de Christos-Sophia, abriéndonos a posibilidades nuevas y diferentes a las que, mientras el canal permanece obstruido no es posible acceder. La conexión con lo superior y con el espíritu tiene lugar a través del agua, por ser ésta el elemento relacionado con nuestro cuerpo emocional, habitualmente asociado con el corazón y con el amor.

Muluk está también relacionada con La Sanadora, el noveno de los 21 Arquetipos Mayas que están detrás de los sellos, creándolos, sosteniéndolos y alentándolos.

2. Tono Cuatro: Kan: Auto Existente. Representa el Principio de la Medida, un código energético que identifica la forma de acuerdo con el propósito inicial y que define midiendo todas las posibilidades de la acción, dando la oportunidad de decidir cómo es mejor actuar para lograr un propósito. Es el tono que da el sentido de la justa medida.

3. Raza Roja. Es la encargada de iniciar, de comenzar. La dirección relacionada con la raza roja es el Este y el elemento de la naturaleza con el que sincroniza es el fuego. Su punto de vibración más alto es el amanecer. La dualidad de la raza roja es conocimiento/ignorancia. Además del sello Luna, pertenecen a la raza roja los sellos: Imix: Dragón, Chichan: Serpiente, Ben: Caminante del Cielo y Kaban: Tierra.

ONDA ENCANTA DEL SELLO LUNA AUTO EXISTENTE ROJA

ONDA ENCANTADA 6 DE CIMI

ENLAZADOR DE MUNDOS BLANCO

PODER DE LA MUERTE

CASTILLO BLANCO DEL CRUZAR

Los sellos y tonos que forman parte de esta Onda Encantada, junto con sus propósitos principales, son los siguientes:

CIMI HUN: Enlazador de Mundos Magnético Blanco: Igualar la vida y la muerte, uniendo y atrayendo el propósito

MANIK KA: Mano Lunar Azul: Conocer la sanación y la realización, polarizando, estabilizando y aceptando el desafío

LAMAT OX: Estrella Eléctrica Amarilla: Embellecer la elegancia, activando, sirviendo y vinculando

MULUK KAN: Luna Auto Existente Roja: Purificar el agua universal, tomando medidas, definiendo y dando forma

OC HO: Perro Entonado Blanco: Amar el corazón, comandando, confiriendo poder y dando esplendor

CHUEN UAK: Mono Rítmico Azul: Jugar la magia, organizando, igualando y equilibrando

EB UUK: Humano Resonante Amarillo: Manifestar la libre voluntad, inspirando, canalizando y armonizando

BEN UAXAC: Caminante del Cielo Galáctico Rojo: Explorar el espacio, modelando, creando integridad y armonizando

IX BOLON: Mago Solar Blanco: Encantar la atemporalidad, pulsando y realizando la intención

MEN LAHUN: Águila Planetaria Azul: Crear la visión, produciendo, manifestando y perfeccionando

CIB BULUK: Guerrero Espectral Amarillo: Cuestionar la inteligencia, disolviendo, divulgando y liberando

KABAN LAHAK: Tierra Cristal Roja: Evolucionar la navegación, cooperando, universalizando y dedicando

ETZNAB OXLAHUN: Espejo Cósmico Blanco: Reflejar el sin fin, perdurando, trascendiendo y estando presente

ORÁCULO DEL DESTINO DEL SELLO MULUK KAN: LUNA AUTO EXISTENTE ROJA

El Oráculo del Destino, también llamado Fractal y Oráculo de la Quinta Fuerza, es un patrón base que marca el propósito, la finalidad de la vida para un ser vivo, un anillo, un acontecimiento… Está formado por cinco sellos, cada uno con su poder, esencia y energía especiales. Aplicado a los seres humanos, el Oráculo de la Quinta Fuerza nos permite conocer los cinco códigos energéticos que nos acompañan a lo largo de nuestra vida. En cuanto a los anillos mayas, esa compañía tiene lugar a lo largo de sus 364 días de vida. Esos cinco programas permiten un mayor entendimiento, y una mejor comprensión de la relación de todo con todo. Son las energías guía que están a nuestro lado en el viaje del tiempo de cuarta dimensión, en lo individual y en lo colectivo.

El Oráculo del Destino para el Anillo Maya Muluk Kan: Luna Auto Existente Roja, está representado en esta figura, que describo a continuación.

Sello del Destino. Es el sello que está en el centro del oráculo y que corresponde siempre al día de nacimiento. Es la base del oráculo. En el contexto de este escrito, es el día en que empieza o nace el anillo solar Muluk Kan: Luna Auto Existente Roja. El lema de este sello es: Purifico el Agua Universal

Sello Análogo. Es el sello que está a la derecha del Kin Destino, y el que le sigue en la secuencia del sincronario, reforzando su energía y su poder. Aquí es el sello Oc: Perro Blanco. El lema de este sello es: Amo el corazón

Sello Guía. Es el sello que está sobre el Kin Destino. Pertenece a su misma raza que, en este caso, es la roja, fortaleciendo la energía de dicha raza. Aquí es el sello Chichán: Serpiente Roja. El lema de este sello es: Creo y hago vivir la fuerza vital

Sello Antípoda. Es el sello que está a la izquierda del Kin Destino, oponiéndose a él y desafiándolo para fortalecer la reconstrucción de la memoria. Aquí es el sello Cauac: Tormenta Azul. El lema de este sello es: Catalizo la Autogeneración

Sello Oculto. Es el sello que está debajo del Kin Destino, representando los factores inesperados y ocultos, esos con los que no contamos y en los que, habitualmente, reside el mayor potencial para la expresión del sello destino. Aquí es el sello Eb: Humano Amarillo. El lema de este sello es: Manifiesto la libre voluntad

La síntesis de este Oráculo es la siguiente:

Defino con el fin de purificar

Midiendo el flujo

Sello el proceso del agua universal

Con el tono Auto-existente de la forma

Me guía el poder de la fuerza vital

Soy un portal de activación galáctica, entra en mí

¡AH YUM HUNAB KU EVAM MAYA E MA HO!

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS

IN LAK’ECH (YO SOY OTRO TÚ)
HALA KEN (TÚ ERES OTRO YO)
EL TIEMPO ES ARTE Y EL ARTE ES VIDA

María Ávalon

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© María Ávalon (Madrid, 19 de julio de 2022)

16 junio, 2022
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

LITHA 2022: SOLSTICIO DE VERANO

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LA SAGRADA RUEDA DEL AÑO DE LA DAMA DE AVALON Y LAS MORGENS

Aunque celebremos cada doce meses la marcha de un año y la llegada del siguiente, en realidad, el año ni empieza ni acaba, como la energía, aunque diferentes tradiciones culturales han determinado uno o dos días para llamarlos Año Nuevo. Sin embargo, como el ciclo de la rueda anual tiene más en cuenta los ritmos de la naturaleza que las fechas del calendario, los comienzos y los finales de cada año se consideran parte de las festividades estacionales, y también están vinculados entre sí.

Esas festividades, los Ocho Días Sagrados de la Rueda del Año de Nolava y las Morgens, son una mezcla de acontecimientos solares: solsticios y equinoccios, y festividades del fuego originarias de las culturas celta, británica y nórdica que, si nos vamos más atrás en el tiempo, veremos que se remontan a épocas y humanidades aún más antiguas, como la lemuriana, la atlante, la hiperbórea y la polar. Las cuatro festividades solares tienen lugar durante el día que marca el acontecimiento astronómico de que se trate: Yule, el día más breve o solsticio de invierno, generalmente el 20 o 21 de diciembre; Litha, el día más largo o solsticio de verano: el 20 o 21 de junio; Oestre, el equinoccio vernal, el 20 o 21 de marzo y Mabon, el equinoccio de otoño, el 20 o 21 de septiembre. Y entre estas celebraciones solares, se intercalan otras cuatro festividades del fuego, así llamadas por la costumbre de encender hogueras en esas fechas. Todas ellas suceden a la mitad del equinoccio o solsticio que las precede, y así tenemos que Imbolc se celebra a comienzos de febrero, cuando aparecen los primeros copos de nieve; Beltaine, o Día de Mayo, tiene lugar el 1 de mayo, o cuando aparece la Flor de Mayo; Lammas/Teltane/Lughnasadh, llega a comienzos de agosto, con la cosecha de granos y Samhain, la fiesta de l@s ancestr@s, se festeja entre el último día octubre y el primero de noviembre que, para los pueblos celtas y británicos de la antigüedad marcaba el final de un año y el comienzo de otro.

En cada una de estas festividades, podemos encontrarnos con una manifestación de la Dama de Avalon y con una de las Morgens, puesto que ellas son especialmente honradas y celebradas en esas fechas.

LITHA 2022: SOLSTICIO DE VERANO

Los solsticios son las épocas del año en que la duración de los días y las noches es diferente. Los días comienzan a alargarse a partir del solsticio de verano y las noches a partir del de invierno. Los solsticios son acontecimientos astronómicos y, cada uno de ellos va precedido por un equinoccio, un período de tiempo durante el cual la duración de la luz y la oscuridad están igualadas. El solsticio de verano sigue al equinoccio de primavera, el período del año en que la luz del día empieza a crecer y preponderar sobre la oscuridad de la noche, preparándonos para la llegada del calor estival, momento del año en el que habitualmente hacemos un descanso de las actividades cotidianas, sintiendo también el impulso de viajar, disfrutar de la naturaleza y hacer cosas diferentes al resto del año, gracias a la larga duración de los días, y a la luz que reina a nuestro alrededor durante una gran parte de la jornada.

Litha, el Solsticio de Verano, celebra el triunfo de la luz del día sobre la oscuridad de la noche. La llegada del día más largo del año es celebrada en algunas zonas de Gran Bretaña dentro de los círculos de piedra, las laderas montañosas o cualquier otro lugar sagrado y significativo, como Stonehenge, Avebury, Salisbury o Glastonbury, manifestación física y terrestre de la Isla de Avalon. Muchas personas pasan la noche al aire libre en alguna de esas zonas, para presenciar juntas la salida del sol. En Iberia peninsular se celebran las hogueras de San Juan, en toda la zona mediterránea, además de otras celebraciones parecidas en otros lugares de la península, en las que se da la bienvenida a esta calurosa y luminosa estación de la rueda anual, encendiendo hogueras y echando en ellas todo cuanto se quiera dejar marchar.

Litha es un momento idóneo para invocar el poder, la fuerza y la inteligencia del sol triunfante y victorioso. Esta época del año, gracias a la duración más larga de los días, es también muy buena para salir, conocer gente nueva, viajar y visitar otras ciudades o países, y aprender cosas nuevas sobre el mundo, que favorecerán un mejor autoconocimiento. Es una ocasión perfecta para las acampadas al aire libre y para alejarnos de las luces artificiales de la ciudad, permitiéndonos todo ello apreciar la belleza del cielo nocturno plagado de estrellas, un espectáculo que en las ciudades pocas veces se puede disfrutar. Gracias al clima más benevolente durante esta época del año, podemos también viajar por mar y otras grandes extensiones de agua, armonizando con sus energías, que son el origen de toda la vida, y favoreciendo también así el contacto con nuestras emociones y sentimientos, directamente ligados al elemento agua.

Las tradiciones y celebraciones que coinciden con Litha, y el resto de festividades solares, son muy antiguas. Es bastante probable que provengan del neolítico y también que sean anteriores. Lo importante es recordar el estrecho contacto y el gran respeto que existía hacia la Madre Tierra y todo cuanto sucedía en ella. Según una creencia de aquel tiempo, las plantas que florecían o germinaban durante el solsticio de verano, tenían más poderes curativos que las de otros momentos del año, así que muchas de ellas eran recolectadas durante la noche de ese día. En años posteriores, las chamanas y los chamanes de los clanes humanos, aprovechaban el solsticio veraniego para remarcar y recordar una fecha infundida con una gran energía sagrada, mágica y alquímica.

Prácticamente, todas las celebraciones ancestrales fueron adaptadas a su conveniencia por la iglesia católica apostólica y romana, un sistema político y de ejercicio del poder sobre el pueblo, para manipularlo y mantenerlo en la esclavitud de la ignorancia, seguramente la forma más potente y eficaz de manipulación. El catolicismo (casi todos los ismos son perjudiciales y terminan convertidos en dogmas), nada tenía de religioso y menos aún de espiritual. No siempre sucedió esto con las religiones, uno de cuyos propósitos originales era mantener vivos y potentes el recuerdo de nuestro origen divino y cósmico, junto con los medios necesarios para conservar y potenciar la conexión con esa procedencia. Felizmente, esas costumbres ancestrales no se perdieron por completo, y hace ya tiempo que empezaron a recuperarse y recordarse de nuevo. También cada vez más gente y de forma más profunda, en gran medida gracias a la tecnología, está accediendo a una información que estuvo oculta durante mucho tiempo y accesible sólo para un@s poc@s. En este momento, cualquiera puede ilustrarse, aprender, recordar, transformarse, actualizarse… y, gracias a ello, diseñar y crear una vida más acorde con su esencia y sus objetivos para esta encarnación.

En esos cambios que la iglesia católica realizó, hizo coincidir el solsticio de verano con la natividad de Juan el Bautista, precursor de Ieshua, supuestamente nacido justo seis meses después que él, durante el solsticio de invierno, al menos simbólicamente hablando, ya que todavía no está claro cuándo uno y otro nacieron a la vida física, ni el modo en que lo hicieron. Con independencia de la veracidad de las fechas para el nacimiento de Juan y de Ieshua, claramente vemos la alternancia entre la máxima luz: solsticio de verano, y la máxima oscuridad: solsticio de invierno, en ambos momentos de la rueda del año, al igual que el recorrido que el sol hace por ella, aumentando y disminuyendo su luz y su calor, como igualmente sucede a lo largo de cada día en el que, por el movimiento de la Tierra en relación con él, ¿o será el Sol el que se mueve alrededor de la Tierra?, le vemos aparecer y desaparecer en el horizonte, brillando entre medias de esos dos momentos. Existen abundantes muestras de la celebración de Litha y del día de Juan el Bautista en Irlanda, Escocia, País de Gales y Gran Bretaña, Letonia, Lituania, los Países Bajos, Iberia y algunas zonas fuera de Europa, como Canadá, Estados Unidos e incluso Argentina, Brasil y Paraguay en el hemisferio sur, donde esta celebración coincide con el solsticio de invierno.

Litha 2022, junto con Nolava de Agua y la Morgen Gliten,llegarán al hemisferio norte el martes 21 de junio, a las 11:14 horas de Iberia peninsular, una hora menos en Portugal y Canarias, sincronizando con los cero grados de Cáncer. Unas horas antes, a las05:11, la Luna estará en Cuarto Menguante a 29º 46’ de Piscis.

La nomenclatura de los puntos cardinales y los hemisferios, ya no encaja en mi manera de contemplar la Tierra, lo mismo que sobre la forma que nos dijeron que tiene. Los uso sólo como referencia. Por si te sirve, hace ya tiempo que, en vez de decir norte, sur, etc., lo que digo es delante, detrás, izquierda, derecha, arriba, abajo y centro. Como es lógico, en cuanto me traslado a otro lugar del planeta, esas posiciones cambian. Hay ya muchas investigaciones que ponen de manifiesto que eso que llamamos polos son, en verdad, masas de hielo que impiden acceder a otras zonas aún desconocidas de este planeta y que, a medida que esos hielos se deshagan, podrán ser exploradas. La propaganda sobre el cambio climático está en realidad encaminada a que eso no suceda, para que sigamos sin saber qué más hay en Gea. Desde luego que hemos de cuidar este hogar terrestre, en el que la Diosa nos recibe cada vez que encarnamos aquí, dándonos un vestido con el que cubrir nuestra alma, y múltiples recursos para que ésta pueda realizar sus tareas, algo completamente distinto a lo que nos contaron y que, además, está lleno de contradicciones. Por un lado se habla de la necesidad de reciclar, reutilizar, reducir… Y por otro, muchas de las cosas que se venden en los comercios llevan envoltorios completamente innecesarios.

Allí donde en nuestro mapa astral de nacimiento, estén los cero grados de Cáncer y, por consiguiente, el momento del solsticio de verano, habrá una gran influencia de este evento y, por tanto, será un punto al que tendremos que prestar una atención especial, ya que será ahí donde la energía de esta estación haya de desplegarse y desarrollarse. Es posible que los grados de Litha coincidan con la posición de un planeta, un nodo, un asteroide…, y es posible que no, dependiendo de cada mapa. Ahora bien, como somos y portamos la totalidad de la carta: los doce signos zodiacales, las doce casas, todos los planetas y cuerpos celestes más las relaciones que existen entre ellos, si no hubiera una energía concreta en esos cero grados de Cáncer, este signo estará presidiendo uno de los doce sectores de la rueda astrológica, siendo ahí donde tendrá su influencia y no sólo durante el día del solsticio, sino en los seis meses siguientes, hasta la llegada de Yule, el solsticio de invierno, justo en el lado opuesto de la rueda del año y del signo de Cáncer, porque todo va en ejes y polaridades, puesto que estamos en un ámbito trino, en el que hemos de vivir y experimentar los polos opuestos, antes de llegar al tercer polo que, además de trascenderlos, los integra y los devuelve a la unidad, porque eso es precisamente una trinidad, en cualquier ámbito que escojamos: una unidad que se dividió en dos polaridades para conocerse a sí misma y manifestarse de dos maneras diferentes, regresando después a la unidad, en un estado de autoconocimiento y vibración superior.

¡¡¡FELIZ Y LUMINOSA LITHA 2022 PARA TOD@S!!!

María Ávalon

Psicóloga Colegiada M-02604

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©María Ávalon (Madrid, martes 16 de junio de 2022

Esta información está protegida por las Leyes Universales, que colman de bendiciones a quienes las respetan y viven en sintonía con ellas. Puedes usarla y compartirla si citas su procedencia. Gracias infinitas y bendiciones.

8 junio, 2022
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

LA CONCIENCIA CÓSMICA DE CHRISTOS-SOPHIA

LA CONCIENCIA CÓSMICA DE CHRISTOS-SOPHIA

La Conciencia Cósmica de Christos-Sophia es la frecuencia energética de la Fuente. La vibración, los códigos genéticos y el estado del Origen Primordial Andrógino del que todo nace, completamente al margen de cualquier dogma, sistema o creencia religiosa. Es una forma de referirme a la conciencia de unidad, amor, sabiduría y luz que nace de la Fuente Divina y Cósmica de la Existencia, esa que es Madre y Padre a la vez, Femenina y Masculina, Diosa y Dios, Luna y Sol, Inteligencia y Amor, Mente y Corazón, Logos y Sophia. Esa conciencia está presente en todo cuanto existe, desde la mota de polvo más diminuta hasta el mayor y más lejano de los universos, pasando por el ser humano y el resto de las especies que habitan la Vida en todas partes. Esa conciencia fue traída y anclada en la Tierra y en el ADN humano muchas veces, gracias a la encarnación de seres de otros sistemas estelares y dimensiones que, portándola en su código genético, también la trajeron en sucesivas oleadas a este planeta con el propósito de que, llegado el momento oportuno, la especie humana activara en su totalidad el campo electromagnético de dicho ADN y, por consiguiente, pudiera expresar durante su experiencia terrena, las elevadas virtudes y capacidades que dichos genes llevan consigo, tal como esos seres habían mostrado que puede hacerse, una vez hecho el oportuno cambio mental, emocional, psicológico y energético que haga posible vivir como un/a maestr@ de la energía y de la vida.

Ana, abuela de Yeshua, fue una de esos evolucionados seres que vinieron de las estrellas, desarrollando en sí misma esta conciencia y trasmitiéndola a su descendencia, tanto genéticamente como a través de sus enseñanzas, haciendo posible que un ser crístico viniera de nuevo a la Tierra, para recordar esa memoria, refrescarla y actualizarla, siendo su hija María quien lo concibió y alumbró. Cuando esa Conciencia Cósmica de Christos-Sophia encarna en la Tierra, quienes la portan reciben el nombre de Cristo-Magdalena, ya sea que hayan encarnado como mujeres o como hombres. Cualquiera que sea el género con el que encarnaron, cuentan con un equitativo desarrollo de ambas energías y de sus correspondientes frecuencias: la masculina y la femenina, es decir, nacen energéticamente andrógin@s y complet@s, con su pareja interior sintonizada, armonizada y amorosamente casada, comportándose así a lo largo de su vida, algo hacia lo que nosotr@s, en este tiempo, nos estamos encaminando y estamos integrando. Ana era Sacerdotisa y Magdalena de Isis, por lo que la unión de esas dos energías, y su manifestación en el mundo material, era algo natural en ella, y una de las enseñanzas básicas de quienes ejercían ese sacerdocio.

La conciencia de Cristo Cósmico, se refiere a la energía masculina, al Logos, a la inteligencia manifiesta y la mente objetiva, a la información y los datos, al aspecto padre de la Divinidad, a la luz y al sol, a la voluntad para emprender y actuar, al verbo creador…, todo ello expresado en su más bella, completa, transparente, elevada y pura frecuencia vibratoria. Ese código de conciencia fue reactivado, actualizado y manifestado por Yeshua, aunque también estaba presente en, y había sido desarrollado por, muchos de sus ancestros varones, como también otros contemporáneos suyos: Osiris, Akhenaton, Joaquín, José, Juan el Bautista, José de Arimatea, Lázaro y más.

La conciencia de Magdalena Cósmica, se refiere a esa misma manera hermosa de expresar la energía en sus aspectos femeninos: sabiduría, gnosis, diosa Madre, amor, inteligencia que está detrás de todo, antorcha de sabiduría que revela la palabra de la creación, surgida del Logos, receptividad y creación de un espacio para la manifestación… También fue reactivada y actualizada por Myriam de Betania, si bien varias mujeres de su linaje lo habían hecho con anterioridad y otras a la vez: Isis, Nefertiti, Sara la esposa de Abraham, Ana, María, Isabel, Myrian de Tiana, Marta y más.

La unión de ambas energías potencia la androginia esencial, la conexión permanente con la Conciencia Cósmica de Christos-Sophia y su encarnación en el ser humano, permitiendo actuar como maestr@s y como seres Cristo-Magdalena, empleando tanto la capacidad magnética y receptiva como la capacidad para proyectar, manifestar y materializar, a la vez que se logra la integración de todos los opuestos y se transforma todo lo que sea necesario. Potenciando y manteniendo esta conciencia, el matriarcado y el patriarcado son trascendidos, surgiendo el androginado esencial, esa perfecta y armoniosa unión de los principios femenino y masculino, tanto en las mujeres como en los hombres. El espíritu y el alma, al igual que la Divinidad Creadora, son andróginos. Cristo y Myriam, ya desarrollaron esa conciencia en su encarnación de hace más de dos mil años, actualizando con nuevas frecuencias y códigos el campo electromagnético del ADN humano, y dejando preparado el terreno para que, en el momento oportuno, éste comenzara a desplegar su potencial de una manera más amplia y profunda. Ese momento es el tiempo presente, en el que todas las almas encarnadas en la Tierra, podemos activar, expresar y materializar esa conciencia.

Un/a Cristo-Magdalena es un/a Alquimista del Alma, alguien que transmuta la oscuridad y la densidad del yo terreno, en la Luz y la sutilidad del Amado Ser Superior, que siempre reside dentro de nosotr@s y también alrededor, por mucho que esa luz haya permanecido desconocida, enterrada, escondida y oculta. Un ser Cristo-Magdalena es un ser brillante, despierto, maestro, iluminado y luminoso, completo, que expresa en la existencia humana y terrena, lo más elevado de la esencia divina y cósmica que es. Ser como Cristo y Magdalena en acción es ser transparente, pur@, elevad@, esencial, coherente, íntegr@, pacífic@, amoros@, alquímic@, creador/a e impecable, manifestando la esencia que somos en cada pensamiento, acto, palabra, emoción y actitud, yendo del plomo al oro y sabiendo que la piedra filosofal somos nosotr@s mism@s, al igual que también somos el atanor alquímico en el que esa transmutación se lleva a cabo para, después, comenzar a plasmarla y materializarla en el exterior y contribuir, hasta donde nos sea posible y nos corresponda, a transformar el trozo de mundo en el que hemos elegido encarnar y vivir, para nuestra más elevada evolución y la evolución de todo cuanto existe en cualquier parte del cosmos infinito. Igualmente se trata de pasar de ser inconscientes de nuestro linaje y sabiduría lograda a lo largo de las encarnaciones, para recuperar la consciencia y la memoria de esa procedencia, con el propósito de llegar a ser tan transparente como un cristal, que nada mantiene oculto y que deja pasar la luz de la sabiduría a través de él, reflejando esa sabiduría y esa consciencia como si de un espejo se tratara.

Un ser Cristo-Magdalenano esconde nada ni manipula nada, sus intenciones, intereses y propósitos están a la vista, libres de chantajes, manipulaciones o intentos de ejercer poder sobre l@s demás, que medra a su propia costa y a través de su propia evolución y no mediante la mengua de otr@s. No se trata de que tenga que contar todo sobre sí mism@ ni dar cuenta o explicaciones todo el tiempo en relación con sus objetivos, sino que actúa siempre siendo fiel a su verdad y a sus tareas de vida, manteniéndolas vivas en su corazón, mente, actitudes, palabras y actos. Es también un ser alquímico y alquimista, que busca y encuentra la perfecta unión e integración de todos los opuestos, que reconoce y desarrolla tanto su energía masculina/activa como su energía femenina/receptiva, que reconoce y usa tanto su mente como sus emociones, que es consciente de su esencia espiritual y se ocupa de manifestarla en el plano material, al que también respeta y ama, aun sabiendo que su reino primigenio no es del mundo terreno sino del que está más allá de él, creándolo y sosteniéndolo. Un ser Cristo-Magdalena también es una expresión viva del Amor en Acción y lo extiende e irradia por dondequiera que va, sin hacer distinciones ni clasificaciones, sin poner condiciones ni fijarse en quién lo recibirá, como hacen el Sol y la Luna, que alumbran para tod@s por igual en todos los lugares de la Tierra. Como no podría ser de otro modo, un ser Cristo-Magdalena también es un/a maestr@ de sí mism@, ocupándose de forma permanente de su desarrollo y evolución.

Ser Amor en Acción, la cualidad principal de quienes pertenecen al linaje del Grial Crístico y Magdalénico, significa dejar a un lado las expectativas y las condiciones, los juicios y las condenas, la manipulación y el chantaje emocional, los requerimientos y las exigencias del ego terreno, amando todo cuanto existe tal y como es, se presente como se presente, y aunque en ocasiones no coincida con lo que esperamos o nos gustaría. Ser Amor en Acción también es respetar y amar sin condiciones a todas las personas, comenzando por un@ mism@, separando la esencia de los actos que, cuando sean inadecuados y claramente perjudiciales, habrán de ser frenados y modificados de alguna manera. Amar sin condiciones es estar libre de las emociones humanas y permanecer de forma continua en un sentimiento de amor hacia tod@s y hacia todo. Amar y respetar la vida en todas y cada una de sus manifestaciones es igualmente Amor en Acción. Así es como la Divinidad ama a todas sus criaturas, y así es como nosotr@s también hemos de amar. Estamos aquí para eso y, si no lo hacemos, nadie lo hará en nuestro lugar. Seguramente no vamos a conseguirlo en un día o en un mes pero, si perseveramos y mantenemos nuestra consciencia despierta y atenta, nuestro corazón abierto y nuestros actos en esa línea, lo lograremos.

Un ser Cristo-Magdalena es también un Santo Grial Divino y Cósmico encarnado en la humanidad y la materia. El Santo Grial, como arquetipo de vida eterna, perfección y unidad y, por lo tanto, de amor, sanación, prosperidad, abundancia, paz y demás frecuencias de vibración energética superior, nos recuerda que por nuestras venas fluye sangre real, en las dos asociaciones que la palabra real tiene. Una es que estamos viv@s y somos auténtic@s. La otra es que somos reyes y reinas soberan@s de nuestro ser y de nuestra vida, diosas y dioses, sacerdotisas y sacerdotes del amor, la vida, la verdad, la belleza, la bondad, la paz… Sí, tod@s sin excepción somos seres vivos y soberan@s de nuestra existencia. Tod@s guardamos en nuestro corazón la semilla de nuestra verdad, belleza y bondad, esa que es única y singular, a pesar de tener muchos puntos en común con todas las demás semillas de ese gran campo que la vida es. Tod@s somos un Grial Sagrado, capaz de contener el agua de la vida eterna, emanándola al exterior y permitiendo que fertilice la Tierra.

María Ávalon

Psicóloga Colegiada M-02604

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© María Ávalon (Madrid, 8 de junio de 2022)

8 junio, 2022
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

MAKEDA – REINA SACERDOTISA Y MAGDALENA DE ISIS

MAKEDA

REINA – SACERDOTISA Y MAGDALENA DE ISIS

En un lugar de África, de cuyo nombre sí quiero acordarme existió, hace mucho, muchísimo tiempo, una sabia y extraordinaria mujer, sacerdotisa y reina del territorio en el que nació y vivió. Su nombre era Makeda que, en su lengua de origen significa: la de fuego o la fogosa. Vivía en una zona del continente africano que hoy conocemos como Etiopía y que, en su época, tenía otro nombre que, de momento, no voy a develar. Estoy segura de que has escuchado hablar de ella aunque, posiblemente, de manera muy distinta a la que voy a compartir contigo en este espacio.

El reino que Makeda regentaba, no sólo era conocido por la fertilidad y la abundancia de sus campos, sino también por la elevada cultura y espiritualidad de sus gentes, que la misma reina se encargaba de supervisar y fomentar, motivo por el que construyó distintas escuelas de distintas disciplinas. Según Kathleen McGowan, por quien conocí más a fondo a esta sabia reina, su pueblo era muy experto en el conocimiento de los números, de las estrellas y de la relación entre ambos, gracias a lo cual construían edificios como en ningún otro lugar del planeta en su tiempo, tanto en belleza como en técnica arquitectónica, que incluso hacían sombra a las construcciones egipcias. Por ello eran conocidos como la Gente de la Arquitectura. También eran especialmente hábiles en el arte de la escultura, así como en el uso de la palabra hablada y escrita, sobre todo en la poesía.

La prosperidad y la abundancia material eran la norma, y nadie carecía de nada. Al contrario. Tod@s tenían más que suficiente para vivir de manera holgada y poder así, libres de la inquietud de la carencia, dedicarse a realizar sus labores con entrega, alegría, entusiasmo y amor. Makeda, como reina – sacerdotisa, estaba al servicio de una diosa solar de extraordinaria belleza y magnanimidad, encargada de proporcionar todo lo necesario, para una existencia feliz y plena además de placentera. Dicha diosa era conocida como: Ella que envía con fuerza sus poderosos rayos de benevolencia. Su consorte era un dios lunar y la descendencia de ambos eran las estrellas.

Makeda viajó numerosas veces a Egipto, donde se inició como Magdalena y Sacerdotisa de Isis, por lo que también era una consumada conocedora de la ciencia y los misterios de la principal diosa egipcia, entre los que se encontraban la sanación, la alta magia de los elementos, la alquimia del ser, el hiero gamos o matrimonio sagrado, los viajes inter-dimensionales e incluso la inmortalidad.

Una de las profetisas de la corte de Makeda, había vaticinado que conocería al rey de un país lejano, tan sabio y magnánimo como ella, y al que se uniría en sagrado matrimonio, puesto que ambos eran almas hermanas, y estaban predestinados a encontrarse y volver a sellar su unión, como ya habían hecho en existencias anteriores.

En la corte de dicho rey, a quien todavía hoy se considera el más sabio y justo de su tiempo, no sólo por sus elevados conocimientos, sino también por la justicia con la que regía a su pueblo, uno de sus profetas también le anunció que conocería a una mujer muy sabia, reina a su vez de otro país, con la que estaba predestinado a encontrarse y sellar su sagrada unión. El rey, incluso con su sabiduría, no había pensado nunca que tal tipo de mujer pudiera existir y, en cuanto sus videntes averiguaron dónde se encontraba, enseguida dispuso todo lo necesario para que fueran a buscarla, y le transmitieran su invitación de viajar a su país y vivir, durante un tiempo, en su bello y suntuoso palacio, donde podrían conocerse a fondo y comprobar si, verdaderamente, lo que habían vaticinado los profetas, era cierto. Ese rey también era sacerdote ya que, en aquél tiempo, era habitual que ambas funciones fueran ejercidas por la misma persona, quien no sólo tenía la responsabilidad de guiar a su pueblo en los asuntos meramente mundanos y terrenos sino también, sobre todo, celestes y divinos. A lo largo del tiempo, y por el mal uso de ese poder, esos objetivos se desviaron por completo del propósito original, perdiéndose entre las brumas del olvido, una puerta por la que, al menos hoy, me abstengo de pasar.

Cuando los emisarios del rey llegaron al reino de Makeda, se quedaron estupefactos por la belleza, la suntuosidad, la prosperidad, la cultura, la felicidad y la paz que el lugar rezumaba por todas partes. Por lo que sus ojos les mostraban, la reina sacerdotisa del país africano, había logrado algo que su señor no había conseguido, y nunca lograría conseguir. Parece que, y esto es de mi cosecha, cuando la sabiduría está en manos de una mujer y ésta sabe ejercerla con maestría e integridad, las cosas funcionan mucho mejor y la vida es favorable para tod@s. El reino de Makeda no fue, ni es, el único ejemplo.

Dado que el mensaje que ambos monarcas habían recibido era exactamente igual, Makeda supo en el fondo de su ser que había de aceptar la invitación y preparó todo lo necesario para realizar su viaje, incluyendo suntuosos y bellos regalos para su huésped. Lógicamente, por su dignidad y rango, amén de sus profundos conocimientos, no estaba dispuesta a entregarse así como así a un hombre, por muy rey, poderoso y sabio que fuera. De modo que preparó algunas pruebas y cuestiones para cuando se encontrara con él. En primer lugar para comprobar, por sí misma, que era tan sabio como su fama decía de él. En segundo lugar, y éste fue el motivo más importante, para estar segura de que era su alma hermana, y estaba en su mismo grado de evolución y, por consiguiente, era digno merecedor de compartir con ella el hiero gamos, la unión sagrada que no sólo conlleva la unión de dos cuerpos sino, sobre todo, la unión de dos almas a través del vehículo corporal.

Cuando el ilustre rey se encontró con Makeda, quedó impresionado por su belleza y por su presencia, mas no tanto como desarmado por su pureza y su honestidad. En el mismo instante en que se miraron a los ojos, ambos supieron que los vaticinios de sus videntes eran completamente ciertos. De su unión nació una criatura, dando lugar a un linaje del que, de momento, nada se sabe. Tampoco es conocido si fue un varón o una mujer. Poco tiempo después, la reina sacerdotisa regresó a su país, acompañada por su retoño. Nunca más se encontró, en esa vida, con su amado rey, igual a ella en sabiduría. Sus respectivas responsabilidades para con su pueblo lo hicieron imposible. Sin embargo, sus almas se habían reencontrado de nuevo, como otras veces había sucedido, y a buen seguro lo volverían a hacer, en cualquier otro tiempo y lugar.

El país de origen de Makeda era Sheba, también llamado Saba, situado a orillas del Nilo, actualmente Etiopía, como dije al principio. El rey era Salomón. Donde se encontraron fue en el palacio que el monarca tenía en el Monte Sión, cerca de Jerusalén. A su partida, Salomón regaló a la reina de Sheba numerosas riquezas, entre las que se incluían valiosos talismanes y otros objetos mágicos antiguos, que habían pertenecido a sus ancestros. Makeda dejó a Salomón el Cantar de los Cantares, un canto de amor de la amada a su amado, cuyo sentido y significado nada tienen que ver con lo que el catolicismo dijo que era, cambiando también la autoría de ese poema, atribuida al rey israelita y no a la reina africana.

Para terminar diré que dos Marías fundamentales en la historia de Yeshua: María de Betania y Myriam de Tiana, portaban en sus venas la sangre de la reina de Sheba.

Como decía alguien a quien conocí hace ya mucho tiempo: Quien tenga oídos que escuche y quien tenga ojos que vea. Y quien no, añado yo, ya lo hará en algún momento del tiempo y en algún lugar del espacio, porque nadie se quedará sin ver ni nadie se quedará sin escuchar.

Gracias infinitas por estar ahí. Muchos besos y hasta un próximo encuentro.

María Ávalon

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(C) María Ávalon (Madrid, 8 de junio de 2022)

P. D. Con la reina Makeda inauguré mi canal en YouTube: Metamorfosis y Vida con María Ávalon, donde puedes escuchar la parte oral de esta historia

28 abril, 2022
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

BELTANE 22 – FIESTA CELTA DEL FUEGO

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BELTANE 2022

FUEGO, COMIENZO DEL VERANO, FERTILIDAD

LA SAGRADA RUEDA DEL AÑO DE LA DAMA DE AVALON Y LAS NUEVE MORGENS

La Sagrada Rueda del Año de la Dama de Avalon y las Nueve Morgens, está dividida en ocho festividades solares, todas ellas relacionadas con el flujo natural de las estaciones y los acontecimientos astronómicos relacionados con ellas. Como es arriba, así es abajo. Como es abajo, así es arriba. Estas celebraciones suelen describirse como ocho rayos en la mencionada rueda, una imagen muy útil para recordarnos el continuo suceder de la vida, el ciclo sin principio ni final que ésta es. Aunque celebremos cada doce meses la marcha de un año y la llegada del siguiente, en realidad, el año ni empieza ni acaba, como la energía, aunque diferentes tradiciones culturales han determinado uno o dos días para llamarlos Año Nuevo. Sin embargo, como el ciclo tiene en cuenta los ritmos de la naturaleza en vez de las fechas del calendario gregoriano, los comienzos y los fines se consideran parte de las festividades y también están vinculados entre sí.

La Sagrada Rueda del Año de la Dama de Avalon y las Nueve Morgens, está dividida en ocho festividades, todas ellas relacionadas con el flujo natural de las estaciones y los movimientos y cambios de los astros que, como la Astrología nos muestra, tienen una importante influencia en la vida del planeta Tierra y, por lo tanto, también en los seres humanos, como desde antiguo l@s sabi@s de todos los tiempos y lugares han sabido. Dichas festividades, llamadas los ocho días sagrados de la Sagrada Rueda del Año de Nolava y las Morgens, son una mezcla de acontecimientos solares, como los solsticios y los equinoccios, y las festividades del fuego de las culturas celta y nórdica. Las cuatro festividades solares tienen lugar en un día determinado que, precisamente, marca el acontecimiento astronómico que les da existencia y nombre. Así tenemos que Yule es el día más corto del año o solsticio de invierno, generalmente el 20 o 21 de Diciembre; Litha, el día más largo del año o solsticio de verano, el 21 o 22 de Junio; Eostre u Ostara, el equinoccio vernal (de primavera), alrededor del 21 de Marzo, y Mabon, el equinoccio de otoño, alrededor del 21 de Septiembre, intercalándose entre las festividades del fuego, llamadas así por la costumbre de encender hogueras en esas fechas, que son: Imbolc o leche de oveja, a comienzos de Febrero; Beltane o Día de Mayo, a primeros de dicho mes; Lammas o Lughnasadh, a principios de Agosto con la cosecha de granos y Shamhain, la fiesta de l@s ancestr@s, a finales de Octubre.

Colocando estas festividades en la Rueda de la Dama de Avalon y las Morgens, según acontecen, quedan de la siguiente forma:

Samhain: 31 de octubre/1 de noviembre
Yule: 21-22 de diciembre
Imbolc: 1 de febrero
Eostre: 21-22 de marzo
Beltane: 1 de mayo
Litha: 21-22 de junio
Lammas: 1–2 de agosto
Mabon: 21-22 de septiembre

En cada una de las festividades de la sagrada rueda del año de Nolava y las Morgens, podemos encontrarnos con una de las manifestaciones de la Dama de Avalon y con una Morgen, puesto que ellas eran, y siguen siendo, especialmente honradas y celebradas en esas fechas, aunque son tenidas en cuenta durante toda la anualidad.

Centrémonos ahora un poco más detenidamente en Beltane, la fiesta celta del fuego, el comienzo del verano y la fertilidad, con la que nos encontraremos en los próximos días.

BELTANE: LA FIESTA CELTA DEL FUEGO, EL COMIENZO DEL VERANO Y LA FERTILIDAD: 1 DE MAYO

Beltane, también conocida como el Día de Mayo y el Primero de Mayo, es la fiesta celta del fuego, la fertilidad y el comienzo del verano. Tradicionalmente se celebraba en Irlanda, Escocia, Galicia y la Isla de Man. En muchos puntos de estos lugares, aún sigue celebrándose y por eso ha llegado hasta nuestros días. Uno de los lugares en los que esa tradición se mantuvo viva es Glastonbury, donde en el plano etéreo de quinta dimensión se encuentra la mítica ciudad de Avalon, hace siglos presente allí de manera material.

Beltane se celebra durante ese día de Mayo, generalmente a partir del atardecer, y también cuando las flores cubren el árbol de Mayo. Al ser una festividad relacionada con la fertilidad, tanto de la tierra misma como de la humanidad, es también el momento del Hombre y de la Mujer Verdes, Jack in the Green, Robin de los Bosques y Marian. Los espíritus del bosque están disponibles en todos los espacios naturales para que nos comuniquemos con ellos y la savia de la vida renovada tras los meses fríos del invierno también se prepara para recorrer el cuerpo de todo aquello que está vivo, incluidos los seres humanos.

Beltane es un tiempo de sensualidad desenfrenada, motivo por el que durante siglos, su celebración era evitada por las iglesias cristianas, de corte más puritano. Conmemoradas con el uso de símbolos fálicos, como el Palo de Mayo y las coronas de flores que lo adornan, las Fiestas de Mayo también se caracterizan por sus imágenes de sexualidad, que testimonian sus orígenes como festividad de la fertilidad. La resistencia del pueblo a la celebración de Beltane marca esta fiesta como una tradición de desobediencia a la autoridad. El Primero de Mayo también celebra los derechos de la gente trabajadora y del trabajo mismo en la mayor parte de occidente, marcando también una fecha anual de manifestación y protesta callejera para l@s ciudadan@s europe@s.

Beltane es también un tiempo para comunicarnos con los espíritus del bosque y pedirles que nos ayuden a fertilizar nuestra vida, tanto para concebir un/a hij@ como para concebir y llevar a término cualquier proyecto que queramos emprender y ver completado. Es igualmente una época para hacer promesas, sellar compromisos y honrar la sensualidad, propia y ajena, que es mucho más que la sexualidad y su manifestación.

Era costumbre durante la fiesta de Beltane, asegurar la bonanza de la tierra y de las cosechas para todo el año que en ese momento comenzaba para l@s celtas, y antes que ell@s para otras culturas antiguas, mediante una unión sagrada entre una joven virgen y un guerrero que superaba una prueba y podía, como recompensa, yacer con esa joven y engendrar un/a hij@, una nueva vida, como símbolo de esa nueva vida que le esperaba a la Tierra misma desde ese momento. En ocasiones, el hombre era sacrificado tras esa unión, considerando que su sangre era la semilla que la Tierra necesitaba para regenerarse y seguir creciendo. Durante esas ceremonias de unión sagrada, la mujer y el hombre no se conocían, ni tampoco podían verse durante el momento de unir sus cuerpos, como una señal más de que lo importante era la unión misma en sí y la criatura que de ella nacería unos meses después en relación con la fertilidad de la tierra y del pueblo, quedando al margen lo que las personas que directamente participaban en ella pudieran sentir y que también vivían como un ofrecimiento a la Divinidad y a la Vida misma.

La joven virgen casi siempre era una sacerdotisa de la Diosa, especialmente elegida para ese fin y el hombre alguien capaz de superar todas las pruebas necesarias para merecer estar con ella. A menudo, ese hombre también era alguien especial porque, o bien tenía sangre real o bien era el propio rey del lugar, a menudo desconocido hasta ese momento y siempre mantenido en el anonimato. Estas ceremonias las organizaban los sumos sacerdotes y las sumas sacerdotisas quienes, en cierto sentido, tenían la capacidad de manipular los acontecimientos y de provocar determinadas uniones entre la sacerdotisa elegida y el hombre que superaba las pruebas, con la intención de obtener el bien del pueblo en forma de fertilidad y salud para toda la población y para los lugares que habitaban, dejando con ello al margen los sentimientos y las vivencias de los protagonistas de la unión que solía tener lugar en lo profundo y solitario de una cueva, rodeados de fuego por dentro y por fuera, ya que las antorchas y los hogueras acompañaban a estas celebraciones, por ser también Beltane una fiesta del fuego.

En Beltane, el sureste de la sagrada rueda de Nolava y las Morgens, nos encontramos con Nolava la Amante y Nolava la Virgen, siendo Thetis la Morgen que corresponde a este punto cardinal y festividad.

Este año, el día inmediatamente anterior a Beltane, el sábado 30 de abril, a las 22:28 horas de Iberia peninsular, será el Novilunio de Tauro, a 10º 28’ de este signo. La nueva lunación irá acompañada de un eclipse parcial de Sol, que será visible en el sureste del Pacífico y el sur de Suramérica. Hay un escrito sobre esta Luna en este mismo sitio web.

¡¡FELIZ Y FÉRTIL BELTANE 2022 PARA TOD@S!!

María Sánchez-Villacañas de Toro

Psicóloga Colegiada M-02604

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© María Sánchez-Villacañas de Toro (Madrid, jueves 29 de abril de 2022)

20 abril, 2022
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS Y LAS CUATRO LLAVES DE LA REVELACIÓN

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LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS Y LAS CUATRO LLAVES DE LA REVELACIÓN

Apocalipsis significa revelación. ¿Revelación de qué? De las verdades y las posibilidades que se encuentran guardadas en nuestro interior, tanto física como metafísicamente hablando. Para que esas verdades sean reveladas, y la luz que somos salga al exterior, primero hemos de rebelarnos, es decir, plantarle cara a nuestro lado oscuro, iluminarlo y disponemos a extirpar de raíz nuestros complejos, traumas, negatividad, tristeza, procastinación, ausencia de persistencia y determinación, así como todos aquellos patrones, programas y conductas que nos mantienen anclad@s a lo que no somos, frenando nuestra apertura y avance hacia lo que sí somos y estamos en condiciones de llegar a ser: luz, amor, sabiduría, verdad, belleza, bondad, creatividad, prosperidad, paz y demás cualidades de vibración energética superior.

La rebeldía ante todo eso que merma nuestras posibilidades, es un acto quirúrgico que abre nuestro ser, llegando hasta su núcleo más interno y profundo, para que todo aquello que ya esté muerto y putrefacto, sea purificado, liberado y trasmutado en vida, pasando entonces del reino del yo terreno, al reino de nuestro verdadero y eterno YO SOY, que siempre estuvo ahí, esperando nuestra llegada, que no es otra cosa que la elevación de nuestra frecuencia vibratoria, para estar en la misma sintonía que la suya y comenzar a recibir, desde su infinita y rica fuente de amor y sabiduría, todas sus bendiciones.

El libro del Apocalipsis, atribuido a Juan de Padmos, menciona en su capítulo sexto, cuatro jinetes despiadados y potentes que perjudican a la vida y, como copartícipe de ella, también al ser humano y a todo cuanto, en una forma u otra, existe en el maravilloso y sagrado planeta en que habitamos. Esos jinetes son la muerte, la guerra, el hambre y la conquista. Cada uno de ellos va montado en un caballo:

Caballo blanco: Está montado por el jinete de la conquista
Caballo amarillo bayo: Está montado por el jinete del hambre
Caballo rojo: Está montado por el jinete de la guerra
Caballo negro: Está montado por el jinete de la muerte

Si hubiera un quinto jinete ese sería, sin duda, el miedo, el más peligroso y devastador de todos puesto que, cuando hay miedo, el amor está ausente y, como consecuencia, los seres humanos se vuelven peligrosos, tanto para ellos mismos como para sus congéneres y para la vida en su conjunto. La forma más habitual y común de manejar el miedo es el control, mas no un control justo, sensato, inteligente y adecuado, sino un control excesivo que, por lo general, también va acompañado de autoritarismo y cuando éste aparece, las libertades y los derechos humanos, incluso los más básicos, naturales y primordiales, comienzan a ser agredidos y mermados, cuando no directa e ilegítimamente eliminados.

Ese jinete del miedo ha estado, y todavía está, detrás de los otros cuatro, sosteniéndolos, alentándolos y alimentándolos. De no ser así, éstos no existirían y, en caso de existir, su influencia y su incidencia serían prácticamente inapreciable. La buena nueva es que su hegemonía, la de los cinco, felizmente está llegando a su fin, si no murió ya de forma definitiva a manos del jinete del caballo negro, gracias a que el amor, jinete opuesto al miedo, es el único que en verdad existe, el único que en verdad puede dar vida y mantenerla fuerte y reverberante para tod@s y para todo como, a pesar de la larga y ancha historia de los otros cuatro, ha seguido ocurriendo. La mayor prueba de ello es que aquí estamos, todavía sobre la faz de la Tierra, progresivamente más transformad@s, sabi@s, amoros@s, pacífic@s y elevad@s, por mucho que las apariencias, que sólo son meras ilusiones y hologramas de la realidad última, pretendan hacernos creer, e incluso convencernos, de lo contrario. Al final, la luz siempre se hace presente e ilumina la oscuridad, cuya misión más importante es impulsar a la luz, ya que ambas laboran juntas, cada una con sus propios instrumentos y llegando a distintos resultados, por la sencilla razón de que son las dos polaridades del espectro de la luz.

En los últimos meses, y me refiero a los transcurridos entre principios de 2020 y el día en que estoy escribiendo este artículo, a mediados de abril (el mes que abre) de 2022, han sido muy mencionados otros cuatro jinetes apocalípticos que, lejos de cumplir la labor que les hubiera correspondido realizar en favor de la humanidad y la vida en la Tierra, hicieron justamente lo contrario, empleando sus fuerzas para crear múltiples y variadas dificultades, en vez de utilizarlas para crear múltiples y variadas oportunidades y posibilidades. Esos cuatro nuevos, y viejos, jinetes no son otros que la economía, la ciencia, la política y la religión, que también implicaron y llevaron consigo conquista, hambre, guerra y muerte. Sinceramente, por todo lo que ahora sé, y que está tan disponible para tod@s como para mí, considero que la religión, mal entendida y peor manejada, ha sido la más perjudicial de esos cuatro viejos jinetes disfrazados, para confundir y despistar, con nombres nuevos, además de su verdadera cabeza pensante, organizadora y dirigente. No es momento ni lugar para analizar esto de forma profunda, ni la pretensión de estas líneas hacerlo. Sólo lo menciono con el propósito de que sirva para reflexionar e investigar, a quienes todavía no hayan accedido a esa información y quieran conocerla. Nadie puede hacer por nadie lo que cada un@ de nosotr@s está en condiciones de, y puede, hacer por sí mism@. Quien tenga oídos que escuche y quien tenga ojos que vea. Y quien no, ya lo hará más adelante. Nadie se quedará sin ver ni escuchar la verdad, por muchas vueltas, o vidas, que le lleve llegar a ella.

Muchos han sido, por distintos motivos, los pueblos conquistados y dominados por otros pueblos, a lo largo de la historia humana. Creo que ningún país o territorio se ha librado de ello. Incluso los países que no han sido conquistadores de otros, sí han ejercido ese afán de conquista de manera interna y unas comunidades eran invadidas por otras. Todavía hoy sucede esto, aunque como dije antes, está a punto de terminar de manera definitiva. En el ámbito privado, el impulso hacia la conquista también existe, ya que todavía hay personas que quieren ejercer su poder sobre otras, por diferentes razones. Si hay deseo de conquista, cualquiera de esas razones será inválida e ilegítima. Ese deseo de conquistar, es una de las causas que ha llevado a unos pueblos a luchar contra otros, dando así origen a las guerras, y no sólo a las que se realizan con armas. Hay otras muchas maneras de guerrear, visibles y silenciosas, e igualmente causantes de dolor, destrucción, pobreza, enfermedad y muerte. El hambre es una de esas maneras silenciosas de eliminar gente. Cada día perecen por su causa millones de personas en el planeta. Resulta paradójico que en un lugar tan fértil, abundante y rico en recursos como la Tierra, todavía hoy, en el siglo XXI, siga muriendo gente de hambre en una buena parte de su territorio, mientras que en muchos otros lugares, la comida se tira a la basura y se destruye, por no decir que también se consume en exceso y sin necesidad.

Si miramos a estos jinetes de una manera proactiva, que es el propósito de estas líneas, entonces podremos cabalgar sobre sus monturas y pasar, por dondequiera que vayamos, de la destrucción a la construcción, de la devastación y de la muerte, a la creación y sustento de la vida, obteniendo recursos y medios para todo, desde lo más básico hasta lo más elevado, pasando de la simple supervivencia a la vida verdadera, pues para eso estamos aquí, para vivir con alegría y plenitud, prosperidad y abundancia material. No hemos venido a sobrevivir ni a quedarnos en los puestos más bajos de la pirámide, sino a escalarla hasta su vértice superior y, una vez ahí, comenzar a levantar una nueva y diferente, en una octava más elevada, mientras nos relacionamos con nuestros semejantes y observamos, con felicidad y alegría, que tod@s y cada un@ de ell@s logran estas mismas empresas, en el momento del tiempo y del espacio que es adecuado y preciso para ell@s.

En esa visión proactiva y según mi criterio, los cuatro jinetes y caballos apocalípticos, quedan transformados en las siguientes llaves de revelación:

Jinete y caballo rojo. Representan la lucha sagrada dentro de un@ mism@, esa que se produce entre nuestro lado más oscuro y nuestro lado más claro, con el propósito de llevar luz a la oscuridad, ver lo que en ella hay de valioso y, después, atrevernos a ponerlo en marcha para manifestarlo en el mundo. De esta lucha sagrada hablan todas las sabidurías del planeta, todas ellas malinterpretadas por la mente excesivamente terrestre y alejada de su esencia celeste que, por su afán de poder, creyó que esa lucha tenía que realizarse con alguien externo, con la intención de causar su muerte y quedarse con todos sus bienes. El rojo es el color de la vida y de la sangre, el líquido elemento donde se encuentra nuestro código genético divino y estelar, además de humano y terreno, que lleva consigo toda la herencia que nos corresponde y que la Fuente Creadora nos entregó cuando creó nuestro ser a su imagen y semejanza.
Jinete y caballo negro. Representan la muerte de lo que ya está obsoleto, de lo que ya dejó de cumplir una función transformadora y evolutiva en nuestra vida, de aquello que ya no nos proporciona avance, alegría, bienestar ni felicidad, por mucho que, quizá, sí proporcione cuantiosos y sustanciosos bienes materiales. Todo cambio, toda transformación, toda metamorfosis, precisa y lleva consigo un proceso de muerte, no necesariamente física aunque sí psicológica, energética, de pensamiento, sentimiento, actitud, acción y relación. Si no dejamos morir y marchar, con agradecimiento y amor por todo cuanto nos proporcionó, lo que ya no encaja ni casa con nuestro estado evolutivo actual, pocas construcciones nuevas podremos levantar y disfrutar. No se puede echar vino nuevo en odres viejos, porque se estropearía y perdería su prístino sabor. El negro es el color de la tierra, útero y tumba que transmuta todo cuanto sembramos o depositamos en ella, cuidándolo y alimentándolo amorosamente, hasta que llega el momento de salir a la superficie, para ser lo que esa semilla ha de ser: un manzano, una rosa, una zanahoria…, o convirtiéndolo en materia prima para un uso posterior.
Jinete y caballo amarillo bayo. El amarillo, el dorado y el anaranjado claro son colores relacionados con el sol, que puede presentarse con una de esas tres tonalidades en distintas épocas y momentos del día o del año. En el sistema solar en el que vive, habita y orbita la Tierra, el sol es el astro rey, la estrella diurna del firmamento, al igual que la luna es la estrella y la reina de la noche, que toma el relevo de su estelar esposo cuando éste se retira a descansar, alumbrando el cielo nocturno, para que no se quede en completa oscuridad. Las hijas de ambos: las estrellas, acompañan y apoyan a su madre en su cotidiana tarea. Más allá de ser la estrella más brillante del sistema en que habitamos, el sol es una de las muchas representaciones y manifestaciones de la fuente eterna de la vida que, además de crearnos, también nos cuida, alumbra, calienta y alimenta. En algún momento del tiempo y del espacio, los seres humanos nos convertiremos en seres solares o, lo que es lo mismo, en soles que brillan con luz propia. Esa es nuestra procedencia y, por lo tanto, nuestro destino final, entendiendo por destino la meta y el propósito más elevados y luminosos que hemos de materializar. Un ser solar, como tod@s nosotr@s somos y hemos de llegar a ser, es un ser iluminado y maestro, crístico y búdico, transparente como un cristal e inmensamente sabio, amoroso, creativo, pacífico, próspero, fraternal, bello, verdadero, bondadoso y, por delante de todo, alegre y feliz, capaz de disfrutar de la vida y de danzar con ella, incluso y sobre todo, cuando va vestida con el más feo y harapiento de los trajes, y la música que suena sólo es, en verdad, estruendo y ruido, carente por completo de ritmo, melodía y sintonía. Nada de eso le afecta lo más mínimo. Más bien le invita a potenciar su luz e irradiarla, sabiendo como sabe que ésta, con todos sus componentes, todo lo puede transformar y embellecer. Buda, Yeshua, Odín, Osiris…, son ejemplos masculinos de ese tipo de seres, o soles. Isis, Kuan Yin, María, Myriam…, son ejemplos femeninos. Tod@s, mujeres y hombres, estamos destinad@s a convertirnos en soles, y hemos venido a la Tierra para brillar con luz propia en ella, sin temerla ni esconderla. Si lo hiciéramos, privaríamos a la vida de esa luz y, sobre todo, nos privaríamos a nosotr@s mism@s de nuestro brillo esencial y, como consecuencia, nos mantendríamos en la oscuridad, y no es eso lo que la Fuente Creadora tiene preparado y planificado para nosotr@s. Para ese viaje tan corto no nos hubiera creado, ni nos hubiera infundido su luz. Nos creó para trayectos largos y expansivos en los que poder irradiar esa luz, como hacen todos los soles de todos los sistemas, para que libremente sea tomada por quien la quiera recibir y quien no, tendrá que colocarse un sombrero o salir a la calle con sombrilla, mas no esperar o pretender que el sol deje de alumbrar porque no le apetezca, o le parezca inoportuno, recibir su luz.
Jinete y caballo blancos. El blanco es el color de la luz pura y primigenia, que llega hasta la Tierra refractada en los siete colores del arco iris, otro de los códigos y frecuencias de los seres solares, búdicos y crísticos, ya sea que en la experiencia terrestre, estén encarnados como mujeres o como hombres. En verdad, hay muchos más que siete colores, si bien todavía no son perceptibles para la mayoría. Por su relación con la pureza, el blanco tiene que ver con lo más auténtico, inmaculado y genuino de nuestro ser, cualidades imprescindibles para conquistar los más elevados lugares y llevar a cabo los más significativos propósitos que, sobre todo, tienen que ver con nosotr@s mism@s, nuestra transformación constante y nuestra evolución, tanto en el ámbito humano y terreno como, sobre todo, divino y cósmico. No existen reinos ni territorios más esenciales que conquistar. Tampoco tesoros más valiosos que encontrar, compartir y disfrutar.

En esta visión proactiva y reveladora del apocalipsis, el quinto jinete sería el amor, en todas y cada una de sus manifestaciones: philia, eros y agapé. Su montura, seguramente un unicornio, sería transparente como el cristal.

El amor no sólo es la cara opuesta del miedo. También, y sobre todo, es el único código, la única frecuencia, el único programa y la única vibración capaz de transformar, embellecer, elevar y sanar cuanto sea necesario, la única fuente de salud duradera, el único proveedor de todo cuanto precisamos para nuestro caminar terrestre, al igual que para nuestra evolución y avance celestes. Cuando el amor está presente, el miedo no tiene cabida. Lo mismo sucede al contrario. Si hay miedo, la puerta del amor se cierra, impidiendo que éste pase y modifique lo que hay detrás de ella. Mas su potencia es tan elevada, que a la mínima oportunidad, entra y toca todo cuanto se encuentra. Lo mismo ocurre con la luz, por diminuta que sea. Se cuela por la más mínima rendija y brilla en medio de la oscuridad más profunda.

Cabalgar con el amor como montura es compatible, y completa, las acciones correspondientes a las cuatro llaves de revelación mencionadas. Además, las alienta, las alimenta, las sostiene y las potencia. Entonces, la vida entera se abre a nuestro paso y nos rinde pleitesía, por la sencilla razón de que actuamos a su favor y para su más alto beneficio, sea como sea que esa vida se manifieste, e incluso cuando está cubierta de miedo y oscuridad. Ni siquiera cubierta con estas cáscaras, la vida deja de estar presente ni de existir, y en cuanto el afilado cuchillo del amor retira esa cubierta, de nuevo se manifiesta en su original y primigenio esplendor.

Para finalizar, y como tarea para el hogar, cito las cuatro fases alquímicas con las que también podemos relacionar a estos caballos y sus jinetes: nigredo, rubedo, albedo y citrínitas. En amor y gratitud, bendiciones y alegría para tod@s

María Sánchez-Villacañas de Toro

Psicóloga Colegiada M-02604

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(C) María Sánchez-Villacañas de Toro (Madrid, miércoles 20 de abril de 2022)

Esta información está protegida por las Leyes Universales. Puedes usarla y compartirla, siempre y cuando cites su procedencia y autoría. De ese modo, dichas Leyes actuarán a tu favor, igual que lo hacen para el mío. Gracias infinitas y bendiciones.

23 marzo, 2022
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

ÁVALON CÓSMICO Y HUMANIDADES ANTERIORES

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ÁVALON CÓSMICO Y HUMANIDADES ANTERIORES

No somos originari@s de la Tierra, sino que fuimos sembrad@s aquí por seres de otros planetas y sistemas estelares. Todo viene del Cosmos y, por consiguiente, no sólo es una metáfora ni una frase bonita que estamos hech@s con polvo de estrellas. Es una realidad que, cada vez más, está saliendo a la luz, y está siendo admitida por un número progresivamente mayor de quienes poblamos la joya azul que aquí llamamos Tierra.

Ávalon es una puerta estelar planetaria, a través de la cual es posible establecer contacto y comunicación con nuestr@s herman@s de otros planetas y estrellas, especialmente de las Pléyades, como yo misma he experimentado, aunque también de otras gracias a que, tanto en el paisaje terreno como de forma etérea, la Isla de las Manzanas está rodeada y soportada por un templo sagrado, conocido como Zodíaco de Glastonbury, a través del cual se realiza esa conexión.

Todo, en origen, es energía divina y cósmica. Posteriormente, a medida que va descendiendo por los diferentes planos y dimensiones, se va convirtiendo en material aunque, en verdad, la materia es sólo una ilusión. Todo entra por la parte superior del planeta, que en nuestro ámbito llamamos Norte, Bóreas y Septentrión: Islandia, Países Nórdicos, Islas Británicas, Norte de Asia y del Éste de Europa… De ahí que, el Ávalon Cósmico, se relacione tan estrecha y profundamente con las humanidades anteriores a la actual, mucho más por los valores que representa y los códigos de información que porta, que por el aspecto físico y terreno. Si bien es en éste donde tendremos que abrir la puerta y comenzar a caminar por su legado, abriendo nuestro ADN, recordando quién en verdad somos, recuperando la conexión con ello y manifestándolo.

A medida que se caigan los velos que todavía cubren la verdad, iremos conociendo más profundamente nuestro origen y procedencia. Mientras tanto, y sólo como información general, para no perdernos en el pasado ni añorarlo, éstas son las humanidades que, con los datos disponibles ahora, poblaron la Tierra en el comienzo de la vida en ella, hace millones de años:

Humanidad Polar
Humanidad Hiperbórea
Humanidad de Mu o Lemuria
Humanidad Atlante
Humanidad Aria

Lemuria tenía como propósitos principales desarrollar la conexión con el corazón y de la sabiduría que proviene de él, además de cultivar la energía divina femenina y entrenar la capacidad para recibir la luz directamente de la Fuente e introducirla en el cuerpo humano. El proyecto Atlantis buscaba la conexión con la mente y el desarrollo de la inteligencia que proviene de ella, además de cultivar la energía divina masculina. En la humanidad actual, la aria, se trata de la unión de esos dos proyectos anteriores, dentro de un cuerpo físico y material, encarnado en una dimensión de máxima densidad. Estamos llegando ya a ese punto de evolución, si bien todavía no lo hemos alcanzado. Con ese nuevo salto evolutivo, nos encaminaremos hacia la sexta: la Humanidad Crística, Solar o Búdica que, en su momento, dará paso a otra aún más avanzada, puesto que la evolución no sólo es permanente y omnipresente. De hecho, es lo único que siempre sucede. Involucionar.es imposible y no está contemplado por la Divinidad.

Traigo aquí esta reseña sobre las humanidades anteriores, únicamente para situar la trascendencia de Ávalon respecto a esa evolución, y no porque piense que van a volver o a resurgir. El mejor tiempo es el presente, ya que es en él donde realmente podemos hacer algo que cambie el curso de los acontecimientos. El pasado ya se fue y el futuro aún no ha llegado. En cambio, el presente, es un amigo fiel que siempre nos acompaña, y no nos deja ni un solo instante de nuestra vida. Por lo tanto, tal y como yo lo siento, se trata de recordar, recuperar la memoria y retomar la sabiduría que, durante siglos, estuvo velada, vetada y tergiversada para la mayor parte de la gente, trayéndola al momento presente y actualizándola ya que, por mucho que por fuera parezca otra cosa, lo cierto y verdad es que ahora, en este momento del tiempo y del espacio en que nos encontramos, estamos infinitamente más avanzad@s y evolucionad@s de lo que lo estuvimos con anterioridad. Hemos pasado por un sin número de experiencias que, si bien externamente hemos considerado negativas, nos han llevado a un desarrollo que no teníamos cuando estuvimos en Atlantis, Lemuria, Hiperbórea, Egipto o cualquier otro lugar del planeta y momento de la humanidad. Ya sabemos qué no hemos de hacer, porque no es evolutivo, ni individual ni colectivamente. Ya sabemos que las polaridades sólo conducen a la separación, la segregación y la división. No obstante, es necesario experimentarlas para llegar a esa comprensión y entendimiento y, después, trascenderlas y tomar el camino del medio, el camino de la integración, el tercer polo que incluye lo más elevado y útil de cada uno de los extremos, construyéndose así, en cualquier ámbito, múltiples sagradas trinidades, uno de nuestros potenciales, porque nosotr@s, los seres humanos, también somos trinitarios, al igual que lo es el planeta en el que habitamos.

¿Qué relación hay entre Hiperbórea, Lemuria, Atlantis, Egipto y Ávalon? ¿Cómo es posible que el pueblo celta y el hebreo del origen tengan tantos puntos de semejanza? ¿Por qué y para qué Ávalon fue tan significativa para nuestra evolución, lo es todavía en el presente, y lo será aún más de aquí en adelante? Ávalon, la Isla Cristal, es un lugar crístico/cristalino. En sus parajes, donde siempre reina la primavera y los campos proporcionan suculentos frutos, se conservó en su formato original, todo lo que desapareció de la faz de la Tierra, especialmente tras el hundimiento de Atlantis, si bien no sólo de allí. También toda la sabiduría de la naturaleza y de la energía femenina, junto con todos los registros planetarios de la espiritualidad, entre los que figuran los de las dos primeras humanidades: la polar y la hiperbórea, cuyas enseñanzas permanecieron vivas en los pueblos de la parte más alta del planeta, habitualmente llamada Polo Norte, que es por donde todo entra a la Tierra, siendo por el llamado Polo Sur por donde todo sale. Ahora mismo, y sabiendo lo que sé, cada vez le veo menos sentido a esa nomenclatura polar. Algo me dice que es incorrecta. No sé explicar por qué. Es únicamente una intuición y una impresión muy personal, que no puedo argumentar en modo alguno. Me sucede lo mismo respecto a la forma del planeta.

Si asemejáramos Avalon con un tetraedro o pirámide: geometría formada por tres triángulos equiláteros y una base cuadrada, podríamos situar en ella los cuatro linajes siguientes:

Linaje Azul: Seres de las estrellas que vinieron a la Tierra, y todavía viven en ella, en un formato distinto al humano, mas no por ello de menor inteligencia y capacidad
Linaje Rojo: Seres de la Tierra interna, pueblos indígenas de todos los continentes y razas más su legado, espíritus y seres elementales que dan forma a, y cuidan, los cuatro elementos terrestres
Linaje Blanco: Seres humanos que, gracias a su evolución, trascendieron la experiencia terrestre y ascendieron a una frecuencia más elevada, por lo que pudieron llegar hasta la Isla Sagrada, en las dimensiones quinta y sexta, al dejar su cuerpo terrestre. Algunos de esos seres permanecen ahí, sosteniendo y fortaleciendo los códigos de Ávalon, mientras que otros accedieron a otras dimensiones y cometidos
Linaje de la Humanidad: Seres humanos actuales en proceso de ascensión y cristificación, es decir, de evolución a una octava superior de la conciencia, la consciencia y su manifestación en el plano terreno, mientras conservamos el mismo cuerpo físico y nos mostramos como seres crísticos: seres completos, transparentes y de frecuencia vibratoria elevada

Los tres primeros linajes, forman las tres caras laterales de la pirámide. El cuarto está en la base, y está llamado a ser un compendio físico y metafísico de ellos, en una octava de evolución superior, junto con una expresión conjunta de todo lo que fue logrado en los proyectos humanos y terrenos que precedieron al nuestro.

Para lograr ese proceso de ascensión, que en realidad es de elevación de la conciencia, transformación y avance hacia el interior, es imprescindible haber alcanzado, entre otras muchas cosas, un completo equilibrio de todas las polaridades, y actuar siempre teniéndolo como base y fundamento, eliminando cualquier resquicio de baja vibración, ya sea en forma de pensamiento, palabra, emoción, actitud o conducta. Es decir, una vez ha sido alcanzada la impecabilidad en todos los sentidos y aspectos del ser, una vez reconocidas e integradas las dos polaridades que nos conforman, viviendo con todo esto como estandarte y báculo de poder, ya que no hay mayor poder que el que emana de una mente en calma y un corazón amoroso. Ante semejante poder, todas las luchas se detienen, todas las iras se aplacan, todos los velos se caen y lo único que permanece es la verdad desnuda, cristalina y transparente, el más brillante y pulido espejo en el que cualquiera desea mirar y verse reflejad@, convirtiéndose al mismo tiempo en un magnífico cristal para reflejar a l@s demás.

Nada desaparece de la Vida, aunque sí lo haga de nuestra vista física. Por otra parte, además de las ciudades de la superficie en la que nos encontramos como human@s encarnad@s, existen también ciudades internas, etéreas y acuáticas, todas ellas formando parte del mismo planeta Tierra y comunicándose entre sí. En cada una de estas ciudades existen seres muy evolucionados y avanzados, al igual que otros que no lo están tanto, como también sucede en la superficie. Esos diferentes seres, pertenecen también a distintas razas estelares que, en su día, hace ya mucho tiempo, obtuvieron permiso para habitar en esta biblioteca viviente y experimentar su evolución en ella, de la misma manera que nuestra esencia original, procedente de la Fuente Creadora, lleva a cabo sus propias experiencias humanas y terrenas aquí, sin dejar de ser nunca la chispa divina y cósmica que es. Esto quiere decir que las especies que nosotr@s llamamos minerales, vegetales y animales, siguen existiendo en esos otros ámbitos dimensionales de la Tierra, una vez han completado su propósito en ella y trascienden, por consiguiente, su estancia en la materia. Todo es mucho más profundo y sagrado de lo que antaño creímos que era. No sólo lo somos nosotr@s, los seres que caminamos erguidos sobre dos piernas. También lo son nuestros hermanos del reino mineral, vegetal y animal, además de todas las expresiones de Gaia: los mares, los ríos, las montañas, los bosques… De hecho, todos ellos son mucho más antiguos que nosotr@s y fueron quienes nos precedieron para darle a este maravilloso planeta una estructura en la que l@s human@s pudiéramos habitar, vivir y experimentar.

Agartha y todas sus ciudades del interior de la Tierra, repartidas por toda ella, también pueden ser visitadas desde Ávalon, siempre y cuando sus habitantes lo permitan, y nosotr@s nos encontremos en la vibración y la frecuencia energéticas adecuadas. La misma Isla de Cristal está en las dimensiones quinta y sexta de Agartha, manteniendo vivos y pulsantes sus programas, códigos y frecuencias, todos ellos grabados y archivados, en formato software, en tres geometrías sagradas que, quienes habitamos en la superficie, llamamos Santo Grial, Excalibur y Bastón de Mando. El Santo Grial es el Cáliz Sagrado de la Divina Femenina. Excalibur es la Espada de Poder del Divino Masculino. El Bastón de Mando, Cetro de Poder o Báculo, es la vara en la que ambas energías se unen y operan en perfecta sintonía. Esta trinidad de geometrías, también está instalada en las doce hebras de nuestro ADN, para dar compostura a nuestra sangre real: la sangre de los seres sagrados y crísticos/cristal que somos. Cuando esas doce hebras están ya activadas, surge la décimo tercera, una especie de cinta energética que, sin atarlas, las une y mantiene unidas a todas. No sé, todavía, si tod@s portamos en nuestra sangre y nuestro código genético el software crístico. Puede que sí y puede que no. Para mí es intrascendente. No obstante, portándolos físicamente o no, sí estoy segura de que tod@s podemos cristificarnos y convertirnos en seres cristalinos. Fue una de las muchas enseñanzas que Yeshua vino a recordar, uno de los distintos softwares que vino a actualizar, y una pretensión para todos los proyectos humanos de los que descendemos, siendo en el Reino de Ávalon donde todo permaneció con la misma belleza, bondad y verdad del origen, sin contaminación, corrupción ni manipulación, gracias a que su ascenso dimensional, se produjo antes de que eso sucediera en otros lugares de la Tierra.

He de mencionar igualmente, que el vínculo entre las enseñanzas crísticas y druidas, es muy profundo. El mismo Yeshua y su tío materno José de Arimatea, por citar sólo dos ejemplos de ese linaje, fueron destacados Archidruidas, además de grandes unificadores de ambas sabidurías y tecnologías energético-espirituales, que también incluían las propias de la tradición hebrea más antigua y prístina. Gracias a ello, también hubo en aquel tiempo, una agrupación y actualización de los saberes mediterráneos, asiáticos y septentrionales del planeta, que dio lugar a un enriquecimiento de todos ellos y, posteriormente, a una expansión por el resto de la Europa de la época, constituida de manera muy distinta a la actual, desde donde llegaron después al continente americano, que contaba con sus propias tradiciones de sabiduría, y sus propias tecnologías energéticas y espirituales, conservadas hasta la actualidad. Antes de que Atlantis desapareciera físicamente del planeta, no así del Libro de la Vida o Registro Akáshico planetario, donde todo lo que existió sigue existiendo en forma de energía, varios grupos de sacerdotisas y sacerdotes atlantes, además de otras gentes de su confianza, salieron del lugar con una buena parte de la información y la tecnología con la que contaban. Uno de esos grupos se dirigió hacia Egipto, otro hacia el Tíbet, y el tercero hacia América. Ávalon, como dije más arriba, ya había ascendido a las dimensiones quinta y sexta con anterioridad al hundimiento de Atlantis, por lo que su sabiduría y tecnología espiritual, herederas de las humanidades polar e hiperbórea, permanecieron intactas, especialmente en cuanto al reconocimiento de, y el respeto por, la Divina Femenina, una de cuyas más visibles manifestaciones y encarnaciones era, y sigue siendo, la Naturaleza, Diosa y Madre terrena que nos acoge y nutre cada vez que encarnamos en su reino, aportando la materia prima, necesaria para construir un vehículo con el que el espíritu y el alma se muevan por su territorio, un templo en el que mantenerse cuidados, sostenidos y custodiados. La energía femenina fue derrocada en Atlantis, y si bien toda su sabiduría y creatividad se trasladó a los puntos del planeta mencionados, también en ellos comenzó a decaer hasta hacerse prácticamente invisible. Esto no sólo ocurrió con la Divinidad y con las mujeres. También les sucedió a los hombres y al conjunto de la vida en la Tierra. No obstante, y puesto que aún seguimos aquí, es evidente que no desapareció por completo. Fue conservada en algunos lugares, siendo las dos Islas de Ávalon: en el Sur de Inglaterra una y en Escocia la otra, dos de ellos. Hace ya tiempo que las aguas están volviendo a su cauce, y la cara femenina de la Vida está recuperando el lugar que le corresponde al lado de la masculina. Ambas forman parte de la Fuente y del Adam Kadmón del que habla la Kabalah: el/la Hombre/mujer Arquetípico, el Andrógino Primordial, que es mujer y hombre a la vez, es decir: está formado por un cincuenta por ciento de energía femenina y otro cincuenta por ciento masculina, tal como la Divinidad y todo cuanto dimana de Ella.

Causalmente, la palabra inglesa Glastonbury, localización física de Ávalon, y donde antaño estuvo situada la Isla Sagrada, antes de ser protegida por los velos del Annwn, y mantenida lejos de los ojos que habían perdido la capacidad de mirar con el corazón y el alma, significa cristal (glass) en la roca (stone) enterrado (bury). Una de las formas en que se nombra a Ávalon es, precisamente, como Isla de Cristal. Cristal y crístico tienen la misma raíz. Ambos términos tienen que ver con la transparencia y la verdad ya que, aquello que está situado detrás de un cristal, especialmente si éste está bien limpio y pulido, en modo alguno puede ocultarse. Eso mismo le sucede a un ser crístico: es transparente y brillante como un cristal, nada esconde ni oculta, tampoco tiene segundas intenciones ni dobleces. Lo que muestra, es exactamente lo que es y lo que es, es exactamente lo que muestra. Sin disfraces, trampas, maquillaje ni cartón.

Por todo lo mencionado, y por muchísimo más, que no hay lugar para mencionar aquí, Ávalon es también un punto planetario donde podemos reconectar con nuestra multidimensionalidad esencial, otra de las muchas características de nuestro ADN, directamente copiado de la Fuente e insertado en él, como igualmente lo fueron otros, donados por varias de las razas estelares que existen en la Vía Láctea, Andrómeda, Pléyades, Venus…, incluidos todos ellos en nuestra vasija, que sí es terrena y porta todos los elementos de la Madre Tierra.

María Ávalon

Psicóloga Colegiada M-02604

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21 marzo, 2022
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

LAS 72 TRINIDADES CREADORAS DE LA KABBALAH

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LAS 72 TRINIDADES CREADORAS DE LA KABBALAH

TECNOLOGÍA ENERGÉTICA Y ESPIRITUAL PARA LA TRANSFORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DEL ALMA

La Kabalah es una tradición viva de conocimiento superior, un sistema universal no sujeto a dogmas ni ideologías religiosas, por lo que es perfectamente válido para todas las personas interesadas en el autoconocimiento, la transformación, la apertura de la conciencia, el desarrollo de capacidades y la evolución, tanto en el ámbito espiritual como en el humano.

Si bien las raíces de la Kabalah se remontan a Egipto, Atlantis y mucho más atrás, la tradición kabalística señala a Abraham como el primero que, en la obra que se le atribuye: Séfer Yetsirá: El Libro de la Creación, estableció tanto la metodología, como los principios básicos de esta sagrada herramienta para la transformación y evolución interior, que también produce lindos y suculentos frutos en el exterior. En esa obra, están ya presentes los elementos kabalísticos fundamentales que, no sólo han llegado hasta nuestros días, sino que también siguen teniendo la misma importancia y utilidad que entonces. Se trata, por ejemplo, de los 72 nombres de Dios, las 10 esferas, las 22 letras hebreas, los Arcángeles, los Ángeles y las Esferas Planetarias, las técnicas de meditación y de oración, e incluso las prácticas mágicas y alquímicas. Con todo esto y mucho más, integrado y desarrollado de forma perseverante y continua, es posible lograr un grado de unión tan profundo con el Intelecto Divino, que lleva a materializar eso que en la dimensión terrena llamamos milagros. Después de Abraham, Moisés fue el segundo impulsor significativo de la Kabalah. Detrás de él la practicaron y desarrollaron l@s eseni@s, el linaje en el que nació Yeshua, en su encarnación de hace más de dos mil años. Ahora bien, no sólo el maestro del amor, la paz y el uso justo de la energía era un gran kabalista. También lo fueron much@s de sus parientes más cercanos y, desde luego, sus padres, sus abuelos maternos, su esposa y algun@s de sus hij@s.

En su largo recorrido histórico y evolutivo, la Kabalah ha ido asimilando y adaptando contenidos de otras culturas, tradiciones y pueblos. También ha introducido enseñanzas de la gnosis y la filosofía griega así como, más recientemente, de la psicología junguiana y transpersonal. Por esa capacidad de evolución, integración y adaptación que tiene, la Kabalá se ha convertido, a lo largo del tiempo, en un camino de conexión con la Fuente Divina, como quiera que cada cual la nombre, válido para tod@s, a la vez que independiente de cualquier credo y religión, si bien es cierto que el judaísmo bebió y sigue bebiendo en sus fuentes, siendo a través de esa cultura como antaño fue más conocida.

El símbolo fundamental de la Kabalá es el Árbol de la Vida, un mapa de la conciencia y de la energía, que representa a la Fuente Divina y Cósmica de la Existencia, al Universo y al ser humano, además de la relación que existe entre esta trinidad de la Vida Una, expresadas en la experiencia material y terrestre. Fue a partir del siglo XII, cuando todo el cuerpo de conocimiento delineado en el Séfer Yetsirá, se reestructuró de una manera nueva, sintetizada y simbolizada en lo que hoy conocemos como el Árbol Kabalístico de la Vida, una amplia y enriquecedora síntesis e integración de cinco saberes fundamentales del Conocimiento Perenne o Gnosis, cinco de las más elevadas y avanzadas ciencias sagradas para la evolución, transformación y elevación del alma humana, y de la personalidad terrestre en la que ésta habita en cada encarnación. Se trata del Tarot, la Astrología, la Alquimia, la Numerología y la misma Kabalah, todas ellas relacionadas también con el ámbito psicológico humano. Gracias a esa unidad, y en una única imagen, nos encontramos en el Árbol con una representación completa de la vida y de la Vida, una geometría sagrada que muestra las esferas más sutiles y las más mundanas, así como los distintos caminos y modos de conexión que hay entre ellas, todos disponibles para ser andados, integrados y desarrollados por los seres humanos de carne y hueso, vehículos a través de los cuales la esencia espiritual se manifiesta, sagradas vasijas capaces de conectar con, albergar y manifestar, códigos y frecuencias energéticas de alta vibración, una vez nos hemos liberado de las de menor frecuencia. España, durante la Edad Media, fue uno de los enclaves más significativos para el desarrollo de esta ciencia sagrada, y desde donde se extendió más allá de su territorio.

Cada esfera del Árbol Kabalístico, cuenta con lo que yo llamo cuatro poderes o energías regentes, cuyos apelativos tradicionales son éstos: Nombre de Dios, Arcángel, Coro de Ángeles y Esfera Planetaria. Es decir, existen diez Nombres de Dios, diez Arcángeles, diez Coros Angélicos y diez Esferas Planetarias, que están detrás de, rigen y alientan con su energía particular a las sefirot. Son conciencias espirituales de muy elevado voltaje, y no seres antropomórficos como la mente humana los imagina. Muy sintéticamente, diré que los Nombres Divinos representan la energía o programa esencial de cada esfera y su poder creador. Los Arcángeles son quienes reciben esa energía, la regentan y distribuyen hacia el plano de los Ángeles, que se encargan de configurarla y, posteriormente, la pasan a las Esferas Planetarias, en las que esas energías finalmente toman forma, justo antes de ser materializadas en los distintos planetas y seres que los habitamos. Para unir las esferas entre sí, existen veintidós senderos, representados y regidos por las veintidós letras del alfabeto hebreo, que también son emanaciones energéticas de elevadísimo calibre, canales a través de los cuales pasa la energía, y no letras como ahora las entendemos. De hecho, nada es lo que habíamos creído que era. Todo es mucho más profundo y sagrado.

Cuanto más se retiran los velos que tuvieron tapados y ocultos los misterios de la vida, y más disponibles para tod@s se hacen sus secretos, más comprendemos que, lo que antes llamábamos diosa, dios, arcángel, ángel, maestr@… son, en verdad y mucho más que seres antropomórficos, códigos y programas energéticos, frecuencias de luz, color, número y forma, que vibran a una determinada velocidad. Es decir, un software dentro de un hardware. Dicho de otra manera, tecnología informática de un nivel muy elevado, mas no material sino energética y espiritual que, dicho sea de paso, es la base de aquella, pues sería imposible que los seres humanos inventaran y crearan todos los artilugios que son capaces de inventar y crear, si éstos no existieran ya en su interior. Para ser aún más precisa, si no estuvieran inscritos e incluidos en su código genético, que no sólo es humano sino también, sobre todo, divino y cósmico. Otro software dentro de un hardware. Como es arriba, así es abajo. Como es afuera, así es adentro. Lo que inventamos y creamos es lo que somos, en todos los ámbitos y aspectos de la vida. Cuanto más conscientes somos de esta verdad, más nos ocupamos de inventar y crear lo que potencia nuestros talentos y nos beneficia, en vez de lo que merma nuestras facultades y nos perjudica. Y cuanto más hacemos esto con nosotr@s mism@s, más fácilmente lo irradiamos y expresamos, de manera natural y espontánea, a cuanto nos rodea que, poco a poco, y gracias a esa beneficiosa y benéfica influencia, comenzará también a transformarse en la medida en que haya de hacerlo. Al menos cambiará ante nuestros ojos que, una vez están alumbrados con la luz del corazón y del ser, verán todo de una manera diferente y nueva, infinitamente más hermosa, brillante y armoniosa, siendo esto mismo lo que más atraemos hacia nuestra vida. No hay otro camino salvo el que va de dentro hacia fuera.

Además del software con que cuentan las esferas, los senderos y las letras hebreas del Árbol Kabalístico de la Vida, existe otro aún más potente y poderoso. Se trata de las 72 Inteligencias Creadoras, tradicionalmente llamadas 72 Nombres de Dios. Considero la primera nomenclatura más adecuada que la segunda, ya que transmite más claramente a qué me estoy refiriendo: energías inteligentes, dotadas de unos determinados códigos y frecuencias de información/luz, que les otorga capacidad para crear por sí mismas. No son nombres en el sentido usual del término. Mucho menos entidades concretas y con forma antropomórfica. Cada una de esas 72 inteligencias está formada por tres letras hebreas, dando lugar a 72 llaves que abren, y dan acceso a, los programas que están instalados e incluidos en esas vasijas de conciencia y vida que las letras son, individualmente y en conjunto. Como consecuencia, son herramientas muy valiosas para canalizar esos códigos de información/luz, activarlos, integrarlos, dejarnos impregnar por ellos y usarlos en la vida cotidiana. En la medida en que lo hagamos, las puertas de los Cielos serán abiertas para nosotr@s, y recibiremos por añadidura todo cuanto precisemos para nuestra andadura humana, mientras vestimos el actual traje espacial, con el que nuestra esencia y nuestra alma viajan en la nave Tierra en esta ocasión. El Reino de los Cielos no es otro que nuestro ser multidimensional y cuántico, perfectamente conectado y sintonizado con nuestra personalidad terrestre.

El paradigmático número 72 es un código en sí mismo, que también contiene un programa infor-mático, transmisor y dador de luz con forma, al igual que el 3, número sagrado y alquímico por excelencia: tres letras en cada Nombre, tres versículos del relato del Mar Rojo… 3 x 3 = 9, 3 + 3 + 3= 9, 7 + 2= 9. El 3 y el 9 son dos de las frecuencias creadoras de Tesla. La tercera (de nuevo tres) es el 6, que surge de restar 3 al 9. En mi propia numerología están las tres frecuencias, uno de los motivos por los que tanto sintonizo con ese genio cósmico, que tanto legó a la humanidad y que, como tod@s l@s adelantad@s a su tiempo, fue tan mal comprendido y tratado. ¡Infinitas gracias hermoso ser, y bendito seas dondequiera que estés ahora! Todo es un paquete informático de datos, una geometría sagrada metafísica que, en la máxima densidad de la materia y para que la mente se oriente, tiene una determinada forma material. Los seres humanos de la Tierra también somos un conjunto y banco de datos, unas bibliotecas biológicas vivas, que albergan y manejan distintos tipos de información, pasándolos de continuo a la experiencia, donde quedan archivados y registrados, para enriquecimiento y actualización del banco de datos general, en poder de la Fuente Creadora.

Esas 72 combinaciones de letras, que dan lugar a tantas otras Inteligencias Creadoras, salen de los tres primeros versículos del relato del Mar Rojo, en el que se narra la salida de Egipto del pueblo israelita, en dirección a la Tierra Prometida. Una marcha liderada por Moisés, encargado de llevar adelante la liberación de la misma gente a la que él había contribuido a dominar. Los textos bíblicos originales, sin recortar ni manipular, son textos kabalísticos, cuyas enseñanzas y tecnologías energéticas y espirituales están abiertas a, y disponibles para, tod@s. Otra cosa es lo que las religiones judaica y católica han hecho con esos textos originales. Por otra parte, los relatos sagrados de todas las tradiciones de sabiduría, tienen varias capas y niveles de lectura, comprensión, interpretación y aplicación, para que cada cual reciba de ellos lo necesario, según su grado de consciencia, conocimiento y desarrollo. A medida que éstos se amplían, gracias a la labor continua con un@ mism@, es posible llegar a las capas más profundas y escondidas. Quienes no realicen esa tarea de transformación permanente, se quedarán sólo en la superficie, tomando lo escrito como mera información literal y cronológica. Todo es adecuado y correcto según para quién. Cada cual está donde ha de estar, de acuerdo con su evolución anterior, y todas las alternativas merecen ser respetadas.

La manera en que esos 72 códigos y llaves se formaron es la siguiente: la primera letra del primer versículo, la primera letra del segundo y la primera letra del tercero, forman la primera combinación o tecnología creadora divina, la primera llave inteligente. La segunda letra del primer versículo, la segunda letra del segundo y la segunda letra del tercero, forma la segunda llave creadora, y así sucesivamente hasta llegar a la número 72. Esta tecnología energética y espiritual, de las 72 frecuencias creadoras o llaves kabalísticas inteligentes, la usó Moisés para separar, literalmente, las aguas del Mar Rojo, poder atravesarlo y llegar san@s y salv@s a la otra orilla, librándose así del ejército del faraón, que les pisaba los talones. Las letras hebreas, como las runas, la escritura cuneiforme, los jeroglíficos egipcios y otras grafías, son formas de conciencia-energía-espíritu-ser de muy elevada frecuencia, formulaciones primarias del espíritu, moldes o vasijas que contienen y expresan la energía viva de la Luz Divina, el hálito del Santo y Primordial Espíritu, así que es lógico que tengan ese poder. Para algo son ellas las que forman las 72 Inteligencias Creadoras a las que me estoy refiriendo aquí. Ahora bien, para que la tecnología mencionada hiciera efecto, y realmente fuera realizada esa separación física, Moisés tuvo que entrenarse mucho y muy profundamente. No fue algo baladí, gratuito ni casual, sino el resultado de una gran labor consigo mismo: de autoconocimiento, transformación, transmutación, evolución…, sumada a un profundo conocimiento de las leyes universales y de los elementos, y de la sabiduría egipcia en la que se formó y practicó desde muy joven, por citar sólo lo más relacionado con aquella encarnación.

Por otra parte, las marinas aguas no se separaron así como así, a bote pronto, mientras l@s israelitas estaban frente a la orilla del mar, contemplándolo y esperando tranquilamente a que se abriera. Fue necesario que se introdujeran en las aguas, y caminaran o nadaran por ellas un buen trecho, según su edad y estatura, antes de que el supuesto milagro de la separación se produjera. Y digo supuesto porque sé que, para quien ha llegado al grado de desarrollo interior y conexión con la divinidad, en los que por aquel entonces se encontraba Moisés, llevar a cabo un acto semejante, es tan sencillo y simple como para cualquiera de nosotr@s ducharnos, vestirnos y encender la computadora. Ni más ni menos simple y sencillo que esto. De hecho, tod@s hacemos milagros de alguna clase, aunque a la mente racional no se lo parezca. ¡¿Qué no seremos capaces de hacer, cuando los velos que todavía nos cubren se caigan por completo, y tengamos acceso directo a nuestro verdadero ser y a todo lo que éste lleva en su interior?! Seguro que proezas como esa y otras mayores aún. Al fin y al cabo, tod@s llevamos a la divinidad en nuestro código genético. Incluso quienes por sus actos parece que no, también portan sangre divina en sus venas, aunque esté tan obstruida o diluida que apenas se note, o no se note en absoluto. Estar está.

Meterse en el mar y moverse por él, antes de que las aguas se hubieran separado, fue un inmenso acto de fe y más aún de certeza, dos requisitos imprescindibles para que los milagros ocurran, y que siempre han de acompañar a nuestros actos para atraerlos efectivamente hacia nosotr@s y nuestra vida. La primera implica confianza plena en que sucederá aquello que anhelamos. La segunda, aún más significativa y potente, nos hace estar completamente segur@s de que sí, sí y también, nuestro propósito se materializará, sin saber cómo, aunque las apariencias externas muestren otra cosa e incluso, con frecuencia, que va a ocurrir todo lo contrario. La certeza es una seguridad interna y absoluta de que la ayuda llegará. Procede del ser y de su conexión sin condiciones con la divinidad que lleva dentro, que se activa en el preciso instante en que nos metemos de lleno en el mar de las situaciones, ponemos en ellas lo mejor de nosotr@s mism@s, hacemos lo que hemos de hacer y, a la vez, nos quitamos del medio para no estorbar ni estropear su acción.

Además de usarlas para meditar y conectar con los códigos y frecuencias de luz que contienen, otra aplicación muy interesante y práctica de la tecnología de las 72 Inteligencias Creadoras Kabalísticas, está relacionada con nuestras energías astrales de nacimiento, ya que cada una de ellas rige un quinario de la Rueda Zodiacal, además de unos determinados grados de varios signos. En este ámbito, yo aplico estas llaves a la fecha de nacimiento y a los cuatro puntales de cada carta astral: Sol, Luna, Ascendente y Medio Cielo. Cada Inteligencia es portada por una conciencia angélica, añadiéndole sus propias características, siendo éste otro dato significativo. El tercero tiene que ver con la edad cronológica actual, a la que corresponde otra de esas 72 llaves. Conociéndolas, podremos recuperar, o fortalecer y expandir, nuestro poder interior, separando las aguas de nuestro Mar Rojo particular y dirigiéndonos con confianza y certeza hacia la Tierra Prometida, mientras hacemos un amoroso, alegre y creativo paso por el desierto, que se llenará de gozo con nuestra presencia, y será bendecido con la verdad, la belleza y la bondad que iremos sembrando en él. ¡Que así sea para tod@s! Awen, Awen, Awen. Gracias, Gracias, Gracias.

María Ávalon

Psicóloga Colegiada M-02604

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YT: Metamorfosis y Vida con María Ávalon

14 marzo, 2022
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EOSTRE 2022 – EQUINOCCIO DE PRIMAVERA

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EOSTRE 2022

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA

Todos los pueblos y culturas del planeta, tienen sus propias formas de celebrar los diferentes acontecimientos que tienen lugar a lo largo del año, relacionadas tanto con los procesos y movimientos de la Naturaleza y del Cosmos, como con los correspondientes al transcurso y la evolución de la vida humana: la salida y la puesta del sol y de la luna, el viento, la lluvia, las estaciones meteorológicas, la siembra y la cosecha, el nacimiento, el paso de la niñez a la adolescencia y de ésta a la edad adulta, los casamientos, la muerte del cuerpo físico y muchos más.

Poco a poco, a medida que el catolicismo romano fue extendiendo su influencia, muchas de esas costumbres ancestrales y naturales fueron abandonadas, mientras que a otras se les dio un sentido muy distinto al original. Gracias a la evolución de la consciencia humana, esta sabiduría está recobrando el lugar que le corresponde y cada vez hay más personas sincronizadas con la Tierra, el Cosmos y sus ciclos que también son, en definitiva, los nuestros. Cuando quienes todavía siguen de manera ciega los dictados de la iglesia católica apostólica y romana, sepan lo arraigadas que están sus ceremonias con la naturaleza y lo paganas que en realidad son, habrá incontables sorpresas. En verdad ya las está habiendo, aunque todavía no sean de conocimiento masivo. En breve lo serán.

El término pagano deriva de pago, y significa territorio, campo, terreno. De modo que, todo lo pagano tiene que ver justamente con la Tierra, como planeta que nos sostiene y en el que habitamos, además de con la tierra como suelo que nos nutre y proporciona todo cuanto necesitamos para la existencia humana de nuestra alma y de nuestra esencia. ¡Benditas sean ambas y benditas sean todas sus criaturas, por los siglos de los siglos! Awen, Awen, Awen.

Por muchos artefactos técnicos que hayamos inventado y por muchos adelantos científicos que hayamos logrado, seguimos formando parte de la naturaleza, terrestre y celeste y, en consecuencia, estamos íntimamente ligad@s a sus ciclos y a sus procesos. Por ello, es muy recomendable y positivo, nos proporciona una perspectiva más amplia, nos llena de energía y fortalece nuestro poder físico, mental, emocional, energético y espiritual, celebrar las diferentes fechas clave de la rueda del año, como son las lunaciones, los equinoccios y los solsticios, las festividades intermedias, la recogida de la cosecha, el paso a la adolescencia…, de la misma manera que celebramos la entrada de un nuevo año, los aniversarios, los nacimientos, etc. Hacerlo también favorecerá la consciencia de unidad con todo cuanto existe, y nos ayudará a darnos cuenta de la sacralidad y el amor que continuamente nos rodean.

LA SAGRADA RUEDA DEL AÑO DE LA DIOSA DE AVALON

Avalon es uno de los lugares de occidente en el que esos eventos naturales y cósmicos, se mantuvieron vivos hasta el momento presente, al igual que sucedió con la cara femenina de la Divinidad, que allí también se conservó vigente, pulsante y potente. Nolava, la Diosa de Ávalon, cuenta con su propia Rueda del Año, a su vez relacionada con otras muchas como, por ejemplo, la Rueda de los Linajes Zodiacales. Ambas, forman parte esencial de mi vida desde hace muchos años, y por ese motivo las traigo y las uno aquí.

Aunque celebremos cada doce meses la marcha de un año y la llegada del siguiente, en realidad, el año ni empieza ni acaba, como la energía, aunque diferentes tradiciones culturales han determinado uno o dos días para llamarlos Año Nuevo. Sin embargo, como el ciclo tiene en cuenta los ritmos de la naturaleza, más que las fechas del calendario que utilizamos en occidente, los comienzos y los fines de cada año se consideran parte de las festividades, además de estar también vinculados entre sí.

Esos Ocho Días Sagrados de la Rueda del Año de la Diosa de Avalon, son una mezcla de acontecimientos solares: solsticios y equinoccios, y festividades del fuego originarias de las culturas celta, británica y nórdica que, si nos vamos más hacia atrás en el tiempo, vemos que se remontan a épocas y pueblos aún más antiguos. Las cuatro festividades solares, tienen lugar durante el día que marca el acontecimiento astronómico y astrológico de que se trate: Yule, el día más breve o solsticio de invierno, generalmente el 20 o 21 de diciembre; Litha, el día más largo o solsticio de verano: el 20 o 21 de junio; Eostre/Ostara, el equinoccio vernal, el 20 o 21 de marzo y Mabon, el equinoccio de otoño, el 20 o 21 de septiembre. Y entre estas celebraciones solares, se intercalan otras cuatro festividades del fuego, así llamadas por la costumbre de encender hogueras en esas fechas. Todas ellas suceden a la mitad del equinoccio o solsticio que las precede y así tenemos que Imbolc se celebra a comienzos de febrero, cuando aparecen los primeros copos de nieve; Beltane tiene lugar el 1 de mayo, o cuando aparece la Flor de Mayo; Teltane, Lammas o Lughnasadh, llega a comienzos de agosto, con la cosecha de granos y Samhain, la fiesta de l@s ancestr@s, se festeja entre el último día octubre y el primero de noviembre que, para los pueblos celtas y britones de la antigüedad, era el primer día del año.

En cada una de estas festividades de la sagrada rueda del año celta, podemos encontrarnos con una de las manifestaciones de la Diosa de Avalon, puesto que ella también era, y sigue siendo, honrada, agradecida y celebrada en esas fechas, al igual que las distintas lunaciones que suceden a lo largo de la rueda anual, relacionada no sólo con el Sol, la luminaria diurna del sistema solar en el que Tierra orbita, sino también con la Luna, su luminaria nocturna.

OSTARA/EOSTRE: EQUINOCCIO DE PRIMAVERA Y FIESTA DE LOS ÁRBOLES: ALREDEDOR DEL 20/21 DE MARZO

Ostara o Eostre,marca y celebra uno de los acontecimientos astronómicos y astrológicos fundamentales de la Rueda del Año: el momento en el que el equilibrio entre el día y la noche es perfecto, y las horas de luz y de oscuridad duran lo mismo. Este acontecimiento estacional y anual recibe el nombre de Equinoccio de Primavera. Poco a poco y a partir del equinoccio vernal, la luz supera a la oscuridad, hasta la llegada del solsticio de verano: el día más largo del año.

En el hemisferio norte, la primavera se corresponde con los meses de marzo, abril y mayo. En el sur, con septiembre, octubre y noviembre. Si le damos un significado simbólico a todo esto, la primavera es una estación que nos sugiere y recuerda la necesidad de prestar atención a, y potenciar, el equilibrio, la armonía, la fertilidad, el colorido, la creatividad, la luz y el calor dentro de nosotr@s, proyectándolos al exterior para que se reflejen y manifiesten ahí. Astrológicamente, el Equinoccio de Primavera, sincroniza y sintoniza con los cero grados de Aries. Para l@s astrólog@s, es el verdadero comienzo de cada año y de cada ciclo de la vida que, como una espiral ascendente, se mantiene en constante movimiento, cambio, avance y evolución.

Para la cultura celta, gran amante de la naturaleza, a la que honraban y veneraban continuamente, y con la que mantenían unos vínculos muy profundos, el Equinoccio de Primavera era una festividad asociada a Ostara/Eostre, una diosa celta de la fertilidad, y también una divinidad germánica de la primavera, cuyo tótem es la liebre, un animal que se reproduce mucho y con facilidad. Los conejos y los huevos de chocolate de Pascua, están relacionados precisamente con ella y con sus cualidades. Durante la primavera, la savia de las plantas sube de la tierra y ésta vuelve a estar verde y florida. Si unimos la fertilidad y el crecimiento de la tierra al equilibrio entre la luz y la oscuridad, la primavera es un momento idóneo para centrarnos en el equilibrio de nuestra vida y en nuestro crecimiento, puesto que, como parte de la naturaleza que somos, debemos renovarnos, resurgir del invierno, llenarnos de colores, sacar nuestro lado más alegre y hermoso, empleando y extendiendo nuestra creatividad todo lo posible durante los tres meses que dura esta estación, porque es el momento del ciclo de las estaciones en el que más fértiles podemos ser.

En la festividad de Ostara/Eostre predominan conceptos como el equilibrio, la fertilidad y el crecimiento, razones por las que se trata de una época idónea para pensar en esos tres aspectos de nuestra persona y nuestra vida, así como también para conectar y llenarnos con el flujo de energía natural que nos rodea y que está presente en todo, especialmente en la naturaleza. Por eso, es una excelente estación de la rueda del año para meditar con la espalda bien apoyada en un árbol, percibiendo cómo la vida asciende por sus raíces, tronco, ramas y copa. Eostre/Ostara, como diosa de la fertilidad, es también una diosa del amanecer y del despertar de las fuerzas germinativas tras la oscuridad del invierno.

Del mismo modo, y dada nuestra similitud con los árboles, también es una ocasión adecuada para sentir cómo la vida y el poder de la tierra entran por nuestros pies y suben por todo nuestro cuerpo hasta la cabeza, renovándonos, fortaleciéndonos, manteniéndonos bien sujet@s a su cuerpo, fertilizándonos, armonizándonos y dándonos todo cuanto necesitamos para nuestra existencia en este plano material, aspectos todos ellos que han de estar perfectamente cuidados y alimentados para que nuestro misticismo, nuestra conexión con la esencia divina que somos y que está en todas partes, pueda asimismo llevarse a cabo con facilidad, fortaleza y seguridad. Ostara/Eostre también es conocida como la Fiesta de los árboles, por lo que podemos aprovecharla para conocer las tradiciones, costumbres y conocimiento mágico relacionado con los árboles en particular, y con el reino vegetal en general.

EOSTRE/OSTARA 2022 – EQUINOCCIO DE PRIMAVERA

El domingo 20 de marzo,en el hemisferio boreal, tendrá lugar Ostara/Eostre 2022,el Equinoccio de Primavera, a las 16:33 horas de España peninsular, y a 00º 00’ 00” de Aries. Astronómica y astrológicamente, esta festividad estacional de la Rueda del Año, es también la que marca su comienzo, por ser el momento en que la vida empieza a salir y florecer de nuevo, después del recogimiento y la interiorización del invierno.

El día en que tienen lugar los equinoccios, en este caso el de primavera, hay exactamente las mismas horas de luz que de oscuridad, con la diferencia de que a partir del equinoccio vernal las horas de luz crecen y las de oscuridad disminuyen, mientras que a partir del día del equinoccio de otoño sucede a la inversa, comienzan a crecer las horas nocturnas y a disminuir las diurnas.

Los equinoccios, como todas las demás festividades de la rueda del año, no sólo son importantes por ser acontecimientos astronómicos, galácticos y cósmicos, también lo son porque tienen una repercusión y una influencia astrológica y psicológica, física y metafísica, material, energética y espiritual, en los seres humanos y en todas las manifestaciones de vida en la Tierra.

Cada uno de los dos equinoccios de cada rueda anual va precedido por un solsticio y su correspondiente estación que, en lo que se refiere al de primavera, es el invierno, el tiempo durante el cual las semillas permanecen bien guarecidas en el interior de la tierra y alimentadas por su calor, esperando que el sol de la primavera las alumbre de nuevo para comenzar a crecer una vez más y, llegado el momento oportuno, dar frutos. Igualmente, cada equinoccio va seguido de otro solsticio y su estación que, en relación con el vernal, es el verano. De modo que los cielos y la tierra, constantemente nos muestran que la vida es cíclica y que no tiene principio ni final, moviéndose y girando de forma continua, mientras cambia, se transforma, evoluciona y crece sin cesar. También vemos en todas las festividades anuales que todo se sucede de forma armoniosa y equilibrada, alternándose distintos tipos de energías para que todo pueda continuar desarrollándose y manifestándose. Todo tiene su tiempo. Hay un tiempo para cada cosa y cada una de ellas llega en el momento justo en que ha de llegar, ni antes ni después.

Por ser acontecimientos astronómicos, los equinoccios y los solsticios son también portales de activación galáctica y cósmica, es decir, vórtices de activación de nuevas energías, correspondientes a la estación en que se producen, y relacionadas con los cambios que tienen lugar en ella, todos sincronizados a la perfección entre sí dentro del eterno círculo de la vida que, aun cuando la mente humana le pone fechas y nombres, en realidad no tiene principio ni tiene final, existe, se mueve, se regenera, evoluciona y cambia de manera permanente.

Los equinoccios, los solsticios y los festivales intermedios de la rueda del año tienen que ver con el Sol, mas igualmente es importante recordar que durante todos ellos, la Luna también tiene su tiempo y su lugar. De hecho, ella cambia cada mes del año y despliega distintas energías en cada una de sus fases.

MEDITACIÓN PARA CELEBRAR Y ANCLAR EL EQUINOCCIO DE PRIMAVERA 2022

Esta meditación es para celebrar, dar la bienvenida y anclar en el corazón el Equinoccio de Primavera 2022.

Es también una práctica muy útil para sintonizar con la energía de la estación, absorber sus cualidades y posibilidades, aprovechar su fuerza y llenarnos de su poder, transformándonos y elevándonos espiritualmente, mientras exploramos estos nuevos territorios que ahora nos ofrecen la Tierra y la Vida. Sería estupendo poder dar la bienvenida a la primavera con un grupo de amig@s y familiares, y aprovechar ese día para hacer una comida en el campo, o en casa si no es posible salir. Reunirnos para celebrar estos acontecimientos, es una buena manera de llenarnos de sus influencias positivas para toda la estación, aunque no es imprescindible. Todo está siempre unido en el eterno tejido de la vida.

En los días previos al Equinoccio de Primavera 2022, podemos preparar una lista de todo aquello que, relacionado con su energía particular, queramos que sea bendecido y activado en ese momento astronómico y astrológico, añadiendo igualmente las intenciones que nos proponemos llevar a cabo a lo largo de toda la estación.

El mismo día del Equinoccio de Primavera 2022, puedes ir a una montaña, playa, río, bosque…, para estar en contacto con la naturaleza y dar allí la bienvenida a esta nueva estación. Si esto no es posible, simplemente puedes ir a cualquier parque en el que haya árboles, plantas y alguna fuente o estanque, para que así estén presentes los cuatro elementos de la naturaleza: el aire, el fuego, el agua y la tierra. Si tampoco tuvieras acceso a esta segunda alternativa, puedes celebrar el Equinoccio de Primavera 2022 en tu casa, rodead@ de tus plantas, flores y visualizando un espacio natural, el que más te guste y en el que mejor te sientas.

Cuando te encuentres en el espacio elegido, si es en la naturaleza, antes de hacer la meditación saluda y pide permiso a los seres elementales del lugar: las salamandras, los gnomos, las ondinas y las sílfides, que son los encargados de construirlo y mantenerlo en buenas condiciones. Cuando sientas que todos estos seres te han respondido y concedido el permiso solicitado, dales las gracias y elige el lugar que te parezca más apropiado para realizar esta meditación.

Traza entonces un círculo alrededor de ti. Abre el círculo por delante y ciérralo de nuevo en ese punto, después de pasar por la derecha, detrás y la izquierda. Conecta también con las direcciones de arriba y abajo, así como con tu corazón.

Puedes preparar un pequeño altar dentro del círculo con las siguientes cosas: un pañuelo, una manta pequeña o algo similar para extender en el suelo o sobre alguna roca, si las hay; cuatro velas de distintos colores; incienso, plumas, conchas marinas o un pequeño cuenco con agua, cristales, cantos de río o un cuenco con sal, flores y cualquier otra cosa que tengas a mano y que sientas relacionada con la energía de la primavera. Las velas se colocan en forma de cruz y poniendo una en cada uno de los puntos cardinales. Distribuye el resto de los objetos como tu intuición te indique. Coloca también dentro del círculo tu lista de intenciones.

Siéntate después dentro del círculo y de cara al Este del altar. Haz varias respiraciones profundas y permanece después unos minutos atendiendo únicamente a la respiración, que se hará paulatinamente más pausada y rítmica.

Conecta con la Madre Tierra, a través de la chacra de la planta de los pies. Conecta con la Fuente Creadora a través de la chacra de la coronilla. Conecta con tu Ser Superior a través de tu corazón.

Saluda a todos los elementos naturales y a sus espíritus elementales, agradeciendo también su presencia. Igualmente puedes invitar y saludar a tus guías personales, a tu Ángel de la Guarda y a los Seres de Luz que siempre te acompañan. Por último, di tu nombre y declara tu intención de meditar, celebrar y anclar el Equinoccio de Primavera 2022, dentro de ti y en todo el planeta Tierra, junto con la guía y la asistencia de Ostara, la Dama de la Primavera, la encarnación de la Diosa que la trae hacia nosotr@s cada año.

A continuación, céntrate plenamente en la belleza y el colorido del paisaje que te rodea, impregnándote de ellos todo lo posible, tratando de absorberlos con cada inspiración y sintiendo cómo van calando en todo tu ser, desde los pies hasta la cabeza y desde el cuerpo hasta la psique, el corazón y el espíritu, hasta que te encuentres tan profunda y plenamente unid@ al paisaje y a todo lo que lo forma, que seas un@ con él.

Invoca ahora a la Primavera, que puedes visualizar, por ejemplo, como una bella joven vestida con una túnica de alegres colores, con flores en el pelo y guirnaldas alrededor de su cuello, una campanilla en su mano izquierda y una varita mágica en la derecha. Se mueve danzando alegremente por delante de ti, mientras hace sonar la campanilla y va tocando con su varita todo cuanto te rodea. Al recibir el toque mágico de Primavera, todo empieza a llenarse de luz, de vida, de una energía nueva y de color, incluid@ tú mism@. Los pájaros empiezan a cantar, las flores comienzan a abrirse y los árboles mueven sus ramas… Unas lindas y frescas fragancias comienzan a extenderse por el aire y el cielo azul brilla de una manera especial. Saluda a Primavera, dale la bienvenida, baila con ella y agradécele su regreso una vez más, tras la marcha del invierno. Si quieres, pídele que te toque también a ti con su varita mágica y que te otorgue su energía para revitalizarte, regenerarte y llenarte de todas sus cualidades: equilibrio, armonía, fertilidad, creatividad, nuevo crecimiento, alegría, luz, calor, color, nuevas ideas… También puedes pedirle que de un toque de varita a tu lista de propósitos e intenciones.

Si te apetece, también puedes bailar, saltar o moverte de alguna manera que te apetezca y te haga sentir viv@, cantar, dibujar…, o hacer cualquier otra cosa que se te ocurra. Si estás con otras personas, el baile puede ser común, aunque cada cual baile a su manera.

Luego, declara tu intención de que la energía del Equinoccio de Primavera 2022 quede anclada dentro de ti y a tu alrededor a lo largo de toda la estación.

Para acabar la meditación, ceremonia y anclaje del Equinoccio Vernal 2022, y antes de recoger el altar, salir del círculo y marcharte, siéntate y relájate durante unos minutos, aprovechando este momento de tranquilidad para despedirte de Primavera y darle las gracias una vez más por su vuelta y por todo lo que has recibido de ella. Se trata de una despedida simbólica porque, en realidad, ella estará contigo cada día de los próximos meses. Da también las gracias a los cuatro elementos y a sus espíritus elementales, a tus guías personales, a todos los Seres de Luz que te han acompañado, a tu Ángel de la Guarda, a la Madre Tierra y a la Fuente. Acuérdate también de darte las gracias a ti mism@ por la labor que acabas de realizar.

Cuando hayas terminado y recogido todo, cierra el círculo y envíalo a la Fuente, donde será guardado hasta la próxima vez que necesites abrir uno. Despídete del lugar y guarda en tu corazón todo lo que has vivido durante esta experiencia, sintiendo que la Primavera 2022 ya ha entrado en tu ser y ahí va a permanecer hasta la siguiente estación, reactivándote, renovándote, revitalizándote y permitiéndote realizar y conocer nuevas oportunidades, personas, situaciones, creaciones…

Haz varias respiraciones profundas antes de marcharte, para que tus pulmones se vayan bien llenos de las energías positivas que has activado en él y recuerda dejar alguna ofrenda para los seres elementales, si has hecho esta meditación al aire libre. Si la has hecho en tu casa, puedes llevar esa ofrenda a cualquier lugar natural que te apetezca y que esté cerca.

DESEO PARA TOD@S UN MAGNÍFICO EQUINOCCIO DE PRIMAVERA, UN ESPLÉNDIDO Y FLORECIENTE NUEVO AÑO, Y UNA PRODUCTIVA ESTACIÓN

AWEN, AWEN, AWEN

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS

María Sánchez-Villacañas de Toro

Psicóloga Colegiada M-02604

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28 enero, 2022
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

IMBOLC 2022

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IMBOLC 2022

LECHE DE OVEJAS, EN EL OMBLIGO, BRÍGIDA

LA SAGRADA RUEDA DEL AÑO DE LA DAMA DE AVALON Y LAS MORGENS

La Sagrada Rueda del Año de la Dama de Avalon y las Morgens, está dividida en ocho festividades, todas ellas relacionadas con el flujo natural de las estaciones y los movimientos y cambios de los astros que, como la Astrología nos muestra, tienen una importante influencia en la vida del planeta Tierra y, por lo tanto, también en los seres humanos, como desde antiguo l@s sabi@s de todos los tiempos y lugares han sabido. Dichas festividades, los ocho días sagrados de la Sagrada Rueda del Año de Nolava y las Morgens, son una mezcla de acontecimientos solares, como los solsticios y los equinoccios, y las festividades del fuego de las culturas celta y nórdica. Las cuatro festividades solares tienen lugar en un día determinado que, precisamente, marca el acontecimiento astronómico que les da existencia y nombre. Así tenemos que Yule es el día más corto del año o solsticio de invierno, generalmente el 20 o 21 de diciembre; Litha, el día más largo del año o solsticio de verano, el 21 o 22 de Junio; Eostre, el equinoccio vernal, alrededor del 21 de marzo, y Mabon, el equinoccio de otoño, alrededor del 21 de septiembre, intercalándose entre las festividades del fuego, llamadas así por la costumbre de encender hogueras en esas fechas, que son: Imbolc o leche de oveja, a comienzos de febrero; Beltane o Día de Mayo, a primeros de dicho mes; Lammas, a principios de agosto con la cosecha de granos y Shamhain, la fiesta de l@s ancestr@s, a finales de octubre.

Colocando estas festividades en la Rueda de la Dama de Avalon y las Morgens,según se suceden en ella, quedan de la siguiente forma:

Samhain: 31 de octubre/1 de noviembre.

Yule: 21-22 de diciembre.

Imbolc: 1 de febrero.

Eostre: 21-22 de marzo.

Beltane: 1 de mayo.

Litha: 21-22 de junio.

Lammas: 1–2 de agosto.

Mabon: 21-22 de septiembre.

En cada una de las festividades de esta sagrada rueda del año, podemos encontrarnos con una de las manifestaciones de la Dama de Avalon y con una de las Morgens, puesto que ellas son especialmente honradas y celebradas en esas fechas.

Centrémonos ahora más detenidamente en Imbolc, la Fiesta de la Leche de Ovejas y de la triple diosa Brígida, con la que nos encontraremos en las próximas horas.

IMBOLC: LECHE DE OVEJAS, EN EL OMBLIGO, BRÍGIDA: 1 DE FEBRERO

Imbolc es uno de los cuatro principales festivales del fuego del calendario celta. Está asociado con el alumbramiento del Dios por parte de la Diosa, y también con Brígida, una diosa celta del fuego, la intuición, la sanación, las fuentes, las mujeres parturientas y l@s recién nacid@s, a quienes protege especialmente. En Escocia, esta festividad es también conocida como Latha Fhèill Brìghde, en Irlanda como Lá Fhéile Bríde y en Gales como Gwyl Ffraed.

Imbolc se asocia tradicionalmente con los días 1 y 2 de febrero, aunque el festival celta suele comienza el 31 de enero. Además de lo mencionado en el párrafo anterior, este festival solar también marca el punto intermedio entre Yule: el solsticio de invierno, y Ostara/Eostre: el equinoccio de primavera.

La evidencia de que Imbolc era una celebración importante de la cultura celta, se deriva de las investigaciones sobre el folclore, hechas durante el siglo XIX y principios del XX en Irlanda y Escocia, además de los estudios comparativos sobre la existencia de costumbres similares en Escandinavia. Al igual que otros festivales del calendario celta en la tradición irlandesa, Imbolc se celebraba el 1 de febrero y era considerado el primer día de la primavera. El festival se asocia principalmente con la llegada del periodo de lactancia de las ovejas, prestas a parir en primavera.

Imbolc en gaélico, significa en el ombligo (i mbolg), refiriéndose con ello a la gestación de las ovejas, y es también un término celta para denominar a la primavera. Otro nombre para esta festividad es Oimelc, que significa leche de ovejas. Otro significado asociado a esta festividad es el de Brigit, triple diosa celta de la metalurgia, en cuyo honor el día es considerado sagrado. Con la llegada del cristianismo a las Islas Británicas, Brigit se convirtió en Santa Brígida, patrona de Irlanda, y su fiesta se celebra el primer día de primavera: La Feabhra.

En general, y con independencia de los distintos significados asociados con ella, Imbolc es siempre una fiesta de luz, reflejando la importancia de los días cada vez más largos y luminosos, así como la esperanza de la pronta llegada de la primavera. Tradicionalmente, en otros lugares del planeta, como por ejemplo las Islas Canarias, Campillos y Palencia, en España, se encienden faroles en los frentes de las casas durante unos cuantos minutos y velas en el interior de los hogares, especialmente durante la celebración de rituales asociados a esta festividad de la rueda del año. En dichos lugares la festividad está relacionada con Nuestra Señora de la Candelaria y la Fiesta de la Luz.

Actualmente, esta festividad se celebra de diversas maneras, pudiendo también variar las asociaciones y significados de Imbolc, a pesar del nombre común, si bien la mayoría de esas celebraciones se realizan de la forma más parecida posible a la antigua cultura celta. Esta festividad, puede también celebrarse durante la primera Luna Llena más próxima al punto medio entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera, o cuando las primeras flores anunciadoras de la primavera comienzan a brotar a través de la nieve.

Imbolc señala el momento en que aparecen en Europa los primeros copos de nieve, a finales de enero, y es también la época en la que nacen los corderos, que junto con sus madres también son protegidos por Brígida, la diosa celta del fuego y la sanación. Esta celebración marca el deshielo de la tierra, que se prepara para ser plantada y sembrada de nuevo, tras los rigores del invierno. Es también un tiempo de justicia y de protección de l@s más necesitad@s e igualmente de renovación, ya que el invierno empieza a salir de la tierra y a colmar los ríos, arroyos y fuentes con el agua de la nieve derretida gracias al mayor calor emanado por el sol. Ahora, la luz diurna es considerablemente más perceptible cada vez y así como Brígida y Santa Brígida son invocadas como matronas de los corderos y de l@s niñ@s recién nacid@s, Imbolces considerada y celebrada como la matrona de la primavera, ya que nos acerca progresivamente a ella iluminando con poder y calor nuestro camino hacia la nueva estación del florecimiento de la vida.

Por todos estos motivos y asociaciones, Imbolc es la época de la rueda del año más adecuada para presenciar el despertar de la tierra, y para sentir las energías que nos rodean e impulsan hacia el eterno y permanente surgimiento de la vida, tan característico de la primavera y los primeros días del verano. De modo que Imbolc es también el tiempo para empezar a mirar de nuevo hacia fuera, hacia la luz, hacia la renovación continua de todo, después de las oscuras y prolongadas noches invernales, siendo por esto por lo que esta festividad se convierte en un momento magnífico para comenzar el dejar ir o el desapego primaveral de nuestra propia vida, dejando atrás con agradecimiento y amor todo aquello que pueda frenar nuestro avance, y preparándonos para la llegada de todo lo nuevo que apoyará e impulsará nuestro movimiento hacia delante y hacia arriba.

En Imbolc, el noreste de la sagrada rueda de Nolava y las Morgens, nos encontramos con Nolava la Joven Doncella, Brigit y Thitis.

CELEBRAR IMBOLC 2022

Celebrar IMBOLC 2022, entre el lunes 31 de enero y el martes 1 de febrero, es conectar con el despertar de la tierra, sintiendo las energías que, de forma continua, nos impulsan hacia el eterno y permanente surgimiento de la vida, hacia el tiempo de empezar a mirar de nuevo hacia fuera, hacia la luz, hacia la renovación continua de todo, después de las oscuras y prolongadas noches invernales, siendo por esto por lo que esta festividad se convierte en un momento magnífico para comenzar el desapego primaveral de nuestra propia vida, dejando atrás, con agradecimiento y amor, todo aquello que haya frenado nuestro avance, evolución, plenitud, prosperidad y felicidad, preparándonos entonces para la llegada de todo lo nuevo que apoyará e impulsará nuestro movimiento hacia delante y hacia arriba, convirtiéndonos cada vez más profundamente en creador@s y co-creador@s conscientes, en primer lugar y sobre todo de nuestra propia vida y, por extensión e irradiación, de la Vida en su conjunto.

Con todas las asociaciones correspondientes a Imbolc en la mente, y pidiendo la asistencia de la Diosa Brigit, de Nolava la Niña y Doncella, y de la Morgen Thitis, haz varias respiraciones profundas al ritmo que tu cuerpo necesite. Mientras respiras de esa forma profunda y consciente, trata de serenar tu mente, calmar tus emociones y relajar tu cuerpo físico, abriendo también tu corazón y todo tu ser a lo que vas a experimentar y disfrutar ahora.

Haz una conexión con la Madre Gaia, otra con la Fuente Divina y Cósmica de la Existencia, y una tercera con tu esencia, que habita en lo más profundo de tu ser.

Deja que, poco a poco, la presencia y la energía de Imbolc te envuelvan, y también las de la Diosa Brigit, de Nolava la Doncella y la Niña, y las de Thitis. Mantén la respiración profunda y rítmica, llevando oxígeno y energía vitala todo tu cuerpo, mente, emociones, elementos y energía… Sigue así hasta que todas las energías invocadas estén a tu alrededor, y luego permite que pasen por todos los rincones de tu ser, hasta llegar a la parte más profunda de las células, del ADN, de los huesos, de la sangre, de los tejidos…

Disfruta de las sensaciones que vayan produciéndose en ti, procurando no hacer juicios ni críticas, sólo dejándote mecer por el amor y todas las demás sensaciones positivas que estás recibiendo ahora…

Permanece en esta contemplación todo el tiempo que quieras. Luego, cuando sientas que ha llegado el momento de terminar esta práctica, despide a las energías que te han acompañado, para que vuelvan a su espacio y lugar. Agradece todo lo sucedido y regresa a la consciencia del presente, valiéndote también de la respiración, como hiciste al principio. Si lo crees necesario, fortalece la conexión con la Tierra y con la Fuente. Recuerda el amor que siempre está presente en tu corazón y en cuanto estés preparad@, abre los ojos para estar plenamente consciente en el aquí y el ahora. Si quieres hacer alguna anotación, este es un momento idóneo para ello.

Confío plenamente en que IMBOLC, NOLAVA LA JOVEN DONCELLA, BRIGIT y THITIS, lleguen con sus bendiciones a nuestra vida, inspirándonos e iluminándonos con su renovada luz, durante el día de su festividad y durante toda la estación que comienza el 1 de febrero. Bendita sea también esta celebración y todas las energías que la hacen posible. Awen, Awen, Awen. Gracias, Gracias, Gracias.

¡BENDICIONES DE IMBOLC 2022 PARA TOD@S!

María Sánchez-Villacañas de Toro

Psicóloga Colegiada M-02604

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17 diciembre, 2021
de María Sánchez-Villacañas Deja un comentario

YULE 2021 – SOLSTICIO DE INVIERNO

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YULE 2021 – SOLSTICIO DE INVIERNO

LA SAGRADA RUEDA DEL AÑO DE LA DAMA DE AVALON Y LAS MORGENS

La Sagrada Rueda del Año de la Dama de Avalon y las Morgens, está dividida en ocho festividades solares, todas ellas relacionadas con el flujo natural de las estaciones y los acontecimientos astronómicos relacionados con ellas. Como es arriba, así es abajo. Como es abajo, así es arriba. Estas celebraciones suelen describirse como ocho partes de esa rueda, una imagen muy útil para recordarnos el continuo suceder de la vida, el ciclo sin principio ni final que ésta es. Aunque celebremos cada doce meses la marcha de un año y la llegada del siguiente, en realidad, el año ni empieza ni acaba, como la energía y la vida, aunque diferentes tradiciones culturales hayan determinado uno o dos días para llamarlos Año Nuevo. Sin embargo, como este ciclo vital tiene en cuenta los ritmos de la naturaleza, más que las fechas de los calendarios, los comienzos y los fines de cada año se consideran parte de las festividades, y también están vinculados entre sí.

Esas festividades, los Ocho Días Sagrados de la Sagrada Rueda del Año de Nolava y las Morgens, son una mezcla de acontecimientos solares: solsticios y equinoccios, y festividades del fuego originarias de las culturas celta, británica y nórdica que, si nos vamos más hacia atrás en el tiempo, se remontan a épocas y pueblos aún más antiguos, como por ejemplo el hiperbóreo, del que muy poco recordamos todavía.

Las cuatro festividades solares tienen lugar durante el día que marca el acontecimiento astronómico y astrológico de que se trate: Yule, el día más breve o Solsticio de Invierno, generalmente el 20 o 21 de diciembre; Litha, el día más largo o Solsticio de Verano: el 20 o 21 de junio; Oestre, el Equinoccio Vernal, el 20 o 21 de marzo y Mabon, el Equinoccio de Otoño, el 20 o 21 de septiembre.

Y entre estas celebraciones solares, se intercalan otras cuatro festividades del fuego, así llamadas por la costumbre de encender hogueras en esas fechas. Todas ellas suceden a la mitad del equinoccio o solsticio que las precede y así tenemos que Imbolc se celebra a comienzos de febrero, cuando aparecen los primeros copos de nieve; Beltane, o Día de Mayo, tiene lugar el 1 de mayo, o cuando aparece la Flor de Mayo; Teltane/Lughnasadh/Lammas, llega a comienzos de agosto, con la cosecha de granos y Samhain, la fiesta de l@s ancestr@s, se festeja entre el último día de octubre y el primero de noviembre que, para los pueblos celtas y británicos antiguos, era el día de Año Nuevo.

En cada festividad de la sagrada rueda del año de Nolava y las Morgens, nos encontramos con una manifestación de la Dama de Avalon y una Morgen. Igualmente, y no obstante ser esos ocho días sagrados acontecimientos relacionados con el Sol, también hay eventos lunares en sus inmediaciones. Se trata de los Novilunios y los Plenilunios, dado el estrecho vínculo existente entre el Sol, la Luna y la Tierra a lo largo y ancho de la rueda de la vida.

En Yule, el norte de esa sagrada rueda, nos encontramos con Nolava de Aire, la Vieja Mujer Invierno, Cailleach y Morgen Tyronoe.

YULE: EL SOLSTICIO DE INVIERNO

Yule,en la tradición celta, Solsticio de Invierno para las demás, toma su nombre de un término nórdico que significa rueda. A partir de la alineación de varios monumentos prehistóricos de piedra encontrados en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda, además de otros lugares del planeta, parece claro que nuestr@s antepasad@s consideraban que el Solsticio de Invierno era un componente fundamental de sus ritos anuales. Muchos de esos pueblos antiguos situaron el nacimiento de un avatar precisamente en esa fecha, como por ejemplo Krishna, Quetzalcoatl, Osiris, Tammuz y Jesús. Por registros de esa época, sabemos que ya se celebraba este acontecimiento astronómico y astrológico en el siglo IV de nuestra era, en el que la iglesia católica declaró el 25 de diciembre como la fecha de nacimiento de Jesús el Cristo, con la intención de persuadir a quienes comenzaban a practicar el cristianismo, de participar en la festividad pagana invernal más antigua y conmemoraran, en cambio, la natividad del Niño Divino.

Durante el día más corto del año, el 24 de diciembre, hay más horas de oscuridad que de la luz. Sin embargo, al mismo tiempo, las horas de luz comienzan a extenderse a partir de ese momento, así que el Sol vuelve a renacer, aunque todavía lo haga muy tímidamente. En algunas regiones del mundo, el solsticio de invierno recibe el nombre de Regreso Solar, para enfatizar así la promesa de días más luminosos que representa este acontecimiento astronómico que, como todas las festividades de la rueda anual, también tiene implicaciones físicas, psicológicas, energéticas, emocionales y espirituales. A pesar de que en ese momento las energías solares están mermadas, Yule es una festividad de luz, esperanza y promesa. Es una época del año en la que muchas personas echan en falta la luz y el calor externos, por lo que se reúnen para iluminar las largas noches invernales y compartirlas con sus semejantes al calor de una hoguera. Algunas personas incluso, como los osos, necesitan hibernar durante esta estación, para penetrar de forma profunda en las zonas más desconocidas de su ser, para buscar y encontrar el rico e inmenso potencial que su interior alberga.

En general, para quienes nos ocupamos de estar en armonía con el ciclo de las estaciones, aun viviendo en una ciudad, podemos aprovechar la energía de Yule y de todo el invierno para meditar, profundizar en, y desarrollar, nuestro potencial creativo, tomando también nota de nuestros sueños, que en esta época del año suelen ser más explicitos, ricos y vívidos. También es un tiempo adecuado para prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor, observando también el viaje de la Luna, las estrellas y los planetas por la esfera celeste a lo largo de toda la estación.

Yule es también un recordatorio de que, a pesar de la oscuridad del invierno y de determinadas épocas de la vida, la luz del sol es tan potente y firme, que siempre vuelve a salir y brillar, pase lo que pase.

EL SOLSTICIO DE INVIERNO Y EL SIGNO ASTROLÓGICO DE CAPRICORNIO

Los solsticios son las épocas del año en que la duración de los días y las noches es diferente. Están siempre relacionados con acontecimientos astronómicos y, cada uno de ellos va precedido por un equinoccio, un período de tiempo durante el cual la duración del día: luz y de la noche: oscuridad, están igualadas. El solsticio de invierno va después del equinoccio de otoño, el período del año en que la luz empieza a decrecer y va tomando más fuerza la oscuridad, preparándonos así para la llegada del frío invierno, un frío que no es yermo sino fértil, porque durante este tiempo, las semillas permanecen bien guarecidas en el interior de la tierra y alimentadas por su calor, esperando que el sol de la primavera las alumbre de nuevo para crecer y, llegado el momento oportuno, dar frutos.

Hay dos días en el año opuestos en cuanto a la duración de la luz solar. Uno es el 24 de junio y el otro el 24 de diciembre. El primero de ellos, recién entrado el solsticio de verano, coincide con el signo de Cáncer, la puerta por la que el alma entra a la encarnación, y es el día más largo del año. El segundo, recién estrenado el solsticio de invierno, coincide con el signo de Capricornio, la puerta a través de la cual el alma pasa a la vida del espíritu, y es el día más corto. Por lo tanto, a partir del 24 de junio la luz empieza a mermar, aunque el cambio es tan leve que apenas lo notamos, como tampoco notamos que empieza a crecer de nuevo a partir del 24 de diciembre. Cáncer y Capricornio pertenecen a la Cruz Cardinal. Son dos signos opuestos en la rueda del zodíaco y forman un eje, al igual que lo hacen los dos solsticios con los que están relacionados, y que dividen el año en dos períodos de seis meses cada uno, entre medias de los cuales tienen lugar los dos equinoccios que completan la rueda de las estaciones: el de primavera y el de verano.

Además de estas relaciones y significados, los solsticios son también potentes portales energéticos, que podemos aprovechar no sólo para sintonizar con ese momento astronómico y astrológico particular de la rueda del año, sino también alinearnos con las energías que, a partir de su ocurrencia y durante toda la estación para la que nacen, están disponibles para nuestra vida, nuestro crecimiento y nuestra evolución, interiores y exteriores.

CAPRICORNIO Y EL NACIMIENTO DEL NIÑO DIVINO

El Niño Divino, el Sol que comienza a crecer y hacerse más fuerte a partir del solsticio invernal, tras nacer de una Virgen, es decir, iniciando su ascenso en el cielo desde la constelación de Virgo, es la semilla del Cristo Cósmico que anida en nuestros corazones, y que tod@s estamos llamad@s a expresar. Esa semilla divina y cósmica eterna, plena de Luz, Sabiduría, Alegría y Amor, está a la espera de ser reconocida, aceptada, honrada, materializada y expresada en el mundo, para el más alto beneficio y el mayor bien de la Vida en todas partes, comenzando por el nuestro propio. El signo de Capricornio es, precisamente, el lugar de la Rueda Zodiacal donde el humilde y pequeño grano ahí depositado crece, se transmuta y se transfigura para convertirse, llegado el momento oportuno, en un amante y fiel servidor de la humanidad.

La Rueda del Zodíaco recoge y refleja la posición en el cielo de las doce constelaciones con las que está vinculado el sistema solar en el que la Tierra orbita. Todas ellas eran conocidas desde tiempos muy antiguos y desde entonces fueron tenidas en cuenta, estudiadas y utilizadas en la vida cotidiana por la práctica totalidad de pueblos y culturas.

En Caldea, Egipto, Mesopotamia, Grecia y Roma, por citar sólo unos pocos lugares, existieron grandes e importantes astrólog@s que, mediante la observación y el estudio atento del cielo que tenían sobre su cabeza, podían entender profundamente su influencia sobre la vida terrestre y, gracias a ello, sintonizar con las energías provenientes del Cosmos y actuar de acuerdo con ellas en la vida diaria, así como también en momentos y acontecimientos señalados de los ciclos vitales, tanto personales como colectivos. Actualmente, ese cielo ya no es el mismo del pasado y, como consecuencia, la posición de esas doce constelaciones también ha variado.

Con el paso del tiempo y la cada vez mayor influencia de la iglesia católica de Roma, esa que erradicó una gran parte de los conocimientos de sabiduría que, durante siglos, habían dirigido la vida en Egipto, Mesopotamia, Caldea y otros lugares de la cuenca mediterránea, sabiduría que el mismo Jesús de Galilea conoció, practicó y expandió, muchas de las celebraciones astronómicas y astrológicas fueron intencionadamente sustituidas por otras, que comenzaron a presentar, y siguen haciéndolo, una visión muy diferente de la que hasta entonces había presidido la vida de las gentes, y había sido transmitida de generación en generación.

En verdad, Jesús el Cristo no nació el 25 de diciembre. En aquél momento del tiempo, el calendario gregoriano ni siquiera existía. Pero sí existían celebraciones estacionales y de otro tipo, ya que los pueblos antiguos eran muy conscientes del papel que la naturaleza terrestre y celeste ejercía en sus vidas, en las cosechas, en los nacimientos, etc. Una de esas festividades era, precisamente, el Solsticio de Invierno, que sucedía, y lo sigue haciendo, mientras el signo de Capricornio está vigente.

Tanto el crecimiento de la luz solar como de las semillas que sembramos en la tierra y en nosotr@s mism@s, no se produce de un día para otro sino que requieren de tiempo, cuidados, dedicación, paciencia, entrega y perseverancia, cualidades todas ellas muy ligadas al signo de la cabra y que la energía del invierno nos ayuda a implementar, preparándonos para el renacimiento que tendrá lugar en la primavera y para que, progresivamente a lo largo de toda la encarnación, desarrollemos esa semilla crística que anida en nuestro ser y nos convirtamos, en el momento oportuno, en encarnaciones terrenas de eso que yo llamo la Conciencia Cósmica de Christos-Sophia, la unión perfecta del Logos y la Sabiduría, de la que Jesús de Nazaret y Myriam de Betania son los ejemplos más cercanos a nosotr@s en el tiempo, si bien no los únicos ni los últimos.

YULE 2021– SOLSTICIO DE INVIERNO

Yule 2021, junto con la energía y las bendiciones de Nolava de Aire, la Vieja Mujer Invierno, Cailleach y Tyronoe,llegarán hasta nosotr@s el martes 21 de diciembre,a las 16:59 horas de España peninsular.

Una forma sencilla y poderosa de celebrar este momento de la rueda del año es conectar con la energía nutricia y revitalizadora del invierno, así como también con el renacimiento del sol que, invencible, sigue existiendo por los siglos de los siglos, alumbrando nuestra vida y enviando sus códigos de luz a todo cuanto gira y se mueve alrededor de él, pulsando con los códigos de luz solar que están dentro del alma, del corazón y del ADN-ARN humanos.

El nacimiento del Niño Divino/Sol es una manifestación del regreso de la luz solar que, por muchas y profundas que hayan sido las noches y las tinieblas, siempre vuelve. Cada amanecer, después de reposar en el seno de la Tierra, el sol aparece de nuevo en el horizonte, para que podamos seguir nutriéndonos, calentándonos y alumbrándonos con su luz, que también es la nuestra. Eso mismo es precisamente lo que sucede durante el invierno, así que podemos aprovechar el viaje de nuestro sol interior hacia las profundidades de nuestro ser, para cuidar nuestras semillas, mantenerlas nutridas y calientes, reconfortadas y reposadas en nuestra tierra profunda para que, al regreso de la primavera, se desplieguen de nuevo en toda su belleza, colorido y esplendor. Reflexionar sobre esto y tenerlo presente a lo largo del día del solsticio, y de toda la estación, es igualmente una forma de mantener viva y fuerte en nuestro interior, la energía invernal, tan necesaria como la de todas las demás estaciones.

Ese Sol/Niño Divino es nuestro ser esencial, nuestro Ser Superior, que conecta a la personalidad terrestre con los planos internos y superiores de la existencia y de la conciencia, entendiendo por superior aquello que cuenta con una más profunda y elevada frecuencia vibratoria, con una energía de mayor calidad, es decir, más pura, genuina, amorosa, compasiva y luminosa, más conectada con eso que yo llamo la Fuente Divina y Cósmica de la Existencia, y que se encuentra tanto dentro de nosotr@s como en todo cuanto existe. Cuando somos conscientes y tenemos presente, cada momento del día, a ese ser esencial, pasamos de la consciencia de la personalidad terrena a la consciencia del ser divino, que es creadora, directora y guía de vida. Una guía de vida que tiene en cuenta la unidad de todo cuanto existe, manifestada en multiplicidad de formas.

El estado niñ@ del ser mantiene intactas la creatividad, la pureza, la alegría, la inocencia, la naturalidad, la espontaneidad, el juego, la risa… Por eso, es necesario ser como niñ@s para obtener la llave del Reino de los Cielos, poder entrar en él y morar en sus luminosas y fértiles estancias durante toda la vida, a cualquier edad. Por muchos años cronológicos que ésta dure, siempre podemos seguir siendo niñ@s en nuestro corazón y nuestra alma. Siempre podemos conservar ese estado de pureza, inocencia y alegría, que nada tiene que ver con ser ingenu@s y dejarnos engañar o manipular. El Reino de los Cielos no es otra cosa que la esencia divina, cósmica, galáctica y humana que habita en el ser humano de carne, huesos, sangre y piel, el Grial eterno de amor, sabiduría, felicidad, poder interior, paz y luz, todas ellas cualidades que forman parte de nuestro ADN y que, para que sean operativas, hemos de reactivar con nuestra voluntad y acción personal diaria.

Mientras tenemos en cuenta estas significaciones del Solsticio Invernal, podemos visualizar a Yule como un ser andrógino que, en su lado izquierdo, aparece con la forma de la Vieja Mujer Invierno, mientras que en el derecho se presenta como un Anciano de larga y frondosa barba blanca. Toda la figura está cubierta con una gruesa capa, y en la cabeza lleva un puntiagudo sombrero de color azul oscuro, como la noche, plagado de relucientes y bellas estrellas. En la mano izquierda porta un saco lleno de semillas de vida, así como también de chispas de luz de un nuevo sol, de una nueva estrella rutilante y tintineante. En la derecha lleva un hermoso cayado de madera labrada, con una esfera solar en la parte superior.

Yule está en medio de un frondoso y nevado bosque, acompañado por Nolava de Aire, Cailleach y la Morgen Tyronoe. Tod@s caminan despacio y en silencio, en armoniosa compañía, dirigiéndose hacia tu corazón. Cuando sientas que ya han llegado, permite que pasen, dales la bienvenida y las gracias por aparecer de nuevo en tu vida, dejando que se acomoden en la cavidad sagrada de tu corazón, ahí donde está tu templo interior. Una vez acomodad@s en ese punto siempre ardiente de tu ser, activa la energía de Yule y del invierno con el poder de tu intención, para que permanezca viva durante toda la estación, haciendo su labor y recordándote que, tras esta fría época del año, las semillas germinarán y darán fruto de nuevo en la siguiente primavera, justo después de que las candelas de Imbolc empiecen a alumbrar de nuevo los cielos y la Tierra. Agradece todo por adelantado y permanece unos minutos en esta contemplación. Después, vuelve a tus asuntos cotidianos y, si te apetece, lleva una ofrenda de flores frescas a algún lugar de la naturaleza que esté cerca de tu casa, a un parque o a cualquier otro lugar que te parezca oportuno.

Deseo de todo corazón que YULE 2021, Nolava de Aie, la Vieja Mujer Invierno, Cailleach y Tyronoe, así como también el Niño Divino/Sol,guíen e iluminen nuestro camino durante todos y cada uno de los días de esta estación, inspirándonos y fortaleciéndonos con su infinito amor, sabiduría, alegría y paz, a la vez que depositan sobre nuestro corazón, alma y espíritu, todas sus bendiciones. Bendit@s sean también tod@s Ell@s. ¡AWEN, AWEN, AWEN! ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!

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